Teatro
“Sin fecha de caducidad”, mujeres y vejez
La obra forma parte de una trilogía titulada “No somos una” que Edurne Goded está desarrollando como su proyecto del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hay temas tabú en nuestra sociedad que ocultan, minimizan o condenan aspectos de la condición de las mujeres como es el proceso de envejecimiento, mujeres que decidieron no ser madres, la menstruación y la menopausia, por poner unos ejemplos. Los mandatos femeninos en nuestra realidad patriarcal pesa sobre las mujeres y abrir el tema es ya en sí un acto revolucionario. “Sin fecha de caducidad” es la obra escrita y dirigida por Edurne Goded que pone en la mesa de la discusión lo que significa y lo que implica envejecer para las mujeres; su invisibilización al no responder a la exigencia de la juventud femenina como objeto de deseo, el desconocimiento de qué es lo que sucede en sus cuerpos y el reafirmar la multiplicidad de formas de ser mujer. La obra se pronuncia en contra de la uniformidad, la generalización y los estereotipos; es un grito de libertad.
Desde el teatro documental, “Sin fecha de caducidad” recupera testimonios y sistematiza una ardua investigación hecha por la compañía Verbo Delta. La obra forma parte de una trilogía titulada “No somos una” que Edurne Goded está desarrollando como su proyecto del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales.
Tae Solana, Mónica del Carmen y Regina Flores Ribot, son tres actrices que encarnan distintas voces y en las que incorporan también las suyas propias. Tres actrices de diferentes generaciones, que a través de un laboratorio fueron expresando sus sentires mientras Edurne Goded les daba forma y los entretejía con los 100 testimonios que se recogieron de mujeres de distintas partes de la República a través de cuestionarios o grabación de mujeres mayores proyectadas en una pantalla de fondo, hablando, particularmente, de la menopausia y de su conocimiento o desconocimiento sobre cómo la vivió su madre. La ignorancia alrededor de este proceso también se hizo evidente al abrir la pregunta al público, obteniendo respuestas generales o genéricas o simplemente afirmando que desconocían la experiencia de la menopausia en su madre.
La propuesta de “Sin fecha de caducidad” es sin una cuarta pared que separa al público de lo que sucede en escena; la mayor parte de la obra es frontal; las actrices hablan al frente, exponen sus ideas o sus testimonios, desarrollan temas que se van planteando y nos aleccionan sobre cosas que desconocíamos.
Dentro de esta constante de frontalidad, vamos transitando por diferentes temas. Al principio queda a flor de piel el peso de los estereotipos de género respecto a la belleza, la maternidad, el ser objeto de deseo… y se ejemplifica con los juguetes que usamos o las caricaturas que vemos. En otra parte, el formato es como el de un “talk show” donde recurren al humor para hablar de mitos y realidades. Mónica del Carmen, entrevista a Tae Solana y a Regina Flores Ribot, para dejar en claro, como especialistas, el comportamiento de la sociedad frente a las mujeres. Hay un momento de complicidad entre ellas que brindan y hablan de sí mismas desde la intimidad, en otro, frente al micrófono y el público, mencionan sus recuerdos predilectos, momentos alegres o dolorosos o temas que les inquietan. Se rompe con el encasillamiento de las mujeres con temas domésticos y hablan también de sus preocupaciones políticas, sociales o ecológicas.
Las actrices se expresan con la verdad, viven en la escena y nos transmiten directamente sus emociones y pensamientos. La directora logra entretejer todos estos elementos en un escenario, diseñado e iluminado por Anna Adriá, rodeado de tela de tul blanco semitransparente que da a la obra una textura etérea y onírica, que sirve también para proyectar imágenes a manera de un telón o adorna los costados remitiéndonos a los vestidos de novia o de quince años que encajonan el camino de las mujeres.
“Sin fecha de caducidad" se presenta en la Sala Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque del INBA y es la primera obra de la trilogía y se estrenó en el Foro del Dinosaurio del Museo Universitario del Chopo. La segunda obra realizó una residencia artística en el Centro Cultural Helénico el año pasado: “De mandatos, obligaciones y culpas: lo que nadie nos dijo sobre la maternidad”. La tercera obra, tratará sobre los feminismos.