CIUDAD DE MÉXICO (apro).–"Sol hecho tiempo: tiempo hecho piedra, piedra hecha cuerpo…” escribió Octavio Paz en su poema Nocturno de San Ildefonso. Esa frase sirve de piedra angular para la representación que migrantes y expresidiarios realizarán en Piedra hecha cuerpo, un performance de Marco Guagnelli. 

El evento se llevará a cabo este en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco a las 17:00 horas. Bajo la dirección de Non Gratos Teatro, una compañía mexicana, dirigida por Marco Guagnelli, enfocada en proyectos de arte de impacto social.

Los actores se adentran a explorar un diálogo con cada parte de nuestro cuerpo y a expandir esa metáfora con el cuerpo social, respondiendo ¿Qué parte del cuerpo social soy?

"La práctica de Non Gratos consiste en formar artistas, involucrando grupos específicos que se encuentran en contexto de vulnerabilidad, a través de esto buscamos cambiar las narrativas en torno a ciertas comunidades y generar un impacto social a través del arte".

El colectivo desarrolla proyectos artísticos dentro de reclusorios en México y migrantes de Centro América y el Caribe. Sus proyectos más sobresalientes son la fundación de una orquesta de música jazz al interior del Reclusorio Oriente y la creación de una obra de teatro con jóvenes en contexto de movilidad y refugio en Ciudad de México y Tijuana.

El poema

Paz escribió Nocturno de San Ildefonso cuando vivía en el departamento 601 de un edificio de la calle de Río Lerma en la colonia Cuauhtémoc, a unas cuadras del Ángel de la Independencia de la Avenida Paseo de la Reforma. 

En una conferencia que ofreció en el Colegio Nacional, el Nobel de Literatura diseccionó la importancia del escrito:

"Alude a la Escuela Nacional Preparatoria, donde yo estudié en la década de los treinta. Está dividido en cuatro partes. La primera es una visión de la ciudad de noche, ahora en la década de los setenta. La segunda, el México de mis años de estudiante por este rumbo de la ciudad: nuestras caminatas y conversaciones nocturnas en las que mezclábamos los personajes reales con los literarios: Alyosha Karamazov, Julián Sorel, Salvador Monsalud eran nuestros amigos; las utopías filosóficas y políticas. La tercera parte se refiere a nuestras ilusiones políticas y sociales, la poesía frente a la historia y frente a la contemplación: es decir, el poeta entre (para emplear la frase famosa de Koestler) «el comisario y el yogui». La cuarta parte es el regreso a la visión del principio y a mí mismo."