CDMX

Manifestantes rechazan plan de Brugada contra la gentrificación: “es solo un curita” (Video)

La protesta contra el desplazamiento de habitantes por el encarecimiento de la vivienda se trasladó ahora al sur, donde manifestantes alertan contra el desabasto de agua y el probable ecocidio.
lunes, 21 de julio de 2025 · 00:31

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Este domingo 20 de julio, alrededor de 600 personas se congregaron en la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, en la alcaldía Tlalpan, para manifestarse contra la gentrificación, un fenómeno que según advierten habitantes de diferentes demarcaciones, se acrecentará con la celebración de la Copa Mundial FIFA 2026. 

Al grito de “¡Vecino callado, será gentrificado!”, habitantes de toda la ciudad exigieron a la administración de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, medidas contundentes para combatir el fenómeno de la gentrificación en la capital mexicana, pues calificaron la propuesta de 14 puntos de la morenista como un “curita” que no atiende la situación en profundidad y continúa favoreciendo intereses particulares.

Aunque según los propios datos del Gobierno capitalino, la gentrificación se concentra en Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc, durante la segunda protesta contra la gentrificación hubo habitantes de Tlalpan y Álvaro Obregón, quienes pidieron visibilizar el progreso de dicho fenómeno en el resto de la capital mexicana. 

Sobre el caso de la alcaldía encabezada por la morenista Gabriela Osorio, hubo al menos 20 inconformes que acudieron con pancartas y letreros en contra de la construcción de un centro residencial en el parque Fuentes Brotantes, el cual defendieron como una importante zona de recarga para el subsuelo.

En contraste, denunciaron que la construcción del complejo implicará un ecocidio y un desabasto de agua para los habitantes de las zonas cercanas, así como el “posible” encarecimiento de vivienda digna para los habitantes que han construido su vida en esta parte de la CDMX. 

En entrevista con Proceso, María Teresa Gutiérrez, habitante de Tlalpan, declaró: “Esperamos que el Gobierno escuche a la gente, no lo ha hecho, ha sido indiferente, queremos que haga valer los derechos de los ciudadanos, de los pueblos y barrios de Tlalpan”. 

Y detalló que la situación para muchos habitantes de la demarcación es “terrible, como es posible que dicen que no hay agua y pronto ves que dan permisos desenfrenados, brutales.

Para Gutiérrez es importante que en la capital no solo se atienda el tema de la gentrificación en las colonias de la alcaldía Cuauhtémoc, como Condesa y Roma. 

No es la única habitante que acudió a la protesta con esta exigencia. 

Como ella, Ruth, residente de la alcaldía Álvaro Obregón, opinó que el problema va más allá de las zonas que presentan un “evidente crecimiento de la gentrificación”. 

Para ella, la construcción de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro implicó fracturas en su estilo de vida y el de sus vecinos: “La obra empezó a dar un proceso de terrenos de compra en engorda, empezaron a llegar las inmobiliarias con tarjetas del Gobierno a desalojar a la gente, en el 2018, a decirles que sus viviendas no tenían dueño e iban a ser expropiadas, los obligaron a vender”. 

Y añadió: “Aquí el desplazamiento se da cuando los sacan de sus casas, ellos se tienen que ir a colonias más alejadas (…) algo que veníamos platicando era visibilizar que el Gobierno a través de las obras públicas está gentrificando, hay muestra de ello”. 

Jóvenes contra la gentrificación 

La protesta estuvo conformada principalmente por jóvenes que se pronunciaron por su derecho a una vivienda digna y asequible. 

Vania Teresa Jiménez, habitante de Benito Juárez, compartió a Proceso su experiencia al enfrentar el mercado inmobiliario en la CDMX como una joven de 33 años: “La renta es cara, los salarios son ridículos, en cuánto está el salario mínimo, es casi imposible vivir sola dignamente, tienes que tener hasta tres o cuatro roomies (…) es más fácil para un extranjero acceder a una vivienda digna”. 

Sobre la propuesta de 14 puntos que presentó Brugada con el objetivo de combatir la gentrificación, la manifestante opinó que se trata de una medida “curita”, que no atiende la problemática en realidad: “Yo de por sí no puedo entrar en los programas de vivienda, tengo entendido que es hasta los 29 años. Ni siquiera se preocupan por los jóvenes, es mínimo lo que les dan. Muchos tienen que trabajar y estudiar al mismo tiempo, con salarios irrisorios”. 

En tanto, una integrante del bloque negro, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, dijo que es claro el motivo por el que este domingo 20 de julio salieron a manifestarse los jóvenes de la ciudad: “Estamos preocupados, no tenemos las mismas condiciones de antes para poder conseguir una propiedad, cada vez es más complicado y nos vemos forzados a movernos a las periféricas de la ciudad, mientras las zonas en las que se puede encontrar mejores condiciones de vida, son acaparadas por extranjeros o personas que ya cuentan con demasiados privilegios, mientras somos tantos los que enfrentamos condiciones complicadas, realidades del México profundo que el gobierno prefiere no voltear a ver”. 

Al ser cuestionado sobre el impacto de los disturbios registrados en la manifestación, respondió: “Cuando les conviene es iconoclasia, cuando no, vandalismo”.

Pueblos originarios, también en pie de lucha

Otra de las voces que se pudieron escuchar en la protesta fue María Elizabeth Álvarez Reséndiz, habitante del pueblo de Xoco en Benito Juárez y miembro Frente por la Defensa de los Pueblos y Barrios Originarios en defensa de la Anáhuac, quien declaró: “El Gobierno para desplazarte, primero hace división, llega a cortar el tejido social. Si tú estás muy necesitado, lo aceptas. Eso fue lo que pasó en el pueblo de Xoco, ahí hubo gente de la alcaldía y del Gobierno. Yo estoy aquí porque sé lo que es que te destruyan su casa”. 

La representante recordó la construcción del proyecto de Mitikah y describió cómo ha cambiado la vida para los vecinos del desarrollo departamental: “Te puedo decir que fue una vivencia, sé lo que se siente que lleguen las empresas con sus trabajadores a criminalizarte, a hacer lo que quieren hacer en tu territorio (…) a mí me deterioran mi vivienda, jamás la empresa se quiso hacer cargo de nada, ni el Gobierno, burlas, es más hasta fuimos reprimidos”. 

También sentenció: “El Gobierno tiene una agenda que no es para los capitalinos”. 

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