Musical
“Para la libertad...”, un musical sobre la represión del movimiento de 1968
La lucha estudiantil que en México, como en ningún otro sitio en el mundo concluyó con un baño de sangre, se ha manifestado en prácticamente todas las expresiones culturales; ahora se ancla en escena como musical, con canciones de Serrat, cuentan sus creadores Omar Olvera y Hugo Morales.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Represión, homofobia, violencia de género, inseguridad, libertad de expresión y la familia son abordados en la pieza musical Para la libertad... una historia inmortal, ubicada en el movimiento estudiantil de 1968, donde sobresalen las melodías del famoso cantautor Joan Manuel Serrat.
El musical –que desde hace 15 años empezó a escribir Omar Olvera cuando estudiaba en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– se estrena en el Nuevo Teatro Libanés.
Trata de un grupo de jóvenes que estudia en la Academia de San Carlos en 1968 y enfrenta la violencia y la represión que los impulsa a unirse al movimiento estudiantil de ese año.
Además director del montaje, Olvera señala en entrevista que en el camino vio que un musical es más complejo de lo que se imaginaba:
“Fueron dos años de rehacer y rehacer textos, así como trabajar y trabajar los arreglos musicales y las tonalidades. Éramos estudiantes de artes plásticas y el músico Hugo Morales Zendejas estaba en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM, es el arreglista, y de acuerdo a las experiencias que vivimos en esa época como universitarios, de represión, violencia, homofobia e inseguridad, nos motivó a crear este proyecto que en esos años, sin recursos, pero gracias al apoyo de la UNAM, efectuamos una primera temporada en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura”.
Ahí se estrenó en 2012, “y la respuesta del público fue muy grata y hubo una temporada extendida”.
Un año después la obra corrió otra temporada en el Teatro Libanés, iniciando su camino en el circuito profesional. No obstante, dice el dramaturgo, la puesta en escena debía mejorarse. Después de esa profunda revisión del texto y el concepto, se adoptó el título Para la libertad: México 68” para presentarse en el Teatro del Parque Interlomas hace una década, con la asistencia del propio Serrat, a quien gustó tato que concedió los derechos para el uso de su música.
Luego la pieza fue elegida para recordar los 50 años del movimiento estudiantil de 1968 y se montó en la Antigua Academia de San Carlos, donde se ubica la historia. Un poco antes de la pandemia del covid, en 2019, Para la libertad… fue seleccionada por el festival UNIVERSCÉNES en Toulouse, Francia, estrenada por la compañía Les Anachroniques, traducida al francés. En ese mismo año se publicó el libreto bilingüe, editado por la Universidad de Toulouse, y disponible en Amazon.

A inicios de este 2025, el productor Morris Gilbert, de Mejor Teatro, les propuso reestrenarla. Este es el calendario de funciones: 24 y 25 de mayo. 6, 7, 8, 20, 21 y 22 de junio. 4, 5, 6, 18, 19 y 20 de julio.
Modificaciones
Se le cuestiona a Olvera si el texto dramático de 2012 cambió, y explica:
“Sí cambió. Ha sido un proceso de mucho trabajo porque aunque hemos estado en distintas temporadas, hemos ido correspondiendo también a la experiencia que hemos ido tomando. Hemos realizado otros proyectos de teatro, y en estos quince años lo hemos perfeccionando, haciéndolo más compacto. Y hoy nos encontramos muy contentos porque estamos presentando la mejor versión de la obra”.
–¿Por qué un musical con un hecho muy doloroso que no se ha resuelto?
–Tiene que ver por mi gusto por el teatro musical y por mi madre, quien cuando era muy chiquito me narraba como si fueran cuentos las canciones de Serrat y me conmovía con esas historias. Luego me ponía el cassette y las musicalizaba. Así fue como me enamoré de la forma de contar historias con música. A la par de mi carrera de artes plásticas, estudié teatro musical. Hace una década y media era un reto crear Para la libertad… porque era, y es, un género que sufre discriminación intelectual, pero tiene las mismas posibilidades que cualquier otro género de abordar la reflexión, la memoria colectiva y la historia de nuestro país.
Y subraya:
Es una herida muy sensible, muy profunda, muy dolorosa, y no es nuestra intención suavizar el tópico, sino explorarlo desde otra manera para poderlo compartir con nuevas generaciones y tocar corazones a través de la música. Estamos muy a favor del poder transformador del arte y creemos que con las canciones de Serrat podemos contar este drama. El montaje nos abre una pregunta: ¿Cuánto hemos cambiado desde 1968?
La guitarra como protagonista
En tanto, Morales Zendejas, el director musical, rememora:
“Inicié este proceso con Omar Olvera desde el principio, y ha sido un proceso transformador. Entonces contaba con diciocho años y no poseía ni la menor idea de cómo dirigir música. Sin embargo, cuando él me dijo que quería realizar esta obra de teatro con música de Serrat, me emocioné. Serrat ha sido siempre un referente para mi familia y para mí, no sólo cultural, sino como un movimiento social importante. Mi abuelo estuvo en el movimiento del 68, era miembro del Partido Comunista. La música de Serrat siempre ha sido un refugio, yo diría.
“La dirección musical desde ahí ha sido una oportunidad increíble y ahora se nos abrió la puerta para poner el proyecto a la altura que se merece. Estoy teniendo mucho cuidado de que los músicos puedan concebir la estética de 1968.
Estamos integrando música un poco cerca al rock and roll y el surf, igual a la de The Beatles, que al final eran ritmos que estaban prohibidos en esa época en México. Y he pensado en la guitarra eléctrica como el instrumento iconográfico del movimiento estudiantil revolucionario, porque representa una revolución en cómo concebimos la música. En ese momento el rock and roll representaba la rebeldía y el espíritu de la juventud”.
Comparte que se ha esforzado mucho para que el guitarrista pueda tomar un papel protagónico, “por eso se encuentra en primer plano en la escenografía”.

También le ha dado fuerza a la batería:
“Ha sido trabajada para soñar dentro del estilo de los sesenta, y contamos con un bajista maravilloso y un gran tecladista. Normalmente en los musicales se han manejado, digamos, dos corrientes: una que es el piano clásico de los grandes musicales de Broadway, y la otra es una corriente con muchos efectos, muchos sonidos y muchos cambios. Y he buscado irnos por el punto medio. He llegado a eso después de trece años de estar haciendo prueba y error, de estar elaborando diferentes configuraciones de instrumentos. Hubo un momento en donde era más latinoamericano, no había ni siquiera percusión, éramos puras guitarras con vihuelas y fue divertido. En otra época era más como rock, pero moderno, en fin, ha transitado por muchas fases”.
Hoy Para la libertad… dura 90 minutos. Contiene 17 canciones en escena que un cuarteto interpreta en vivo (guitarra, batería, bajo y teclado). Y el reparto lo componen Irasema Terrazas, Samanta Salgado, Santiago Ulloa, Alexo Fergo, Brenda Santabalbina, Dafne García, Diego Llamazares, Jorge Escandón, Juan Pablo Ruiz, Lucía Huacuja, Roberto Salguero y Vanessa Bravo.
Morales Zendejas termina:
“Es muy valioso contar con un espacio de difusión teatral como éste para que más personas puedan acceder a esta sensibilidad histórica que nos pertenece como mexicanos y como seres humanos. Un poco también para seguir cuestionando conductas o formas de ser destructivas, como la homofobia y la intolerancia, en fin”.