Música

Los 60 años de la Orquesta Sinfónica del IPN

La OSIPN celebra con un concierto abierto al público este jueves, un boleto conmemorativo en la Lotería Nacional y la Primera Convocatoria para Mujeres Compositoras.
miércoles, 9 de abril de 2025 · 16:35

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN) celebra sus 60 años con un concierto abierto al público, un boleto conmemorativo en la Lotería Nacional en su honor y, por primera vez en su historia, el IPN realizará la Primera Convocatoria para Mujeres Compositoras.

Además, el Centro Cultural Jaime Torres Bodet tendrá un recorrido visual de los momentos más importantes de la OSIPN. Las actividades del festejo iniciarán el jueves 10 de abril a las 19 horas con el recital de aniversario, abierto a todo el público, bajo el título “Fanfarrias para la OSIPN”, y estará dedicada a una de las obras más revolucionarias y electrizantes de la historia: “La consagración de la primavera” de Igor Stravinski, una pieza que, desde su estreno en 1913, ha desafiado las normas y marcado generaciones enteras de melómanos. 

"Este aniversario es una oportunidad única para reflexionar sobre nuestra historia y mirar hacia el futuro. La OSIPN ha sido un semillero de talento y un motor de transformación artística, y con este concierto queremos compartir esa pasión con toda la comunidad politécnica y el público en general”, resalta Vladimir Sagaydo, director artístico de la orquesta. 

La finalidad de la Primera Convocatoria para Mujeres Compositoras es ofrecer visibilidad y promover el talento de las compositoras mexicanas en el ámbito de la música clásica. A través de esta convocatoria, el IPN abre una puerta sin precedentes para la creación musical con perspectiva de género, impulsando a compositoras mexicanas que, a través de su obra, enriquecerán la escena sinfónica nacional. La obra ganadora será estrenada por la OSIPN a finales de 2025, consolidando el compromiso de la Orquesta con la equidad en la música. 

En entrevista, la destacada violinista Odette Waller González, integrante de la OSIPN, rememora su ingreso a esta orquesta: 

“Yo conocí a la orquesta desde el año de 1979 siendo una persona sumamente joven. Mi maestro de violín, cuando hacía falta algún músico, nos mandaba, ¿quién sabe a qué?, porque uno es muy joven y no tiene quizás los argumentos; sin defraudar la confianza de nuestros maestros, acudíamos a las orquestas a cubrir muchos espacios que hoy cariñosamente les llamamos extras, o sea, músicos que no están dentro de la plantilla de una orquesta sinfónica en ese momento y se tienen que surtir como invitados. Yo conocí la orquesta así, en un evento del Palacio de los Deportes. Y al paso del tiempo jamás me imaginé francamente trabajar dentro de la sinfónica, pero siempre mi ilusión fue pertenecer a este instituto. 

“Así fue pasando el tiempo hasta que un día, curiosamente, bajé del Metro, yo venía del Teatro en la Ciudad, donde laboraba como violinista, y me encontré a unos compañeros que estaban diciendo que al mes siguiente iba a salir una convocatoria en los periódicos. Y que si por favor acudía porque una de las premisas de la fundación, en aquellos momentos, era que fueran músicos mexicanos. En ese momento hubo muchos desajustes en Sudamérica, concretamente en Venezuela y Perú, y llegaron muchos compañeros de esas tierras. Y quería que compitieran más mexicanos”.  

Se compró el diario Novedades para ver los requisitos: 

"Se trataba de una serie de obras que se debían tocar. Yo estudiaba un concierto ‘Número 2’ de Henryk Wieniawski , que por cierto ese me abrió las puertas en todos lados, y lo interpreté. Se trataba de tocar con lectura a primera vista, confieso que desconocía muchas obras de cómo iban auditivamente, eran tres. Y ya no leí la tercera, y tuve la oportunidad de ingresar a la agrupación, eso fue en 1989”. 

Para ella, la OSIPN “es muy importante, empezando porque es la única orquesta institucional, me refiero a que depende del presupuesto federal y que posee una historia bellísima, que si me permite se la cuento en dos patadas, como dicen”. Prosigue: 

“En el año de 1945 había un secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de la rama docente, sección 10, y el ingeniero Jesús Robles Martínez, quien era un melómano, a tal grado que citaba a sus alumnos viernes y sábado, les compraba algunas galletitas y un refresco, y se ponían a escuchar música. Así nada más. Invitaba el maestro José Pablo Moncayo, el del guapango, y contaba la historia de la música”. 

Sigue: 

"El ingeniero Robles hacía escritos en las escuelas para todo aquel que quisiera acudir los viernes de melomanía, porque siempre que había alguna oportunidad musical, se citaban músicos de muchas orquestas. En aquellos días había una orquesta de la Cámara de la Secretaría de Educación Pública que estaba por pasar a la radio de la Secretaría de Gobernación y se pusieron listos para que esas pues oportunidades de trabajo se pasaran al Politécnico, pero no tuvo el éxito requerido por la economía, por el impacto presupuestal, en fin.  

“Caminó el tiempo y la insistencia seguía. Hubo un director general del IPN, Manuel Sandoval Vallarta, quien dijo: ‘Nos urge a como dé lugar conseguir una orquesta porque gastamos mucho cada vez que vamos a engalanar algo’. Y pidió a las escuelas que donaran una plaza y, bueno, es un poco bonita, cariñosamente romántica la propuesta. Finalmente las escuelas le dijeron que no. Sólo una, la prevocacional uno, donde hoy está la Secundaria Técnica número ocho, en Carlos V. Zetina. ¿Qué era la prevocacional para ustedes que son tan jóvenes? Era lo equivalente a la secundaria, en donde los chicos que querían instruirse en la carrera politécnica entraban después de la primaria al Politécnico. No se pudo”. 

Tiempo después, explica: 

“Otro director del IPN, Eugenio Méndez Docurro, dijo: ‘Vamos mejor a citar a los maestros de Bellas Artes para que donen sus plazas, pero no poseían el perfil para la exigencia de una orquesta como esta. Eso igual fracasó. Hasta que apareció el maestro Guillermo Orta Velázquez, quien fue nuestro primer director artístico, y buscó la manera, sobre todo económicamente, en fin. Fue un largo camino. Hasta que llegó el año del 1965 y hubo un primer concierto, fue el día primero de abril, como un boceto de recital en nuestro centro cultural y se programó uno oficial el 4 de abril”. 

Hoy miércoles 9 de abril a las 17:00 horas, la OSIPN dará un concierto especial de aniversario que se llevará a cabo en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, en Zacatenco. Es exclusivo para invitados especiales y autoridades del IPN. 

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