Manuel M. Ponce

El regreso de Manuel M. Ponce

Parecía que el legado musical estaba ahí ya, y su nombre en el mármol de la inmortalidad. Pero fue necesario que el pianista Omar Herrera Arizmendi, sobrino bisnieto del hondo compositor zacatecano creara en 2019 una fundación para rescate, reunión y promoción de su obra.
sábado, 29 de junio de 2024 · 07:00

El compositor Manuel M. Ponce (1882-1948), uno de los mexicanos más prolíficos del país, y cuyo nombre es símbolo de excelencia, este año tomará un nuevo brío: La fundación que dirige su sobrino bisnieto Omar Herrera Arizmendi presentará 20 piezas inéditas en el programa Ponce 243, que incluye 12 conciertos.

Es ampliamente reconocido que el músico nacido en Fresnillo, Zacatecas, fue uno de los primeros en incluir la música de tradición popular en la vertiente clásica, y se le asocian temas como “Estrellita” y “Las mañanitas”, además de una de las más relevantes obras mundiales para orquesta y guitarra en el mundo, el Concierto del Sur.

Su repertorio incluye piezas no menos relevantes como Suite cubana y Sonata para violonchelo y piano, además de grandes obras guitarrísticas como Variaciones sobre la Folia de España, de 1929. El Concierto del Sur fue estrenado en octubre de 1942 por quien fuera su amigo, el reconocido como mayor intérprete de guitarra, Andrés Segovia (Linares, Andalucía, 1983-Madrid, 1987).

Entre sus creaciones sinfónicas destacan además el Concierto para violín y orquesta, que escribió y estrenó en 1943 con el violinista Henryk Szeryng y la Orquesta Sinfónica de México, bajo la dirección de Carlos Chávez.

Paralelamente a su trayectoria artística, fungió como miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana, director de la Escuela Nacional de Música, del Conservatorio Nacional de Música, y de la Orquesta Sinfónica Nacional. Y por sus aportes a la docencia y composición recibió en 1947 el máximo reconocimiento del Estado mexicano, el Premio Nacional de Ciencias y Artes.

En 2018, con motivo de su 70 aniversario luctuoso, se le rindió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, nuestro máximo recinto cultural, donde una sala lleva su nombre. En el evento se interpretó el Concierto romántico para piano y orquesta, que incluyó una serie de charlas y conferencias en diversas ciudades del país. 

El proyecto y la fundación

Ha sido su sobrino bisnieto de Ponce, Omar Herrera Arizmendi, pianista y promotor cultural originario de Cuernavaca, Morelos nacido en 1975, quien ha trabajado en el legado el Ponce desde hace unos años con la creación de Ponce Project Music Foundation.

Con sede en Houston, Texas, Estados Unidos (3812 La Branch St. Apt 4, Houston, TX 77004), donde Herrera radicó durante varios años (ahora vive en Philadelphia, Pensilvania), esta fundación fue creada en 2019 y recibió en 2022 en Granada, España, el reconocimiento anual otorgado por la Fundación Europea de Guitarra debido a su trabajo de rescate de la música clásica latinoamericana. En 2023 se hizo acreedora al mayor fondo de gobierno de la ciudad de Houston, para la producción de Ponce 243: Obra completa para piano.

A través de Ponce Project Music Foundation ha rescatado y reunido las obras de su tío abuelo, primero haciendo trabajo de investigación, editando y grabando toda su música además de haber lanzado el primer Concurso de Piano 2023.

Ahora dio a conocer a Proceso todo el programa de actividades que inician en junio:

  • Un recital los días 8 y 9 a cargo de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (Ofunam) como parte de su segunda temporada del año, la Suite de Merlín de Albéniz en su programa #8.
  • La 2º convocatoria para el Concurso Internacional de Piano 2024, misma que ya está abierta al público, con cinco categorías para edades de 6 a 25 años y dos modalidades (virtual y presencial). La fecha límite de inscripción es el 1 de julio y el concurso se efectuará el 3 de agosto (datos en la web de Ponce Project).
  • El programa de 12 conciertos, Ponce 243, a realizarse del 16 al 25 de agosto en recintos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) como el Centro Nacional de las Artes y la misma Sala Manuel M. Ponce de Bellas Artes, además de la Capilla Lerdo de Tejada de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la exhacienda de Hernán Cortés, en Cuernavaca.

Los conciertos serán tocados por 20 de los mejores pianistas de México y otros países y se incluirán dentro del repertorio de 20 piezas inéditas, que son:

  • Danzas: Suspiro y Sonrisa
  • Polkas: Mazurka en la bemol, Tocatta, Estudio No. 2 Estío, y Suite a cuatro manos: Polonesa, Minueto, Marcha, y Vals. 
  • Coro de Cantata del café (arreglo).
  • Marcha nupcial.
  • Piezas para niños: Bailable, Barcarola, Jugando, Las mariposas, Noche lluviosa y Otoñal.
  • Serenata romántica.
  • Balada mexicana (versión fusión).

En ese mismo marco se inaugurará una exposición que se trabaja con diversos materiales que pertenecieron al músico mexicano, conformada principalmente por cartas, documentos y fotografías.

Además, la edición de un libro biográfico sobre el artista, y dos conferencias de Herrera Arizmendi sobre la música para piano de su tío (una sobre la obra general y otra analizando grabaciones del autor tocando algunas de sus obras).

De México para el mundo

Pero, ¿quién es Herrera Arizmendi y cómo llegó a los resultados de Ponce Project Music Foundation?

Al pianista-heredero musical se le inculcó el instrumento desde los seis años a la par de sus estudios, y cuando decidió enfocarse en la música tomó un curso propedéutico por la Escuela Nacional de Música (ahora Facultad de Música) de la UNAM en 1993, y se fue a vivir a Houston; realizó la licenciatura en el instrumento en la Universidad de Texas, en Austin (2000), y posteriormente una maestría por la Rice University (centro privado en Houston), así como un doctorado en la Universidad de Houston con la tesis Manuel M. Ponce: estilo y estética.

Relata sobre la figura de su pariente:

“En la familia hubo una separación en algún momento entre Braulio, mi bisabuelo, y Manuel M. Ponce, y hubo algo ahí que propició que nadie se acercara a la música. Fue hasta mi generación que uno de mis hermanos, un primo y yo nos dedicamos al piano.

“De hecho entre mi primo, mi hermano y yo, soy el único que sigue en la música de tiempo completo. Crecí escuchando el nombre de Ponce pero no me di cuenta del titán que era hasta que hice mi maestría y doctorado, fue ahí cuando en verdad lo descubrí. Aquí se le conoce más por el Concierto del Sur para guitarra de Segovia, pero fuera de México no es tan conocido”.

–¿En algún momento sintió la presión respecto al nombre Ponce?

–Cuando estudié en México, en la ahora Facultad de Música en la UNAM, sentía que nadie me hacía caso, y bueno, no tenían por qué hacerme caso por ser su descendiente, simplemente nunca entré al círculo de “poncistas”, en donde estaban Carlos Lazo o Héctor Rojas. Creo que sólo nos veían como los “sobrinos de Ponce” y ya.

“Fue hasta que me fui a Estados Unidos que en los exámenes lo tocaba, y me di cuenta que los profesores me veían como si interpretara algo exótico o ‘de pilón’, pero hasta ahí.

“Recuerdo que en uno de mis exámenes de maestría, uno de los sinodales me dijo: ‘¡Otra vez Ponce!’, como diciendo ‘por qué no tocan Brahms u otra cosa’, y ahí caí en cuenta que si nosotros como mexicanos no llevamos la grandeza de nuestros compositores al escenario nunca nos van a tomar en serio”.

Foto inédita del músico a los 17 años. Foto. Ponce Project Music Foundation

Explica que cuando cumplió 40 años y tenía una carrera como intérprete en orquestas y como solista pensó en rescatar la obra de su tío abuelo, pues “si no lo hago yo, ¿entonces quién?”, y así inició el camino de la fundación.

“La idea inicial fue hacer una serie de conciertos y nada más, pero conforme fue creciendo la fundación me di cuenta que no había partituras, y entonces se inició una labor que tomó dos años de investigación para rescatar toda la obra con familia, conocedores, especialistas, digitalizar documentos. Ha sido todo un proceso que aún continúa, porque teniendo partituras puedes hacer todo, grabar, estudiar, investigar, analizar”.

Dice respecto al futuro del trabajo en la fundación:

“Todo ha crecido y tomado una buena dirección, aún hay mucho trabajo por hacer, me gustaría que la fundación continuará en el rescate de la música y de músicos. Está el caso de José Rolón, por ejemplo, pero por ahora falta mucho que hacer en materia de Ponce”.

–¿Es el año de Ponce?

–Es su regreso.

Texto publicado en la edición 0012 de la revista Proceso, correspondiente a junio de 2024, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.

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