Telecomunicaciones

Competir ¿conecta? a México

La creación del IFT ha sido uno de los mayores aciertos legales e institucionales para otorgarle robustez a uno de los sectores más relevantes para la economía, la sociedad y de importancia transversal para el resto de las actividades e industrias de México.
miércoles, 28 de septiembre de 2022 · 10:06

CIUDAD DE MÉXICO (apro).-El 10 de septiembre el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) cumplió 9 años de haber sido creado en la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones, radiodifusión y competencia económica de 2013. El regulador lanzó una campaña de comunicación social con el slogan de “competir conecta a México”, pero ¿realmente es así?

La creación del IFT ha sido uno de los mayores aciertos legales e institucionales para otorgarle robustez a uno de los sectores más relevantes para la economía, la sociedad y de importancia transversal para el resto de las actividades e industrias de México.

El comunicado conmemorativo del IFT señala que “en cuanto a los servicios de telecomunicaciones, hay mayor penetración y cobertura, lo que significa que hoy más personas están conectadas”.

Es indudable que en 9 años hay más mexicanos con tecnología y conectados a Internet, pero si se hace un análisis comparado con América Latina, donde ningún país tuvo una reforma estructural al sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión, ninguno tiene una regulación en materia de preponderancia y ningún mercado tiene un regulador constitucional autónomo tan robusto como el IFT, resulta que México fue uno de los países que menos creció en servicios de telecomunicaciones.

El IFT presume que se triplicó el número de líneas de Internet móvil, al pasar de 27.4 millones en 2013 a 108.8 millones en 2021, con lo que se tienen 86 líneas por cada 100 habitantes en diciembre de 2021, comparado con 23 líneas hace 9 años.

El crecimiento es notable y hay que celebrarlo, pero 12 países de la región tienen una mayor penetración de banda ancha móvil que México. Nuestro país creció 302% en el periodo 2013-2021, pero Chile (que ya estaba más conectado que México) creció 344%, Panamá 350%, Bolivia 706% y Perú 940%, con base en las estadísticas de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

El IFT celebra que en servicios fijos la penetración de Internet aumentó 72.5%, para ubicarse en 69 accesos por cada 100 hogares en diciembre de 2021, luego de que en 2013 había 40 accesos de Internet fijo por cada 100 hogares. El mercado de banda ancha fija creció 104% al pasar de 11.8 a 24.1 millones de accesos.

Es correcto, pero una vez más otros países de la región como Argentina (167%), Brasil, (194%), Chile (186%), Colombia (185%) o Perú (189%), por sólo citar algunos, tuvieron un mejor desempeño que México en cuanto a banda ancha fija.

La pregunta es: ¿por qué otros países, incluso más conectados que México y que no vienen de tan atrás, y sin una reforma constitucional tan ambiciosa, siguen creciendo en servicios de telecomunicaciones más que México?

El IFT es la autoridad exclusiva en competencia económica en los sectores de radiodifusión y telecomunicaciones. Claramente, el regulador valora mucho la competencia, al grado de que es la palabra inicial de su lema de comunicación social por su noveno aniversario. El IFT traduce “competencia” con beneficios a favor de la población mexicana y es cierto.

Pero en la práctica resulta que no hay suficiente competencia en el mercado de televisión de paga. En ese servicio no compiten todos los operadores que tienen infraestructura habilitada para ofrecer la TV por suscripción, porque pesa una prohibición regulatoria sobre la red más amplia, la de Telmex.

En 9 años de vida del IFT ha crecido el índice de concentración en TV de paga (hay menos competencia) y es el servicio que más ha incrementado sus tarifas al consumidor final en el mismo lapso. La concentración y la insuficiente competencia en TV de paga no están contribuyendo a conectar México, porque la TV de paga está cada vez más asociada con el servicio de Internet fijo.

En enero de 2022, el pleno del IFT decidió postergar la entrada de Claro TV al mercado de la televisión de paga y ordenó que se elaborara un nuevo proyecto de resolución sin las inconsistencias del que fue votado esa fecha. América Móvil había comprometido una inversión de 8 mil millones de pesos en fibra óptica para incrementar la conectividad de los mexicanos. El IFT desairó la inversión, la competencia en ese mercado y la conectividad que traería consigo.

En radiodifusión, hay que reconocer que México fue el primer país de América Latina en migrar a la Televisión Digital Terrestre. Ahora se transmiten mil 269 canales digitales de TV abierta, cuando en el primer trimestre de 2013 había 311 canales. Además, existe una tercera cadena de TV abierta que compite con Televisa y TV Azteca y también 32 nuevos canales de TV abierta regionales.

En radio, por primera vez se licitaron frecuencias y ahora hay 244 nuevas estaciones de radio comercial, además de 25 concesiones de uso indígena, 289 de uso social, 125 comunitarias y 207 públicas.

Sin duda, hay más competencia en radio y televisión, pero es increíble que no estén habilitados los derechos de las audiencias desde que fueron reconocidos en la Constitución y la ley secundaria.

Hay más canales de TV y más estaciones de radio, pero más competencia en radiodifusión no habilita más derechos. El IFT tutela los derechos de las audiencias, pero ha sido totalmente omiso sobre las acciones de inconstitucionalidad, los litigios y los diferendos en materia de derechos de las audiencias. Tenemos más competencia en radiodifusión, pero menos derechos de los receptores de los servicios de radio y televisión.

La competencia económica tiene beneficios para el consumidor como más oferta y mejores servicios de telecomunicaciones a mejores precios, detonando la productividad, la inversión y la innovación; pero la competencia no es suficiente para conectar un territorio.

Lo que conecta y digitaliza un país es la política pública de inclusión digital, precisamente donde no existe competencia ni mercados rentables, donde hay población vulnerable y desconectada. El IFT está obligado a realizar las acciones necesarias para contribuir con los objetivos de la política de inclusión digital universal. Competir es importante, pero no es suficiente para conectar México, hace falta política pública digital. Para eso, el IFT no tiene un slogan a 9 años de su creación.

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