AMLO
Al carajo digitalizar México
El presidente López Obrador empezó por enviar al carajo el programa México Conectado, que tenía 101 mil sitios públicos conectados a Internet en todo el país.CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El presidente de la República ha dicho que se vayan todos al carajo quienes han cuestionado su decisión de contratar 500 médicos cubanos. Así también ha enviado al mismo lugar la importante misión de conectar, digitalizar y transformar a México a través de las tecnologías.
Empezó por enviar al carajo el programa México Conectado, que tenía 101 mil sitios públicos conectados a Internet en todo el país. Las personas que los frecuentaban accedían a la red para buscar información, realizar trámites en línea o comunicarse con sus familiares y amigos. A todos ellos los desconectó de un plumazo.
A cambio lo sustituyó por el programa Internet para todos, pero ha mandado al carajo la transparencia del programa, porque no sabemos cuántos espacios públicos y qué inversión se ha ejercido. Tampoco conocemos las metas del programa.
Por un tema de austeridad y de desmantelamiento de las instituciones, envió al carajo la Subsecretaría de Comunicaciones de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes, oficina responsable de diagnosticar, diseñar, implementar y ejecutar la política pública de acceso universal a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Mandó al carajo también el presupuesto del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que de tener asignados 2 mil millones de pesos le recortó 500 millones de pesos.
Intentó enviar al carajo al propio IFT, cuando una iniciativa de ley propuesta por el senador Ricardo Monreal intentó desaparecer al regulador especializado de las telecomunicaciones junto con las comisiones Federal de Competencia Económica (Cofece) y Reguladora de Energía (CRE) para crear un sólo Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob).
Fue tal el rechazo unánime a la iniciativa que el senador de Morena decidió retirarla y el IFT se salvó por un pelito, porque para desaparecerlo se requiere una reforma constitucional.
Aún así el presidente AMLO sigue enviando al carajo al IFT porque desprecia a los organismos constitucionales autónomos, porque preferiría que sus funciones no fueran eminentemente técnicas e independientes sino políticas, discrecionales y que las concentrara la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Por cierto, a esta última secretaría de Estado también la ha enviado al carajo, porque varias de sus atribuciones como la administración de los puertos y la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, las asignó a los militares.
Ha enviado al carajo y más allá las ternas para nombrar a las/os nueva/os comisionadas/os del IFT enviadas por el INEGI y el Banco de México, como ordena el artículo 28 de la Carta Magna. AMLO las ha rechazado y las ha ignorado.