Análisis

Televisa Megacable

La intención de Televisa (no es la primera vez) de fusionarse con Megacable debería disparar las alertas regulatorias y abrir de una vez por todas la competencia convergente en México.
miércoles, 14 de diciembre de 2022 · 20:18

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Megacable rechazó la oferta de adquisición, fusión y combinación del negocio de cable (televisión de paga, telefonía fija e Internet) que le planteó Televisa. La propuesta consistió en fusionar la división de cable de Televisa con Megacable a través de un intercambio de acciones. El resultado de la combinación sería que Megacable conservaría 45% de la empresa y Televisa el 55% restante.

La oferta fue rechazada por el Consejo de Administración de Megacable, integrado por doce miembros, cuyo Presidente del Consejo es Francisco Javier Bours Castelo y el Director General es Enrique Yamuni Robles, actual Presidente Nacional de la Canieti.

Los negocios representados en el Consejo de Administración de Megacable son los de Bachoco (Bours), Rancho Agua Fría, grupo financiero ABC Capital, Tecnológico de Monterrey, Grupo Coppel, entre otros.

Los estatutos sociales de Megacable requieren la autorización del Consejo de Administración cuando un accionista o grupo de ellos pretendan adquirir 7.5% o más de las acciones de la compañía o 2% en caso de que sea un competidor, como Televisa, para evitar un cambio de control en la empresa.

Televisa Cable es la unidad de negocio más importante de Grupo Televisa. Aportó 43.3% de las ventas (equivalentes a más de 48 mil millones de pesos), seguida por los contenidos (32.4% o 35.9 mil mdp) en 2021. Al tercer trimestre de 2022 el negocio de cable de Televisa reportó ventas equivalentes a 64.2% del total del conglomerado, con un sustancioso margen de 39.6%

El negocio de cable de Televisa ofrece servicios convergentes de video, voz y datos en 28 estados del país. A septiembre de 2022 tenía 18.7 millones de casas pasadas y 15.6 millones de Unidades Generadoras de Ingresos (UGIs). Televisa Cable (cuya marca comercial es Izzi) ha sido resultado de la adquisición y fusión de Cablevisión, Cablemás, Cablecom, TVI, Telecable, Axtel y Bestel.

Megacable reportó a finales del tercer trimestre de 2022 un total de 4.2 millones de suscriptores únicos, 10.8 UGIs, 10.5 millones de casas pasadas y 71,458 kilómetros de red. Los ingresos al cierre de 2021 fueron de 24.6 mil mdd.

Tanto Televisa Cable como Megacable han tenido un fuerte crecimiento en suscriptores e ingresos en los últimos años, ambas favorecidas por la pandemia y la necesidad de más y mejores servicios de telecomunicaciones. Así lo reconoce Bours Castelo en su mensaje a los accionistas:

“Durante 2021 continuamos operando en un contexto macroeconómico y social complejo; la pandemia por Covid-19 continuó cambiando los esquemas de trabajo, estudio y entretenimiento. La nueva normalidad exige más y mejores servicios de conectividad para toda la población, por lo cual Megacable se mantuvo como un fuerte competidor en el mercado, al brindar servicios esenciales de la más alta calidad y conectar cada vez a más mexicanos”.

Tanto Televisa Cable como Megacable se encuentran en su mejor momento. La acción de Megacable cerró la jornada del 13 de diciembre (un día después de que rechazara la propuesta) en 56.09 pesos, mientras que la acción de Televisa cerró el mismo día en 20.46 pesos.

Televisa puede adquirir Megacable y cualquier otra empresa de telecomunicaciones por las facilidades que le otorga el artículo noveno transitorio de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión de 2014.

Dicho artículo explica que “en tanto exista un agente económico preponderante en los sectores de telecomunicaciones (América Móvil) y radiodifusión, con el fin de promover la competencia y desarrollar competidores viables en el largo plazo, no requerirán de autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) las concentraciones que se realicen entre agentes económicos”.

Es decir, la adquisición, fusión o combinación de Televisa-Megacable no requiere aprobación previa del IFT. En caso de concretarse, el regulador debe iniciar una investigación de poder sustancial de mercado e imponer medidas para proteger la libre competencia.

En el “Estudio sobre las Telecomunicaciones y Radiodifusión en México 2017”, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos recomendó eliminar el artículo noveno transitorio. La OCDE dice que “el artículo despoja al IFT de sus facultades de evaluación ex ante de las concentraciones (…). El nivel de concentración en el mercado de la TV restringida realmente se ha incrementado (...). El artículo noveno transitorio es una medida innecesaria e incluso anticompetitiva (...) y facilita la concentración del mercado. Por consiguiente, el artículo noveno transitorio se debería eliminar”.

En 2021 Televisa concentraba 62.4% del mercado de TV de paga, en tanto que Megacable poseía 21%. A sus 11 millones de suscriptores de TV de paga (cable más satélite) de Televisa, sumaría los 3.5 millones de usuarios de Megacable, para quedar en 14.6 millones de suscriptores consolidados. La participación de mercado combinada en el segmento de TV de paga superaría 82%.

El IFT ya declaró a Grupo Televisa como agente con poder sustancial en el servicio de TV de paga en 35 mercados relevantes. El regulador encontró que el dominio de Televisa no ha sido contrarrestado por sus competidores, los niveles de concentración son elevados, tiene precios crecientes y altos márgenes de rentabilidad y “no enfrenta restricciones competitivas que limiten efectivamente su capacidad de fijar precios”.

La investigación a Televisa sobre poder sustancial no ha tenido ningún efecto práctico. La única medida efectiva para detonar la competencia convergente sería la autorización para que América Móvil (Telmex-Telcel) preste el servicio de TV de paga.

La intención de Televisa (no es la primera vez) de fusionarse con Megacable debería disparar las alertas regulatorias y abrir de una vez por todas la competencia convergente en México. Televisa no tiene límites a la compra de empresas por efecto del artículo noveno transitorio y el IFT tampoco impone medidas competitivas.

La competencia entre todos los competidores por los clientes y los hogares es la única y verdadera alternativa, lo cual detonaría inversiones, conectividad, digitalización y baja de precios en servicios. El IFT no lo hace porque no quiere. A casi diez años de la reforma en materia de telecomunicaciones, no tiene justificación alguna para preservar la restricción.

Twitter: @beltmondi

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