Derechos Humanos
Coahuila: policías torturan a joven hasta matarlo; su padre denuncia encubrimiento estatal
Juan Martínez asegura que el entonces comisionado de Seguridad Municipal de Saltillo, Federico Fernández, hoy fiscal, le exigió perdonar a los siete asesinos de su hijo. Alexis N, autor material, sigue activo en la corporación. Él y su otro hijo están amenazados de muerte.SALTILLO, Coah. (Proceso).- Los abusos cometidos por policías estatales en contra de su hijo, a quien asesinaron en enero de 2023, obligaron a Juan Antonio Martínez Cárdenas a salir de Coahuila y buscar en la Fiscalía General de la República la justicia por la muerte del joven norteamericano José Francisco Martínez Walker y las amenazas a otro de sus hijos, quien fue testigo de los hechos.
Martínez Cárdenas reconoció tener miedo por la persecución de la que ha sido objeto al no conceder el perdón a los elementos del estado de Coahuila como, asegura, se lo exigió el hoy fiscal general del estado Federico Fernández Montañez, quien en ese entonces era comisionado de Seguridad Municipal en Saltillo y meses después sería el titular de la Secretaría de Seguridad en el estado al iniciar la administración como gobernador de Manolo Jiménez Salinas y quien también estuvo en la reunión, al igual que el exfiscal Gerardo Márquez Guevara.

José Francisco Martínez Walker, quien contaba con 24 años de edad, el 17 de enero de 2023 fue detenido por elementos estatales adscritos a la Policía Civil de Coahuila. Con él iba a su hermano menor, Juan Antonio, quien observó cómo los policías lo persiguieron y lo subieron a una patrulla, por lo que acudió a pedir ayuda a su familia y lo encontraron en un baldío de la colonia Satélite, al poniente de la ciudad de Saltillo, con evidentes muestras de tortura y diversos golpes.
Martínez Walker fue llevado al Hospital General de Saltillo, donde la familia observó irregularidades en la información para que no se enteraran de lo que realmente ocurrió: al joven le introdujeron por el recto un artículo cortante (un cúter) que le provocó diversas lesiones internas y finalmente la muerte. Incluso le dijeron que él mismo se había tragado la navaja.
La mujer médico que revisó el cadáver, Marisa Alejandra Barraza Iglesias, estableció en el certificado de defunción que se trató de una muerte natural y nada escribió sobre la hoja de navaja que se localizó en su cuerpo y se observaba en las radiografías.
Hasta el mes de agosto de 2024, siete meses después de la muerte de su hijo, le entregaron el resumen clínico en el que sí se reconoce la presencia de la navaja a 20 centímetros del recto. Ese reporte lo hicieron dos semanas después de la muerte del joven norteamericano con un diagnóstico que establece la perforación intestinal y está firmado por otro médico.
“La Fiscalía General de la República llegó a Saltillo y les quitó la carpeta de investigación por toda la manipulación que estaban llevando. Para ese entonces ya se contaba con más de 61 pruebas y se emitieron las órdenes de arresto para los siete policías, pero solamente agarraron a uno y el resto está prófugo", señala. Aseguró que Juan “R”, el único detenido, espera la sentencia por los delitos de tortura, abuso sexual y homicidio de su hijo.
En la carpeta de investigación FED/FEMDH/FEIDT-COAH/0000189/2024 se establece que el detenido formó parte de la Policía Especializada de Coahuila y participó en la detención ilegal del joven norteamericano con la finalidad de causarle daño y torturarlo. El abuso policiaco llegó a provocarle lesiones en distintas partes del cuerpo y en la agresión sexual.
Uno de los policías que no ha sido aprehendido, e identificado como Alexis “N" y apodado el Güero y el Ruso, es considerado el autor material del homicidio, y de acuerdo con Martínez Cárdenas se encuentra activo en la corporación.
La muerte de su hijo no es sólo la única que ocurrió como parte de los abusos y violaciones reiterados a los derechos humanos por parte de los elementos de Coahuila. El acoso policiaco también llegó hacia sus amistades: en junio del año pasado los policías estatales interceptaron a quien identificó como Mundo, su compañero de trabajo y con quien compartía la vivienda
“Le preguntaron por el padre de Martínez Walker, o sea que por mí, para saber con quién vivía, la hora que salía a trabajar y la de llegada, si me trasladaba en transporte público o si alguien pasaba por mí. Me dijo que le respondió que no sabía, y le lanzaron con amenazas en caso de que estuviera mintiendo”, señala.
Días después lo encontró sin vida. Vecinos de la colonia Satélite le dijeron que su compañero fue interceptado por una camioneta blanca al momento de llegar al domicilio y posteriormente apareció una patrulla y los elementos se metieron a la casa.
Martínez Cárdenas lo encontró con una enorme mancha de sangre en la parte trasera del cuerpo, por lo que no descarta que también le introdujeron un artículo similar como lo hicieron con su hijo.
“Días antes de esto ya habían llegado los policías y trataron de meterse a la casa con pistola en mano. Estaban encapuchados y ese video se lo entregué a la fiscalía cuando llegué a la Ciudad de México", relata.
El padre de familia recordó que en el caso de su amigo incineraron el cuerpo, desconoce si la familia lo autorizó, pero no hizo acto de presencia la policía ni los peritos como debió proceder para determinar si fue o no un homicidio.
Días después el padre de Mundo le pidió que se fuera del domicilio por temor a que le fuera a pasar algo similar, debido a que los policías seguían preguntando a los vecinos por él, incluso enseñando una fotografía.
En casi dos años ha tenido que cambiar de domicilio en 14 ocasiones, incluyendo otros estados, porque en el último que estuvo en Coahuila, en el municipio de Arteaga, llegaron un hombre y una mujer que se identificaron de la Fiscalía General del estado y trataron de ingresar de nueva cuenta al domicilio donde realizaba algunos trabajos de albañilería que dejó inconcluso. Meses antes debió sacar a su hijo menor del país por las amenazas y persecución de las que son objeto.
Antes de dejar el estado, el padre del joven presentó una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero el trato que recibió fue de revictimización y nula atención. Señaló a la exvisitadora regional Gardenia Esmeralda Salinas Márquez de tratar de minimizar los hechos y de decirle en una ocasión que quiso denunciar el acoso de parte de los elementos de la Fiscalía General del estado que “me fuera quejar con ellos (la dependencia estatal) a ver qué le dicen”. Hasta el momento nada ha sabido de la queja, pese que estuvo en 14 ocasiones en la oficina.

Protección a policías
El pasado 8 de julio el Gobierno federal y las autoridades de Coahuila informaron del decomiso histórico de huachicol y Martínez Cárdenas asegura que en una de las imágenes aparece el autor material del homicidio de su hijo, portando el uniforme de la policía estatal.
“Sale en un dispositivo federal. Ahí en el video (de un noticiero) sale él con el uniforme, la pistola y la placa. ¿Cómo está eso si las órdenes de arresto cayeron como en el mes de septiembre o en el de octubre del año pasado? ¿Cómo es posible que este individuo siga en la policía si se supone que es prioridad detenerlo?”, se cuestiona después de que tuvo que exhumar el cuerpo de su hijo para hacerle una nueva autopsia y luego volver a sepultarlo.
Ver la imagen le resultó familiar uno de los elementos, ya que días después del homicidio de su hijo recuerda que el policía estaba dentro del Centro de Empoderamiento de la Mujer, que se ubica sobre el periférico Luis Echeverría Álvarez y a pocos metros de donde se ubica la subdelegación de la Fiscalía General del estado. Para esas fechas ya estaban señalados como responsables de la muerte del joven de origen norteamericano.
“Lo protegían a él. En el barrio también anduvo en una troca y fue visto en una fiesta. Afuera del Centro de Empoderamiento de la Mujer yo llegué a saludar a un amigo y desde adentro alguien se estaba riendo y se quedaba viendo, burlándose y retándome. Claro que le dije que no se la iba a acabar, por todo lo que le hicieron a mi hijo, él y todos esos güeyes. Yo estoy seguro que era él”, afirma.
El padre de familia señala que después de trascender la responsabilidad de los policías estatales, fue el hoy fiscal del estado quien quiso sobornarlo al ofrecerle una casa, un carro y dinero a cambio de que le concediera el perdón a los elementos.
“Era el secretario de Seguridad y me dijo que tendría mucho dinero, y luego me preguntaron que dónde estaba mi otro hijo, el que vio todo lo que le hicieron a su hermano, como quién lo golpeó y todo. Yo nomás dije: ‘Oiga y si le hubieran hecho esto a alguien de los suyos, ¿usted también aceptaría una casa, un carro y dinero en los bancos?’ Me respondió que me ofrecían todo esto para que yo y mi otro hijo tuviéramos una vida digna”.
Fiscal asegura que policías están cesados
Entrevistado sobre el caso, el fiscal Federico Fernández Montañez afirmó que los elementos de Seguridad Pública que estaban dentro de la corporación, denominada Policía Especializada de Coahuila, ya no trabajan en la dependencia.
“De acuerdo con los procedimientos administrativos internos, los elementos fueron dados de baja. Uno de ellos se encuentra actualmente en prisión y hasta donde tenemos conocimiento está en el proceso de un amparo y está buscando defender su posición, pero es un tema que trae la Fiscalía General de la República y nosotros nos mantenemos atentos en lo que podamos colaborar”, afirmó.
Respecto a los señalamientos del padre del joven asesinado sobre el ofrecimiento de dinero y bienes materiales para conceder el perdón a los policías, dijo desconocerlo, porque se trató de un tema ocurrido antes de que él fuera funcionario estatal.
Aunque Martínez Cárdenas señaló directamente a Fernández Montañez de haber hecho el ofrecimiento, el fiscal dijo que los policías estatales tienen una defensa particular y es posible que a través de ellos se le haya hecho alguna petición.
“Quizás alguien de esa defensa haya tenido algún acercamiento con la familia", dijo brevemente el funcionario, quien primero se negó a que la entrevista fuera grabada.