OAXACA, Oax. (proceso.com.mx).- Ocho integrantes de la Resistencia Civil Pacífica de Mixtequilla están detenidos por oponerse al Polo de Desarrollo para el Bienestar que forma parte del proyecto presidencial denominado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, denunció la Misión de Observación Civil.

Agentes de investigación de Oaxaca y efectivos de la Guardia Nacional desplegaron un operativo policial alrededor de las 04:30 horas de este sábado 27 para detener a Adelaido López Gallegos, Armando Sánchez Gómez, Orlando de la Cruz Gallegos, Roberto Vázquez Orozco, Ricardo Vargas Ruiz, Alba Pérez Santana, Albino Palacios Orozco y Jorge Ontiveros Álvarez.

La detención fue en cumplimiento de una orden de cateo y aprehensión librada por el juez de control de Tehuantepec a partir de una acusación falsa de robo a una patrulla de la policía municipal en Santa María Mixtequilla.

"Buscan acabar con nuestra lucha"

Organizaciones sociales de Oaxaca condenaron el acto de represión en contra de los opositores al proyecto que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador impuso como parte del Corredor Interoceánico.

Integrantes de la Resistencia Civil de Mixtequilla se quejaron de que, “a pesar de que manteníamos un diálogo con la Secretaria de Gobernación, esta represión orquestada por el gobierno del estado busca acabar con nuestra lucha”.

Los inconformes, a quienes se sumaron organizaciones que forman parte de la Misión de Observación Civil que realizó un recorrido en julio de 2023 por las zonas donde se desarrolla el proyecto del gobierno lopezobradorista, exigen la inmediata liberación de sus compañeros encarcelados.

Cabe destacar que, apenas el viernes 5, habitantes de Santa María Mixtequilla expulsaron de sus tierras a efectivos de la Secretaría de Marina, quemaron el campamento del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec e instalaron un bloqueo carretero en la carretera La Ventosa-Salina Cruz en protesta contra el gobierno, porque no han sido informados de los eventuales daños que ocasionaría el Polo de Desarrollo para el Bienestar.

Polos de Desarrollo para el bienestar

El 22 de diciembre pasado, el presidente inauguró el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y detalló qué empresas prevén establecerse en alguno de los 10 Polos de Desarrollo para el Bienestar, que incluyen el de Mixtequilla, donde se pretende instalar empresas de la agroindustria en 502 hectáreas.

Los 10 Polos de Desarrollo para el Bienestar (Podebis) se instalaran en tres mil hectáreas de los estados de Oaxaca y Veracruz donde se ubicarán empresas con vocaciones de eléctrica y electrónica (Coatzacoalcos I), semiconductores (Coatzacoalcos II), automotriz –electromovilidad- (Texistepec), autopartes y equipos de transporte (San Juan Evangelista).

Además, dispositivos médicos (Matías Romero), farmacéutica (Ixtaltepec), agroindustria (Santa María Mixtequilla), equipo de generación y distribución de energía eléctrica (Ciudad Ixtepec), maquinaria y equipo (San Blas Atempa), metales y petroquímica (Salina Cruz).

26 pesos por metro cuadrado, "a eso le llaman progreso?"

En un recorrido realizado por una misión de observación formada por organizaciones sociales, los habitantes de Mixtequilla consideraron que es una burla el pago de 26 pesos que les están dando por metro cuadrado expropiado por el gobierno federal.

Expusieron que el gobierno federal pagó 132 millones de pesos por la expropiación de 502 hectáreas de tierras agrarias y de uso común para construir uno de los 10 polos de desarrollo que no saben en qué los beneficiará o en qué los perjudicará.

Ese colectivo independiente exigió al presidente de los comuneros de Mixtequilla, Eduardo Desales, repartir los 132 millones de pesos entre todos los cuatro mil habitantes de Mixtequila, y no sólo entre los 800 comuneros.

“Imagínense, las tierras que compró el gobierno federal acá en Mixtequilla nos las pagaron a 26 pesos el metro cuadrado, menos que un kilogramo de tortilla. ¿A eso le llaman progreso?”, se quejó Ricardo Vargas.

A su vez, Izamar Pacheco aclaró: “No estamos acá por el dinero, esta resistencia no es por el dinero, sino que estamos pensando en qué le vamos a dejar a nuestros hijos; esas tierras eran de los abuelos y habían sido heredadas de generación en generación, y ahora que las vendieron sin tomarnos en cuenta a toda la comunidad, no nos quieren compartir, sólo ellos, los comuneros”.

Insistieron en que “no tenemos información de en cuánto nos va a beneficiar o a perjudicar. La refinería está a 30 kilómetros de aquí y cada que hay derrames de amoniaco existe miedo, y ahora que tengamos el polo a sólo tres kilómetros del pueblo no sabemos qué puede pasarnos.