CIUDAD DE MÉXICO (apro).-En medio de la pandemia por covid-19, la colectiva Luchadoras documentó 652 ataques digitales dirigidos esencialmente contra mujeres durante el último año, en el que la organización estableció la “Línea de Apoyo Contra la Violencia Digital”.

Yunuhen Rangel, coordinadora de Internet Feminista de Luchadoras, destacó que desde 2017 la colectiva se ha dedicado a evidenciar que “la violencia digital es real y tiene implicaciones y repercusiones en la vida persona y profesional”.

Al recordar que en 2017 presentaron un informe sobre la tipología de la violencia digital y en 2020 otro sobre cómo prevalece la impunidad en las denuncias penales presentadas a las autoridades, a partir de la Ley Olimpia, Rangel añadió que a partir de marzo del año pasado Luchadoras decidió abrir una Línea de Apoyo para las víctimas de la violencia digital.

“Empezamos a recibir casos y a guiar a las mujeres, para empezar a nombrar y reconocer la violencia digital y a cómo reaccionar a ello, es un espacio de calidez de comprender y escuchar en clave feminista; damos contención emocional, información, herramientas, orientación, asesoría y canalizar a organizaciones e instituciones.

“Por ser una colectiva clasificada como ‘Socia de Confianza’ Facebook, ofrecemos canalizar algunos reportes que no prosperan cuando son denunciados por las chicas agredidas, en lo que llamamos reportes de escalamiento”, explicó Yunuhen Rangel.

En el primer informe sobre los resultados de la Línea de Apoyo la colectiva recibió 470 solicitudes de ayuda, 90% presentadas por mujeres y 9.4% de hombres, aunque de este último porcentaje, 4.2% se relacionaban con peticiones de ayuda para conocidas de los hombres, apuntó Alicia Reynoso, responsable de la Línea de Apoyo.

Al explicar que una persona podría ser víctima de más de un tipo de agresión, Reynoso señaló que durante estos meses de pandemia los ataques contra mujeres en internet fueron la amenaza de difusión de contenido íntimo, en 31% de los casos , y  29% la difusión del contenido íntimo, en redes sociales como Facebook e Instagram.

La defensora agregó que otras formas de violencia de género digital registradas fueron la intervención de comunicaciones con la finalidad de obtener contenido, suplantación de identidad y la creación de perfiles falsos.

Reynoso señaló que durante el tiempo que ha estado activa la Línea de Apoyo, se pudo definir que las solicitantes eran mujeres jóvenes, “más habituadas al uso del internet, que tienen un conocimiento de la realización de reportes”, pero también solicitaron ayuda mucho más cercana quienes están una condición menos familiarizada con el internet.

La defensora apuntó que a la Línea de Apoyo han llegado niñas y adolescentes, lo cual resulta preocupante porque  “es una evidencia de que están cada vez más en riesgo, y llegan con culpa, con miedo, con temor de contar a padres y madres lo que les ha sucedido, por lo que significa en el contexto social de ser culpabilizadas por lo que ocurrió”.

Reynoso consideró como un “hallazgo importante que, a falta de la respuesta de las autoridades, de las plataformas digitales, son las las amigas, las hermanas, las tías, las mamás, las que forman parte de esta red de confianza y de acuerpamiento”.

En cuanto a los perpetradores, indicó que en 50% de los casos, los agresores no pueden ser identificados por las víctimas, “porque usaban apodos o perfiles falsos”; en 36.4% las mujeres atacadas reconocen expresiones de personas conocidas, y de esta cifra, 32.7% de los atacantes son ex parejas de las víctimas.

El último dato, apuntó, “habla mucho de lo que llamamos ‘amor tóxico’, en que se ejerce la coerción, la amenaza, en que la chica termina con el novio, y éste amenaza con difundir el contenido íntimo”.

Reconoció que la mayoría de las mujeres no vieron como una opción escalar sus quejas al ámbito penal, y recordó que en el informe de 2020 de Luchadoras, “Justicia en trámite”,  presentado en noviembre del año pasado, “se habían abierto 2 mil 143 carpetas en 18 estados relacionados a leyes de violencia sexual digital, y de estas carpetas el 83% seguían en trámite, sin resolución, y hemos descubierto que dos mujeres denuncian violencia digital al día, pero sigue sin haber solución”.

Rangel apuntó que por el momento como colectiva han podido evidenciar que “por el momento no hay solución por parte del Estado, pero tampoco estamos recibiendo muchas solicitudes de llevar a lo penal el tema”, en parte porque los delitos digitales son nuevos y porque no hay capacitación por parte de los funcionarios responsables de la procuración de justicia.

“Las mujeres que ejercen ese derecho, están yéndose a informar para denunciar la violencia digital y como tal la pelota está en la cancha de las autoridades, que hagan una implementación adecuada de esta ley, pero como no tenemos un nivel alto de resolutivas para las víctimas, nos centramos en las necesidades inmediatas como los reportes en plataformas, les damos talleres de seguridad para construir herramientas de prevención”, insistió la defensora.  

Al destacar que durante el año de la pandemia, que derivó en el confinamiento global, fue evidente que la socialización se trasladó a a la virtualidad, pero también la violencia de género, Yunuhen Rangel puntualizó que por parte de las autoridades falta todavía mucho para que respondan a las necesidades de las mujeres agredidas en las plataformas digitales.

“Si juntamos los vacíos legales con una violencia estructural, que nos dificulta identificar la violencia de género y que está naturalizada en las sociedad, y si eso lo juntamos con la falta de herramientas para que quienes procuran justicia en el país puedan llevar adecuadamente una investigación, eso se traduce en carpetas en trámite y en impunidad”, concluyó.