OAXACA, Oax. (apro).- Una mujer asesinada con arma de fuego frente a su hijo y otra degollada para simular un suicidio son las historias de dolor más recientes y que forman parte de un recuento de violencia feminicida que en Oaxaca no puede detenerse, señaló el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer).

En un comunicado precisó que suman 78 mujeres asesinadas de manera violenta este año, de acuerdo con su Centro de Documentación, pero en el recuento no se incluyó a la víctima de este martes: Guadalupe M. C., de 46 años, ejecutada a un costado de la carretera federal 200, casi frente a la gasolinera G500 que se localiza en la colonia aviación de Jamiltepec, en la región de la costa de Oaxaca.

En seguimiento a la violencia feminicida que realiza GESMujer, contabiliza 574 mujeres asesinadas en los casi cinco años de gobierno del priista Alejandro Murat Hinojosa.

Y de 78 mujeres ultimadas violentamente este año, apuntó, 20 tenían entre 30 y 44 años, y dejaron hijas o hijos en la orfandad.

“Aunque la cifra es inexacta porque carecemos de una instancia oficial que se encargue de dar seguimiento y mucho menos de proporcionarles ayuda económica para tratar de compensar y atender lo que detona la ausencia de una jefa de familia”, aclaró.

En el GESMujer –reconoció-- tampoco ha sido posible acercarse a una cifra de huérfanos y huérfanas de la violencia feminicida, porque se basan en las notas periodísticas y dependen de los datos que ahí se asientan.

La organización hizo un llamado a las autoridades encargadas de prevenir nuevos feminicidios, pero también a las que los investigan y sancionan, para que “dejemos de mirar el problema como una guerra de cifras y tratemos de atender toda la estela de dolor que la ausencia de cada una de las 79 niñas, adolescentes y mujeres asesinadas en este 2021 dejan en su familia, pero también el impacto que ello tiene en la sociedad”.

Consideró que mientras el tema se siga tratando como un hecho aislado, con temor a reconocer el alto número de feminicidios y tratando de justificar que son menos, las mujeres seguirán siendo asesinadas, porque el único mensaje claro que existe es que su vida no importa.

“La impunidad es un grave problema, pues a todas las violencias que sufren las niñas y las mujeres, se suma una violencia institucional que por acciones o por omisiones es responsable de que la violencia feminicida se mantenga en nuestro estado”, lamentó GESMujer.