París 2024

¿Quién es Alejandra Valencia?, la arquera que acaba de ganar medalla de bronce en París 2024

Este texto fue publicado el 11 de noviembre de 2023.
domingo, 28 de julio de 2024 · 10:52

A la arquera mexicana Alejandra Valencia los éxitos le están llegando en cascada: en Santiago 2023 se convirtió en triple campeona panamericana, resultado que conquistó ni bien se había repuesto de la alegría que le provocó saber que fue galardonada con el Premio Nacional de Deportes 2023, en la categoría de deportista no profesional.

“Abriendo los ojos recibí la noticia de que gané el PND. Después de más de 20 años de carrera, llego a esta meta tan anhelada que había intentado obtener por tantos años Gracias a todos. A seguir dándole”, escribió en su cuenta de la red social X.

En la final de la prueba individual de arco recurvo la sonorense derrotó de forma contundente a la brasileña Ana Machado disparando sólo flechas de 9 y 10. Además del tricampeonato panamericano —también obtuvo oro en Lima 219 y Guadalajara 2011—, Alejandra Valencia está ubicada en el tercer lugar del ranking mundial sólo detrás de la coreana Lim Sihyeon y de la estadunidense Casey Kaufhold, a quien la mexicana venció 6-5 en las semifinales del Campeonato Mundial celebrado en Berlín en agosto último.

En esa justa, Valencia se convirtió en subcampeona mundial y en la primera arquera mexicana que gana una medalla individual en un campeonato del mundo.

Por si fuera poco, de los Juegos Panamericanos se despidió con otro metal dorado en la prueba de equipo mixto, junto con Matías Grande, y por equipos femenil con la novel Ángela Ruiz y la experimentada Aída Román.

“Esperaré a los resultados y será cuando me pregunte si me aventaré otros cuatro años de proceso o si aquí lo dejaré. Necesitaré saber cómo me sentiré conmigo misma, quizá después quiera ejercer mi profesión como diseñadora gráfica. Por el momento sólo estoy enfocada en mi carrera deportiva”, dice Valencia, quien ya sueña con los Juegos Olímpicos de París 2024 donde peleará por la tan anhelada medalla en la prueba individual.

La caída

Y es que la carrera de Alejandra Valencia ha sido un sube y baja. Quiso abandonar el tiro con arco después de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde finalizó en el lugar 17. Era una adolescente de apenas 17 años con los sentimientos a flor de piel que a su corta edad se imaginaba en un podio, pero sólo le tocó ver a sus compañeras Aída Román y Mariana Avitia con sus medallas en el pecho. Sintió que no servía para esto y su resultado la arrastró a la depresión.

En los Juegos Centroamericanos de Mayagüez 2010, Valencia se había colgado la medalla de plata por equipos con Román y Avitia. En los Panamericanos de Guadalajara 2011 conquistó dos oros, en las pruebas individual y por equipos con sus mismas compañeras. Creyó que en Londres la competencia sería fácil. El golpe de realidad la abatió. Pensó en abandonar el tiro con arco.

“Tiré la toalla. No toqué el arco durante un mes, puede parecer poco, pero para un atleta de alto rendimiento es demasiado tiempo. Sentía que yo era un fracaso y que no servía para el deporte por no haber conseguido una medalla olímpica”, confiesa.

Asegura que ese momento ha sido uno de los más complicados en su carrera, pero Miguel Flores, el entrenador con quien ha trabajado en su natal Hermosillo desde que era niña, fue fundamental para rescatarla de ese pozo profundo.

Flores habló con ella. Le pidió que recordara la primera vez que tomó un arco entre sus manos cuando apenas tenía ocho años y cómo éste se volvió una extensión de sí misma. Valencia consiguió el valor para seguir y volver  a internarlo.

“A partir de ese momento dejé de juzgarme tan fuerte. A veces nosotros somos nuestros peores jueces, y comencé a disfrutarlo de nuevo”.

El episodio de Londres no quedó en el anecdotario. En 2013 entró en contacto con la psicóloga Tatiana Tommasi —a quien la deportista le paga de su bolsa— para trabajar aquellas áreas que impactaban en su desempeño deportivo y así mejorar su rendimiento en las competencias. La mente como un eje indispensable para el éxito.

Miedo al fracaso

El programa integral que orquestó Tommasi incluyó trabajar con Valencia, su entrenador y su círculo familiar para que todos aprendieran la manera en que debían comunicarse con ella y, sobre todo, cómo motivarla. La especialista estuvo presente en algunos torneos y entrenamientos para detectar los estímulos, situaciones y en general los distractores que generaban estrés en Valencia.

“El 2013 fue un año sumamente importante para mí porque me di cuenta que necesitaba trabajar no sólo la parte física y técnica, sino también la mental. De no ser por eso no estaría aquí. La seguridad en ti es una herramienta extra que puedes usar a tu favor durante una competencia en momentos cruciales y eso hace la diferencia”, narra.

Alejandra Valencia asegura que de poco sirve entrenar, ir al gimnasio todos los días y ser la mejor tirando si de repente afloran las dudas sobre la capacidad propia. Precisa que su mayor debilidad era el miedo a fracasar. Sabe que la derrota es como un alma en pena que se pasea por ahí, pero ya no le atormenta perder. Saberse falible le ayuda a concentrarse y a dirigir las flechas hacia el punto que desea. Su fuerza mental le ayudó a ganar confianza, a aprovechar lo disciplinada que es y a potencializar su talento.

El renacer de Alejandra Valencia comenzó en los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014, donde conquistó el oro por equipos, una vez más con Aída Román y con la coahuilense Ana Paula Vázquez.

En la prueba de equipos mixtos también subió a lo más alto del podio con el cachanilla Luis Álvarez. Eran los cimientos de la medalla olímpica que años después ganarían en Tokyo 2020. Valencia y el famoso “Abuelo” Álvarez se impusieron 6-2 al equipo mixto de Turquía, conformado por Yasemin Anagöz y Mete Gazoz, en la pelea por la presea de bronce.

“Después de esa medalla me dieron ganas de regresar al pasado, tomar de la mano a esa Alejandrita de ocho años y decirle que todo llegaría a su debido tiempo. Explicarle que faltar a tantos compromisos familiares y no salir con amigos valdría la pena y que no dudara de que disfrutaría el camino que habíamos elegido”, dice sonriente Alejandra, ahora a sus 29 años.

Animes para el corazón

Con una sonrisa igual de espléndida a la que le inunda el rostro cuando habla de sus logros en el tiro con arco Alejandra Valencia se confiesa como una voraz consumidora de animes y mangas, las animaciones, cómics y novelas gráficas de origen japonés que son el bálsamo que se regala después de horas de entrenamiento y cientos de flechas lanzadas. Sus animes favoritos son Full Metal Alchemist y Boku Dake ga Inai Machi, y actualmente está leyendo el manga My Hero Academia.

“Trato de no ver ni leer nada relacionado con los deportes. Ya vivo el drama todos los días en el entrenamiento como para llevarlo a mi cuarto”, dice entre risas.

Las historias fantásticas y de ficción que en ellos se desarrollan la han atrapado. Dependiendo de su estado de ánimo elige si verá un anime o leerá un manga de trama triste o feliz. Sabe que en ese mundo de ficción tiene un lugar seguro.

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