Futbol Americano Estudiantil

Acusan a la ONEFA de esclavizar a jugadores. Así es como opera

Quienes dirigen el programa de futbol americano de la Universidad del Valle de México le negaron a un jugador su salida para cambiar de equipo. Esta arbitrariedad destapó una coladera: los deportistas están a merced de sus equipos y de la Liga.
viernes, 4 de octubre de 2024 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El quarterback Víctor Patiño denuncia que es una víctima más de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA), pues 

tras finalizar su etapa como jugador en los Linces de la Universidad del Valle de México (UVM) injustamente no se le permite participar con los Pumas de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán donde está matriculado para estudiar una maestría.

El deportista señala que la reglamentación de la ONEFA se aplica o ignora a conveniencia de los equipos de futbol americano que representan a las universidades —públicas o privadas—, lo cual hace sentir a los jugadores como objetos que los dirigentes deportivos utilizan a su antojo sin importar su crecimiento acedémico ni deportivo. 

Por tal motivo, Patiño interpuso un recurso de apelación ante la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), organismo que le otorgó una suspensión temporal, por lo cual en tanto se resuelve el fondo del conflicto el afectado podrá jugar con los Pumas Acatlán. La resolución final podría tomar varios meses.

La prohibición de que los jugadores de la ONEFA jueguen libremente en el equipo que convenga a sus intereses es una práctica recurrente que se mantiene en las sombras. Los jugadores siempre prefieren callar para no sufrir las consecuencias de levantar la voz. De esta manera, quienes coordinan los programas de futbol americano colegial utilizan el reglamento de la ONEFA como una herramienta para limitar la movilidad de los deportistas a conveniencia. 

“Es algo común que la UVM no quiera liberar a los jugadores, este conflicto no es nuevo. Es frustrante porque somos muchos los que pasamos por esta situación. No es algo que se hable abiertamente y muchos prefieren quedarse callados para evitar conflictos. Al no hablar de ello, nada cambia”, lamenta Víctor Patiño, estudiante y jugador de 23 años.

Tras finalizar su licenciatura en Ingeniería en Mecatrónica en la UVM campus Lomas Verdes, en el Estado de México, Víctor Patiño le solicitó al head coach de los Linces, Rodrigo Pérez, una carta de liberación con la cual podría cambiar de equipo sin tener que cumplir con el periodo de un año de inactividad que marca el reglamento de la ONEFA.

La resolución de la CAAD. Foto: Especial

De acuerdo con el artículo 28 del Reglamento de Elegibilidad de Jugadores debe existir un acuerdo por escrito entre las universidades para que un jugador pueda cambiar de equipo, de ser así tendrá libre tránsito. En el caso de que el deportista no sea liberado dejará de jugar un año obligatoriamente.

Aunque esta regla pretende evitar un intercambio constante de jugadores o “pirateo” entre los equipos no se aplica de manera justa y es utilizada a conveniencia, lo que permite que instituciones como la UVM retengan a los jugadores sin una justificación válida.

 

Abusos 

Aunque inicialmente el head coach Pérez le aseguró a Patiño que no habría problemas para otorgarle la carta de liberación, la situación cambió cuando al finalizar la temporada 2023 el jugador le informó que iniciaría un posgrado en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por ello se sumaría a las filas del equipo auriazul.

De manera inesperada, el entrenador le dijo al muchacho que le daría la carta de liberación si se iba a cualquier otro equipo, excepto a los Pumas Acatlán. Incluso le confesó que él ya no lo tenía contemplado en los planes de los Linces para la temporada 2024 y le ofreció traspasarlo a los Aztecas de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), quienes estaban interesados en él.

“El coach me dijo: ‘Si quieres les hablo para que se pongan en contacto contigo y te puedas ir para allá’. En ese momento le respondí:  ‘Me está diciendo sí, vete a los Aztecas, pero no te vayas a los Pumas, ¿de qué se trata?”, explica Patiño.

Ante la insistencia del jugador, el entrenador le comentó que la decisión final sobre la liberación no era de él sino que dependía del nuevo director del programa de futbol americano de la UVM, Dante Adrián Figueroa Campos, y que además la carta debería ser solicitada por el nuevo equipo.

Patiño buscó el respaldo de Pumas Acatlán, y en conjunto con Gabriel Alejandro López Campos, coordinador de Actividades Deportivas y Recreativas de la FES, enviaron una carta a la UVM solicitando su liberación.

La respuesta de la UVM llegó seis días después: “El jugador Víctor Manuel Patiño Mejía sí está contemplado en los planes del programa de futbol americano de los Linces de la Universidad del Valle de México, situación que es del conocimiento de dicho jugador, por lo que no podrá incluirlo en su programa de futbol americano. Sin otro particular, quedo de usted”, se lee en la misiva de la cual Proceso tiene una copia.

Tras la negativa, el jugador buscó el acompañamiento legal del abogado Gonzalo Levi Obregón, especialista en derechos humanos —y quien también funge como profesor del posgrado de la carrera de Derecho en la FES— e interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el recurso de apelación ante la CAAD.

Levi Obregón destaca que en términos legales la negativa de la UVM es una violación del desarrollo integral del deportista, lo cual es contrario a los principios de las instituciones educativas y que el hecho de impedirle a un joven cambiar de equipo se acerca peligrosamente a una forma moderna de esclavitud.

El citatorio que nadie quiso recibir en la ONEFA. Foto: Especial

“Estamos hablando de un sistema donde los jugadores no tienen voluntad sobre su futuro. El hecho de que se les obligue a jugar en un equipo tiene un matiz de esclavitud porque las personas no tienen voluntad. A Víctor Patiño lo quieren obligar a realizar un trabajo forzoso y obligatorio, aunque sea un deporte y no sea remunerado”, señala el abogado.

 

Una luz de solución

La apelación ante la CAAD fue presentada el 11 de septiembre último, y tras 15 días de espera la suspensión provisional determinó que Víctor Patiño puede jugar durante la presente temporada con los Pumas Acatlán. De hecho, el fin de semana pasado, el sábado 28 de septiembre, el equipo se enfrentó a los Burros Blancos del Politécnico y el jugador apareció uniformado e informó a los representantes del equipo rival sobre la resolución a su favor. Uno de ellos fue Luis Parra quien también funge como secretario en la ONEFA. No obstante, no pudo jugar.

El lunes 30 de septiembre, el periodista de futbol americano Aarón Soriano reportó en su cuenta de la red social X que un notificador de la CAAD se presentó en las oficinas de la ONEFA para entregar la resolución en favor de Víctor Patiño. Según lo que reportó pese a que todos los representantes de las universidades estaban reunidos con el presidente de la Liga ninguno de los presentes recibió el oficio que fue pegado en la puerta de las oficinas. 

“No tengo tiempo”: presidente de la ONEFA

La reportera se puso en contacto con Alfredo Trejo Lucero, presidente de la ONEFA, para conocer su postura sobre el tema. El dirigente pidió que se le enviaran las preguntas por escrito dado que maneja una “agenda muy ocupada” como para responder una llamada.

El cuestionario fue enviado y después de 24 horas, Trejo Lucero argumentó que no las respondería, pero mandaría un comunicado de prensa donde explicaría la situación, mismo que hasta el cierre de este reportaje no ha sido recibido.

La situación por la que atraviesa Víctor Patiño no es un caso aislado. Otros jugadores han enfrentado problemas similares en los que las universidades limitan su movilidad cuando no les conviene. Se trata de un problema sistémico.

El 17 de septiembre último, el excorredor de Pumas Acatlán, Hussein Santillán subió un video a sus redes sociales donde denunció que por una serie de “trabas jamás antes vistas” por parte del Comité de Elegibilidad de la ONEFA no podía jugar con su nuevo equipo, Pumas CU.

En este caso el reglamento establece que cuando se trata de jugadores que pertenecen a la misma universidad tendrán libre tránsito. Los únicos equipos que gozan de dicho beneficio son el Instituto Politécnico Nacional (Águilas Blancas y Burros Blancos), la Universidad Autónoma de Tamaulipas (Correcaminos Victoria y Correcaminos Reynosa), la Universidad Nacional 

Autónoma de México (Pumas CU y Pumas Acatlán) y la Universidad Anáhuac (Leones México, Leones Querétaro y Leones Cancún). Por tal motivo no debería existir ningún impedimento para que Hussein Santillán pueda continuar con su carrera deportiva.

“Por cuestiones personales pedí mi cambio a Pumas CU. Pensé que mi llegada sería fácil, que se respetaría el libre tránsito, sin embargo, la Comisión de Elegibilidad me lo está impidiendo, me están poniendo una serie de trabas y de problemas impensables. Me están quitando un año importante para seguir con mi carrera de estudiante-atleta”, expresó Santillán en el video compartido en X.

 

 

 

Asimismo, antes de iniciar la temporada 2024, la misma Comisión de Elegibilidad registró sin problemas a dos jugadores con sus nuevos equipos, un par de casos similares a los de Víctor Patiño y Hussein Santillán. Uno de ellos fue el liniero defensivo Rafael Arzate quien abandonó a los Linces para incorporarse a la plantilla de Pumas CU y Daniel Canales Osuna, que tras su paso por los Aztecas de la UDLA se unió al equipo de Borregos Monterrey, lo cual deja en evidencia que el reglamento no se aplica igual para todos.

Proceso también intentó contactar a Dante Adrián Figueroa Campos, sin embargo, la UVM a través de su equipo de prensa compartió un comunicado donde no aclara ninguno de los puntos que la reportera les solicitó para una entrevista.

Nuestro compromiso es continuar, como hasta ahora, con una comunicación abierta con todos los atletas de Linces México, a quienes invariablemente, y sin distinción, aplicamos el reglamento y notificamos con antelación sobre los planes que el equipo tiene para ellos, en las siguientes temporadas. Nuestra prioridad es su desarrollo, dando cabal cumplimiento a las normativas y requerimientos aplicables en cada caso.

Víctor Patiño destaca que se siente atrapado en una batalla que no sólo afecta su carrera deportiva, sino también su derecho a decidir sobre su futuro, pues la reglamentación de la ONEFA lo obliga a no poder elegir libremente la universidad donde quiere estudiar. 

De igual forma, hace un llamado para que la Liga y las universidades que la integran analicen sus políticas y reglamentos para que garanticen que los derechos de los jugadores no sean sacrificados en nombre de rivalidades deportivas o abusos por parte de los cuerpos técnicos.

“Quiero jugar, quiero seguir adelante, pero parece que estoy siendo castigado por querer algo diferente. Estoy frustrado porque estoy todavía pendiendo de un hilo para ver si voy a poder jugar esta temporada o no.

“Quiero que se haga conciencia de lo que está pasando y de lo mucho que (la ONEFA) está afectando al no querer hacer nada, porque no es porque no puedan hacer algo, es porque no quieren. Al final de cuentas no lo consideran un tema crucial, pese a estos problemas la liga sigue funcionando, ¿no? Esto debe cambiar ya”, sentencia Patiño.  

Este sábado 5 de octubre, los Pumas Acatlán se medirán a los Borregos del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México. Víctor Patiño debe alinear con su nuevo equipo. 

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