Teatro

Estreno del musical argentino “El loco de Asís”

Hace más de 40 años esta pieza de Manuel González Gil fue salvada de la censura por el dictamen de un jesuita, y desde entonces no ha cesado de representarse. El sacerdote era un tal Bergoglio, hoy Papa. Y ahora su autor la estrena en México.
domingo, 26 de mayo de 2024 · 06:26

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Uno de los más prolíficos y premiados dramaturgos y directores de teatro en Argentina, Manuel González Gil, trae a México el musical El loco de Asís, de su autoría, y que trabajó con su compatriota, el destacado músico Martín Bianchedi.

Ambos crearon la pieza siendo veinteañeros, que la Iglesia quiso censurar en 1983, cuando aún existía la dictadura militar en esa nación. Entonces Jorge Mario Bergoglio, ahora el papa Francisco, la salvó. Y aquí podrá verse en el Teatro Xola Julio Prieto el miércoles 29 y el jueves 30, así como todos los sábados y domingos de junio y julio.

González Gil (Buenos Aires, 1952), egresado del Conservatorio Nacional de Arte Dramático, rememora a Proceso la pieza escrita hace 41 años:

“¡Pasó la vida con esta obra! Me ha acompañado en todos los momentos desde que la estrené. Fue casi una necesidad escribirle una obra al fundador de la orden franciscana. Y se estrenó cuando todavía gobernaba la dictadura militar en mi país. ¡Era una época muy difícil! Todo era mal interpretado. Cuando salió a la luz en el verano de 1983, que incluso reflejaba la entonces situación, quisieron censurarla. Hubo una campaña como para bajarla. Igual en esos años aún era complicado llevar algún personaje religioso a escena. Un sector de la Iglesia acusó a este espectáculo de ‘blasfemia sensual’ y quisieron prohibirlo en la segunda semana de representaciones”.

González Gil salió a defender su obra ante los medios, con su compatriota el afamado periodista Bernardo Neustadt, vocero de los detractores. Explica ahora el también autor de las puestas en escena Porteños, Entre Borges y Piazzola, Mosqueteros, Un mundo de Cyranos y Porteñas, entre otras:

“Fue una etapa bastante dura. La Iglesia envió a un sacerdote jesuita, Jorge Mario Bergoglio, a modo de juez, a ver El loco de Asís. Y salió encantado con la puesta y con la historia, evaporando así las imputaciones. La obra, que había empezado con una tibia concurrencia, se convirtió en un éxito.

“Bergoglio era el provincial de los jesuitas. Cuando terminó el musical, él se acercó y me dijo: ‘¿De dónde saca usted que Dios tiene sonrisa? Y es que en una parte del comienzo de la trama yo puse: ‘para llevar la alegría a los labios del señor’, y le respondí: ‘No sé, yo creo que si alguien podría hacer sonreír a Dios era Francisco’, y me abrazó. Luego me señaló: ‘¡Esto es una maravilla!, sigan haciéndola’. Salvó al proyecto”.

--Entonces, ¿ya no se prohibió?

--No. Cuando se quiere prohibir algo, pasa lo contrario, se le hace más publicidad, y la obra se llenó de gente. Ese verano fue superexitoso. Pasó a teatros comerciales. Duro más de diez años, y me invitaron al Teatro Nacional Cervantes a hacer la despedida en el año 1995 o 1996. E hicimos una inmensa puesta en escena y pensamos que ahí se despedía, ¡pero nunca se despidió!, porque como fue avalada por el ahora Papa, quien tomó el nombre de Francisco. En Argentina me la han pedido mil veces. Se repuso muchas veces más. Y bueno, ahora en México me lo han encargado, lo cual me pone muy contento”.

Tobías Albarracín. Foto: Columba Vértiz.

Hacia 1983, el musical sobre el Hermano Sol era interpretada por la compañía Catarsis, fundada por el propio González Gil, y fue un semillero de artistas integrado por Rodolfo González, César Pierry, Ana Lascano, Nani Ardanaz, Enrique Quintanilla, Fabián Acri, Carlos de Urquiza y Cristina Pérez Pol, entre otros. Se presentaba en los jardines del Museo Fernández Blanco.

En la pieza se sigue a Francisco de Asís mientras deja atrás una vida acomodada para buscar un significado más profundo. De ser hijo de un rico comerciante en telas pasó en su juventud a vivir bajo la más estricta pobreza. La trama explora los momentos clave que lo transformaron en el santo que se conoce hoy. Desde sus visiones inspiradoras hasta sus acciones revolucionarias, cada escena revela un poco más del hombre detrás de la leyenda.

El elenco lo conforman Tobías Albarracín (Francisco), Alberto Araiza Guerrero, Gibrán Andrés Ávila Aguirre, Gabriela Castillejos Cabrera, Ángel Rafael Ferreyro Gómez, Antonella Fucci, Michelle González de la Torre, Andrea Landeta Fernández, Valentina Andrea Maile Prada, Marco Romario Tapía Sánchez y Agustina Suárez.

La puesta ha ganado innumerables premios: A.C.E, Estrella de Mar, Santa Clara de Asís, Secretaría de Cultura, Cruz de Plata San Andrés, entre otros, en Argentina, y se ha presentado por toda Latinoamérica.

En el año 2003, Ediciones del Eclipse editó una colección con las 18 obras más importantes para niños y jóvenes escritas por González Gil, especialmente para su grupo Catarsis, titulada “Subiendo a escena”. Errare Humanum Est fundó y estuvo al frente de la agrupación teatral integrada por los primeros actores Miguel Angel Solá, Darío Grandinetti, Hugo Arana, Jorge Marrale, mientras Juan Leyrado encabezaba la autoría de sus proyectos.

Gil, a su vez, fungió como director y maestro de su propia escuela teatral en la ciudad de Córdoba durante más de 10 años.

En España ha estrenado varias de sus obras, como Made in Argentina (adaptador y director) y la multipremiada Hoy, el diario de Adán y Eva (coautor y director) con Miguel Angel Solá y Blanca Oteyza, así como Gatas (autor y director) con Rosario Pardo y Silvia Abascal, y Por el placer de volver a verla.

 

Ante el materialismo

Se le pregunta a González Gil por qué creó una pieza sobre Francisco de Asís, y específica:

“En ese momento era el santo que me maravillaba, me gustaba la idea del despojo absoluto. Si tomamos una foto de nuestra sociedad, lo que abunda y crece es el materialismo total. Entonces me parece que es el que da más en la tecla con lo que estamos viviendo y con la necesidad de aflojar un poco esa ambición”.

--¿Domina cada vez más esa postura de que lo material es lo primario y luego la conciencia?

--Sí, totalmente. Se acaba el humanismo. Nada se mueve si no hay un rédito detrás. Es impresionante cómo todo se ha capitalizado de tal forma. Con los parámetros actuales, la locura de Francisco de Asís crece mucho más, canonizado en 1228, dos años despues de su muerte.

--¿Por qué es un musical?

--Tiene que ver mucho también con la personalidad del santo. Es un tipo tan alegre que vive cantando y bailando. Le canta al viento, las montañas, el mar, las nubes y los animales. Te da la sensación que esa alegría necesita música. Siempre pensamos la historia como un musical.

--¿Fue difícil encontrar el tono de la música?

--Trabajo desde los diecisiete años con Bianchedi. Cuando éramos adolescentes yo decidí ser director y escritor y él decidió ser músico. Bianchedi se convirtió en uno de los mejores músicos de mi país. Ha creado música para películas y obras teatrales. Incluso labora sus propias canciones. Siempre hemos trabajado juntos. Tenemos un vínculo muy claro en lo artístico. Él posee un don muy especial para captar los momentos escénicos, así que confío plenamente en él y generalmente acierto. Ha creado canciones para muchos solistas de mi país. Es un músico impresionante.

Nunca se había montado en México El loco de Asís:

“Vine a México a dirigir Filomena Marturano, de Eduardo de Filippo, con Rebecca Jones y Juan Ferrara. Y pensé en traer El loco de Asís porque la religiosidad de México no la vi en otro país latinoamericano. Era un desafío que quería probar desde entonces, y nunca pude porque siempre hay muchas cosas que se cruzaban, trabajos, en fin. Y comercialmente Francisco de Asís no es muy atractivo para los productores. Ahora se acomodó todo para cumplir mi sueño, y dije: ‘Bueno, vamos a intentarlo’. A una fundación de Argentina le interesó, también a determinados movimientos religiosos de México y a la productora Rebeca Moreno y directora del Teatro Xola”.

--¿Cree que Francisco de Asís tenga vigencia?

--Por lo pronto es un santo que ha contado mucho más que el catolicismo. Es un santo más popular, no como San Agustín o San Juan de la Cruz, que son ya estudiados en filosofía. Francisco de Asís habla simple. Es muy claro en su mensaje. Habla de algo que el Papa también ha querido puntualizar en su mandato: la solidaridad, la caridad y el acercamiento con el otro. Es tener al otro en cuenta, lo cual me parece fundamental en este momento, y este mensaje es importante en el musical. Es el santo de los pobres, sin duda.

Respeto a los actores mexicanos que son parte de la obra, subraya emocionado:

“En 2019, aquí en México, monté La naranja mecánica, de Stanley Kubrick, y organizamos una audición, y me encontré con mucho talento. Es muy difícil elegir. Me quedo triste por la gente que dejo afuera, y es lo que me ha pasado con el musical, lo integran once chicos bailarines valiosísimos, talentosísimos, con una preparación impresionante. Todos bailan, cantan y actúan. La verdad, estoy enamorado de mi grupo. Absorben y lo entienden todo y lo devuelven enriquecido. Ha sido un placer trabajar con este equipo. Lo que me importa es lo que la obra va a provocar con el público, más allá de los nombres, porque ninguno es muy famoso, aunque todos han tenido experiencias en distintos musicales. Son jóvenes con experiencia”.

Manuel González Gil. Foto: Columba Vértiz.

--¿Qué tan complicado es hacer musicales ante las propuestas de megaespectaculares que triunfan más por eso que por la historia?

--No son competencia estos espectáculos. Una cosa es que tú vayas a ofrecer espejitos de colores, trucos de vuelo, en fin, todo lo que ofrecen esas grandes producciones, que terminan opacando a los actores, quienes son los que cuentan la trama, y te quedas más con espectáculos tipo Las Vegas, hasta se comen el argumento y el mensaje de la obra. El loco de Asís no es que no tenga escenografía, la tiene y es hermosa, pero no es lo que más destaca, me importa más lo que se dice y cómo se dice.

Y confiesa que en los más de 40 años que este musical lo ha acompañado, no lo ha modificado:

“¡Me niego a tocarla! Siempre lo dejo en su escritura exactamente igual a cuando lo escribí, porque siento que fue un vómito con mensaje. Yo necesité decir eso y de esa manera. En cambio la música sí está actualizada. Todas las técnicas musicales han cambiado en estas últimas cuatro décadas, también las coreografías. Eso sí se ha actualizado. El escrito es igual porque deseo ese mismo mensaje tal cual lo escribí a los veintitantos años. Y cada vez que me convocan para dirigirla, voy con una gran alegría, me encanta montarla y ver lo que provoca en el público. Y me fascina que el contenido siga vigente y tenga fuerza”.

El loco de Asís estará en el Teatro Xola (Xola 809 esquina Gabriel Mancera, colonia Del Valle), este miércoles a las 20 horas y el jueves a las 20:30. Las demás funciones comenzarán a las 13 horas.

Comentarios