Guelaguetza

La Guelaguetza, registro de una joya

Con el compás del vals del compositor Macedonio Alcalá y la interpretación de Rodrigo Petate, seguido de la presentación de la diosa Centéotl Leticia Santiago Guzmán y el ritmo de la chirimía, inició la Guelaguetza 2023.
sábado, 29 de julio de 2023 · 22:01

OAXACA, Oax. (proceso.com.mx).- De pie, las más de once mil almas que abarrotaron la rotonda de la Azucena o auditorio Guelaguetza enaltecieron el himno de Oaxaca: “Dios nunca muere”.

Con el compás del vals del compositor Macedonio Alcalá y la interpretación de Rodrigo Petate, seguido de la presentación de la diosa Centéotl Leticia Santiago Guzmán y el ritmo de la chirimía, inició la edición matutina de la Guelaguetza 2023.

Con un auditorio del Cerro del Fortín hasta el tope, dio comienzo la gran fiesta de la diversidad de las 16 etnias y el pueblo afromexicano, donde mostraron al mundo su colorido, arte, cultura, danza y música.

Fueron las Chinas Oaxaqueñas de Genoveva Medina con el “Jarabe del Valle”, delegación infaltable en las grandes celebraciones de la Verde Antequera, las que dieron la bienvenida a todas las delegaciones de las ocho regiones. El gobernador Salomón Jara Cruz mencionó que la Guelaguetza (“ofrenda”) del presidente López Obrador para Oaxaca son  dos carreteras --la que va de Oaxaca al Istmo y de Oaxaca a la Costa--, así como el Corredor Interoceánico, a inaugurarse este año.

La “Danza de la Pluma” de Cuilapam de Guerrero deslumbró con sus penachos de plumas de colores adornados con espejos, simulando el movimiento de los astros con sus giros y saltos, en un baile que narra la conquista de los pueblos mixtecos.

Este espectáculo (al ritmo de valses y chotises) fue creado por frailes dominicos, y con los años ha narrado la historia como un medio de evangelización para el Valle de Oaxaca.

Desde la Sierra de Flores Magón se presentó la delegación mazateca de San José Tenango, que desde hace 46 años había sida marginada de la gran fiesta.

Entrevistado por la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv), el mandatario oaxaqueño señaló que concluyendo la Guelaguetza habrá otras manifestaciones culturales permanentemente, “en la mixteca tendremos el Festival del Mole de Caderas y las celebraciones de Días de Muertos en noviembre y la Noche de Rábanos en diciembre”.

Al encuentro asistió el roquero de raíces mexicanas Carlos Santana, quien vino por vez primera y disfrutó recorriendo el auditorio y tomándose fotografías con quienes lo reconocían.

La máxima fiesta de Latinoamérica siguió con la delegación de Santa Lucía Ocotlán, que por primera vez en 91 ediciones participa con el “Jarabe del Tiznado”, un baile especial que se realiza en las bodas después de tres días de fandango.

Vinbieron luego los tacuates, “hombres serpientes” con Boda, Fandango y Carnaval Tacuate, de Santa María Zacatepec, donde el carnaval que reúne al pueblo y la alegría se desborda en las calles, cuando los diablos pintados de rojo y negro atrapan a cualquier persona que encuentren, llenándola de pintura en la cara y desgarrándole la ropa.

San Mateo Macuilxóchitl presentó la mayordomía a su santo patrón, San Mateo Apóstol y Evangelista, fiesta que se festeja el 21 de septiembre, y que entre sus principales actos está la calenda, que recorre las calles, y las mujeres lucen sus vestimentas tradicionales, acompañadas por chirimiteros, marmoteros, el pueblo en general y la banda de música.

San Sebastián Tecomaxtlahuaca ofrendó con la “Danza de los Diablos”, también fiesta patronal que representa una batalla entre cristianos y moros. Éstos, al ser derrotados, invocan y claman a Mahoma su abandono, pero proclaman continuar siendo fieles “aunque se lo lleven los diablos”. Los bailadores portaron su indumentaria con máscaras artesanales de diablos con cuernos, barras, chicotes y chaparreras cubiertas con crines de caballos.

A su vez, los zoques de San Pedro Tapanatepec con la lavada y planchada de la ropa de San Pedro Apóstol lucieron sus bellos trajes tradicionales. En Tapanatepec tienen la creencia de que lavar, planchar y pasear la ropa es un ritual sagrado en la fiesta grande del 27 de junio del patrón San Pedro Apóstol

El pueblo mixteco de San Andrés Huaxpaltepec danzó el “Fandango de Cajón”. Sus mujeres lucieron el tradicional enredo llamado pozahuanco, que se confecciona con hilos de color púrpura, azul, negro y rojo, y se cubren el pecho con un mandil o una manta bordada.

Del Istmo de Tehuantepec estuvieron los zapotecas de San Blas Atempa con sus mujeres de elegantes y soberbios trajes, interpretando la fiesta patronal de San Blas Obispo.

Los intérpretes de Santa María Huatulco, con sus sones, chilenas y versos picarescos, provocaron las ovaciones del público en un ambiente caluroso a pesar de la intensa lluvia que caía sobre la capital. Sus bellas mujeres lucieron las faldas de percal, blusa y refajo de manta, trenzas, rebozo ceñido, huaraches, canastas, y sus joyas de filigrana con sus parejas vistiendo cotones y calzones de manta, sombrero, paliacate y huaraches.

Por primera vez en la historia de la Guelaguetza aparecieron los mazatecos de San Felipe Jalapa de Díaz, con “Las pastoras”: las mujeres campesinas, con sus huellas, borran el paso de María y José hacia Belén para el nacimiento de Jesús, sitio que durante la celebración tiene lugar en la parroquia de los apóstoles Felipe y Santiago.

La algarabía y júbilo se presentó con los giros y saltos de mujeres con faldas multicolores, como arcoíris en movimiento, de la delegación de Huajuapan de León con el “Jarabe mixteco”, que es un compendio de los sones tradicionales como el jarabe inicial, el guajacado, el chandé, el palomo, el zapateado, el toro, el jarabe final… Y cerraron su presentación con la nostálgica “Canción mixteca”, que ha dado renombre mundial a Oaxaca.

De Santos Reyes Nopala se presentó la “Boda Chatina” a ritmo de chilenas con la bendición frente al altar de la familia; entre hierbas y velas se persigna a los novios por parte de los padres y padrinos. Y se entregan los regalos a la pareja, una gallina y un gallo como símbolo de unión, un metate de piedra, un machete y un bule para el trabajo, mientras al novio le colocan mascadas en el cuello para la abundancia de hijos.

El público, como cada año, se rindió ante la belleza de las mujeres de Tuxtepec, vestidas con los más hermosos huipiles bordados de infinitos colores para interpretar “Flor de Piña”, que ha logrado fama mundial.

La delegación de Sola de Vega, con sus jarabes, sones y chilenas cerró la edición.

Según cifras oficiales, en el marco de las fiestas la ciudad superó las expectativas de ocupación hotelera con 92.84% (del 14 al 24 de julio), mientras que la ocupación acumulada al 23 de julio fue de 63.73%.

Este porcentaje representa 5.66 puntos más que la registrada en el mismo periodo de 2022, cuando alcanzó el 72.02%.

Mientras que la ocupación en la región de la Costa al 22 de julio fue de 74.88% en Bahías de Huatulco, y 50.53% en Puerto Escondido.

Previamente, la Sectur Oaxaca informó que, de acuerdo con los Indicadores de Actividad Turística de Guelaguetza 2023, se proyectaba la llegada de 129 mil 205 turistas, una ocupación hotelera de 82%, y una derrama económica de 432 millones de pesos para la ciudad de Oaxaca. En esta ciudad, la oferta de cuartos de hotel es de 7 mil 183 habitaciones, en Huatulco de 5 mil 225, y en Puerto Escondido de 4 mil 984, para un total de 17 mil 392.

 

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