OAXACA, Oax. (apro).- El grupo ciudadano de seguridad “Topiles por la Paz”, creado por el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz para “salvaguardar” la Guelaguetza 2023, podría en realidad actuar como un grupo de choque y generar violencia durante las actividades de esa festividad, acusó el Frente de Organizaciones Oaxaqueñas (Foro).

El gobernador Jara Cruz, advirtió el Foro, puso en marcha “una estrategia perversa” que consiste en apropiarse del nombre de un servicio comunitario practicado por los pueblos de la entidad, para emprender un programa que busca crear un grupo parapoliciaco, los Topiles por la Paz.

Las organizaciones integrantes del Foro denunciaron que esa estrategia del gobierno de Oaxaca tiene en realidad el propósito mucho más oscuro de contar con un grupo de choque para enfrentar y reprimir a aquellos que legítimamente ejercen su derecho a la protesta y a la movilización social durante la celebración de la Guelaguetza.

Tras reprobar la formación de “Los Topiles por la Paz”, el Foro y las organizaciones hicieron “un llamado a la unidad del pueblo en la defensa de nuestras tradiciones, festejos, usos y costumbres, formas de organización y gobiernos comunitarios”.

“En ese contexto –subrayaron– saludamos la Guelaguetza Magisterial-Popular que de nuevo y de forma gratuita abrirá sus puertas a visitantes de nuestras ocho regiones, de todo el país y de distintos lugares del mundo, en una fiesta organizada y defendida desde abajo.”

Topiles por la Paz arrancó en ocho municipios serranos

En el sitio en internet del gobierno del estado, la secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), Karina Barón Ortiz, informó el 25 de mayo pasado que el programa “Topiles por la paz” arrancó exitosamente con la participación de 111 personas procedentes de ocho municipios de la Sierra Sur.

Dijo que el programa ya impartió capacitación a topiles de San Jacinto Tlacotepec, San Lorenzo Texmelucan, Santiago Minas, Santa María Zaniza, San Ildefonso Sola, Santa María Sola, San Francisco Sola y Santo Domingo Teojomulco.

El 30 de junio pasado, el gobierno de Oaxaca emprendió el reclutamiento de ciudadanos voluntarios para el programa “Topiles por la Paz”, que tendrán como tarea “ayudar” en las labores de seguridad durante la celebración de la Guelaguetza 2023.

En respuesta, las organizaciones integrantes del Foro exigieron al gobierno estatal “que cancele de una vez por todo ese absurdo que puede tener trágicas consecuencias para la convivencia y el tejido social, más aún en el marco de las distintas actividades del magisterio democrático” que se realizarán en este mes.

Además, consideraron que “el llamado ‘a la ciudadanía’ para cuidar una fiesta a la que sólo acuden ricachones y acarreados desde que se oficializó, es ofensivo para los pueblos y sus formas tradicionales de organización y seguridad comunitaria.

“El argumento de la administración actual de convocar ‘a la ciudadanía’ a participar ‘salvaguardando la máxima fiesta del pueblo de Oaxaca’, quiere presentar como bueno lo que tiene un fondo perverso”, añadieron.

Y lanzaron al gobernador una serie de interrogantes: “¿Salvaguardar de quién, de quiénes o por qué?”, “¿No basta con la presencia de los efectivos de la policía municipal, estatal y Guardia Nacional?”, y “¿Se requiere un cuerpo parapoliciaco, sin instrucción ni formación en el uso proporcional de la fuerza y sin conocimiento de los derechos humanos, para ‘salvaguardar’ fiesta?”.

Los Topiles comunitarios

Cabe mencionar que en los municipios que se rigen por sistemas normativos internos, también llamados usos y costumbres, persisten varios servicios a la comunidad, entre éstos el de los Topiles, policías comunitarios que, sin recibir salario y sin portar armas, brindan seguridad a las comunidades.

Al cumplir la mayoría de edad, los jóvenes de esos municipios se unen a los Topiles comunitarios para cumplir con su obligación de hacer rondines en la comunidad para salvaguardar a la población de cualquier situación de violencia interna o externa.

Las organizaciones participantes en el Foro expusieron, “para conocimiento del gobierno del estado”, que “en las comunidades indígenas nuestro Topiles se nombran en Asamblea y son avalados por las comunidades mismas”, con la encomienda de “un mandato serio y honorable: velar por la seguridad comunitaria de sus habitantes, de sus formas de organización política, de sus usos y costumbres, de su tierra y territorio, de sus recursos naturales, bajo el espíritu de servir al pueblo”.

En síntesis, aclararon, los Topiles comunitarios "no son un grupo de choque ni un servicio de seguridad privada, sino garantes de la autodeterminación, del autogobierno y de la autodefensa de nuestras comunidades."

En ese sentido, añadieron, "consideramos que la ‘convocatoria’ para ‘salvaguardar’ la Guelaguetza oficial es más bien un llamado a pervertir la honorabilidad de los cuerpos de Topiles, convocando a formar un grupo de choque de carácter mercenario en el afán de confrontar pueblo contra pueblo, como apéndice de la estrategia contrainsurgente del régimen que también ha profundizado la militarización del país y la guerra contra el pueblo.”

Recordaron que “no es la primera vez que el gobierno del estado actual atenta contra los Topiles, ya que antes lo hizo al anunciar que quería ‘normarlos’ y sustraerlos del mandato comunitario de sus Asambleas para sujetarlos al mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno del estado, lo cual violentaría gravemente la autodeterminación y la autonomía de nuestros pueblos originarios”.

Tampoco es la primera vez, agregaron, “que un gobierno utiliza grupos de choque mercenarios para atacar al pueblo; así ocurrió en el pasado reciente con el desalojo del 14 de septiembre de 2022 en el crucero del aeropuerto de Oaxaca contra los compañeros del COCISS y con los jóvenes normalistas en San Felipe del Agua, e indudablemente existen muchos otros ejemplos del uso de grupos de choque contra el movimiento popular”.