López Morton

Más que muebles, López Morton creaba atmósferas agradables y cálidas: Sáinz

El anticuario y pionero en la fabricación de muebles, fallecido el 16 de junio, sumaba a la calidad de sus productos la preocupación por contribuir a crear con ellos atmósferas agradables y cálidas.
viernes, 30 de junio de 2023 · 19:49

CIUDAD DE MÉXICO, 30 de junio (apro).- Coleccionista de arte, anticuario, diseñador y pionero en la fabricación de muebles para oficina, Luis López Morton, fallecido el viernes 16, tenía un objetivo más importante que sólo amueblar: el de crear ambientes de belleza artística y “perfección artesanal”.

El escritor, investigador y especialista en artes plásticas Luis Ignacio Sáinz, quien hizo público el deceso hace unos días en su columna semanal del diario “El Heraldo de México”, justamente destacó:

“Don Luis jamás se limitó a vender objetos, proyectó atmósferas y soluciones personalizadas… (Su) vocación por el arte y la ebanistería del más alto nivel le venía un poco de su padre, don Camilo R. López, quien, siendo un vendedor de excepción a lo largo del territorio nacional, decidiera establecer en 1941 una tienda de antigüedades, bagajes y menajes, situada en la zona comercial del Cine Alameda, ubicado en avenida Juárez´, a un paso del Palacio de Bellas Artes…”

López Morton creó en 1963 la empresa “López Morton, Muebles de Firma: El placer de lo bien hecho”, y la ubicó en el número 95 de la calle de Londres, en la Zona Rosa, arriba del famoso restaurante Bellinghausen cuyo dueño, Enrique Álvarez Flores, lo apoyó e incluso lo patrocinó e impulsó, porque el lugar funcionó como escaparate para sus diseños, y ahí concurrían empresarios, políticos, artistas, periodistas e intelectuales.

En entrevista con Proceso, Sáinz detalla que el también padre de Luis López Morton Z., fundador y director de la casa Morton Subastas, nació en Monterrey, Nuevo León.

Parte de su obra, en la Cámara de Diputados

El reconocido artista mueblero trabajó originalmente con su padre Camilo (quien estableció las Galerías Chippendale). Su abuelo realizó estudios de diseño y arquitectura en la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos, y sin duda de él heredó el gusto por el arte y las antigüedades, así como su vocación por el diseño y la debilidad por lo hermoso.

Con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez (creador de los museos Nacional de Antropología y de Arte Moderno), López Morton trabajó al alimón en la habilitación completa de las instalaciones de la Cámara de Diputados del Palacio de San Lázaro (también obra del arquitecto), desde el pleno de sesiones hasta los salones de comisiones, incluidos los cubículos de los legisladores.

También diseñador de muebles, Ramírez Vázquez fue uno de los promotores y aliados de la empresa mueblera de López Morton, quien realizó estudios en el marista Colegio México de la colonia Roma, donde trabó amistad con familias célebres de la época, como los Escandón, los Limantour, Borja, Díaz Lombardo, Flores Zertuche, Mancera, y hasta con Roberto Gómez Bolaños, quien más tarde sería “Chespirito”.

De López Morton, quien también fue presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco) en 1972, Sáinz acentúa sobre todo su capacidad para diseñar objetos útiles, hermosos y fundamentalmente nuevos en el mercado mexicano, con los que proveyó, “más que bienes muebles, atmósferas agradables y cálidas”.

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