Teatro

Desprecio a la cultura de Chihuahua

Este año se eliminó el Festival Internacional de Chihuahua que año con año presentaba teatro, danza, música, literatura y cine, y la Feria del Libro de Ciudad Juárez.
martes, 13 de diciembre de 2022 · 08:18

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–El pasado domingo concluyeron las 12 funciones de la superproducción llevada a cabo al aire libre en el parque El Palomar de la ciudad de Chihuahua, La golondrina y su príncipe. Se le otorgaron al productor, autor y director Alberto Espino por adjudicación directa 34 millones de pesos, sin previa convocatoria ni licitación alguna.

Resulta inaudita esta asignación dada las precarias condiciones en que se encuentra el apoyo a la cultura en ese estado, y también podríamos decir que a nivel nacional, donde las reducciones y el menosprecio a los creadores escénicos es gravísima.

Los 34 millones fueron otorgados por el gobierno estatal y el de la alcaldía, arguyendo que provenían de “ahorros” –como lo consignó Patricia Mayorga en su reportaje desde Chihuahua la semana pasada–, lo cual resulta un despropósito al constatar que se cancelan otras actividades culturales. Es claro que se trata de un dinero que usurpa el beneficio para una gran cantidad de creadores y le resta opciones al público en general.

Este año se eliminó el Festival Internacional de Chihuahua que año con año presentaba teatro, danza, música, literatura y cine, y la Feria del Libro de Ciudad Juárez. No hay dinero para estos festivales ni para producciones estatales de grupos o creadores ni para proyectos escénicos en programas que se han ido reduciendo y desapareciendo en la reciente administración de la gobernadora María Eugenia Campos, del PAN.

Un ejemplo claro de la falta de un programa integral en apoyo a la cultura y su infraestructura son las condiciones en las que se encuentra el teatro Víctor Hugo Rascón en Ciudad Juárez, inaugurado cuando el dramaturgo estaba vivo y que ahora está en peligro de colapsar.

La agrupación Activistas, Creadores y Ciudadanos Vigilantes de Chihuahua denunció recientemente las condiciones en las que se encuentra el teatro, en riesgo de incendio y sin sistema para enfrentar la catástrofe. Asimismo, que está desmantelado, que lo saquearon, que funciona con cargas de energía mal llevadas y con fugas de agua. En condiciones parecidas se encuentra el teatro de los Héroes en Chihuahua.

En vez de abocarse a resolver problemas graves de infraestructura como éstos, asignan 34 millones, lo que correspondería a una quinta parte del presupuesto para cultura del gobierno del estado de Chihuahua. A lo que habría que añadir los gastos invertidos en televisión y medios para la difusión del evento. No hay transparencia ni rendición de cuentas.

El príncipe feliz de Oscar Wilde, en la que se basó Espino, habla precisamente de la toma de conciencia de este príncipe hecho estatua que, al ver la miseria en la que viven los ciudadanos, decide irse desprendiendo de su cobertura dorada para dársela a los que viven en la pobreza, según le cuenta la golondrina. El mensaje del original en nada corresponde a la posición ética y económica del actual gobierno de Chihuahua, que a pesar de ver esta condición en la que viven los ciudadanos culturales, no es capaz de hacer un programa como lo exigen los derechos humanos, culturales y la propia Constitución. Por esto, la asociación presentó una queja el día de su estreno, el 11 de noviembre, ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

La obra quiere parecerse a las grandes producciones de Nueva York, como lo dijo Espino, Shakespeare en el parque, y su estética pareciera la de las construcciones en Disneylandia, como la de Un pequeño mundo es, con bailes y canciones, luz y sonido. Participaron más de 80 actores, bailarines, músicos y cantantes del estado, que fueron beneficiados pero que en ningún lado aparecen sus créditos, como lo señala la reseña del diseñador escénico y productor Félix Arroyo. 

La situación en que s encuentra el apoyo a la cultura en Chihuahua, es un ejemplo a nivel nacional. Mínimamente, el gobierno del Estado debiera abocarse al mejoramiento de la infraestructura del Teatro de los Héroes y el Teatro Víctor Hugo Rascón, para que después no sea demasiado tarde, cuando este último, con una capacidad de 2 mil personas colapse y lastime a los espectadores y el desastre traiga consecuencias mayores.

Crítica publicada el 11 de diciembre en la edición 2406 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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