CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Artistas, intelectuales e instituciones culturales lamentaron el deceso del reconocido compositor y Premio Nacional de Ciencias y Artes, Mario Lavista, a quien se le reconoce ser maestro de generaciones en el Conservatorio Nacional de Música.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) –del cual depende el Conservatorio-- y la Secretaría de Cultura fueron las primeras en emitir información sobre el deceso en redes sociales.

Las instituciones federales lo reconocieron como una de las “figuras más influyentes en la conformación de la escena musical contemporánea de México y otras latitudes”.

Este día a partir de las 16:00 horas se le realizará un homenaje póstumo y abierto al publico en el Palacio de Bellas Artes, el primero de su tipo en el máximo recinto cultural del país después de año y medio de pandemia. Diversos decesos de personajes relevantes de la cultura nacional ocurrieron en el lapso de la pandemia pero el recinto se mantuvo cerrado para evitar conglomeraciones.

Cultura de la Ciudad de México, y la Universidad Nacional Autónoma de México a través de Difusión Cultural, Radio UNAM, TV UNAM y su Filmoteca también lamentaron, el deceso al igual que la Fonoteca Nacional, el Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic) y la Sociedad de Autores y Compositores de México.

En su mayoría ofrecieron condolencias a la hija y la madre del compositor, Claudia y María, respectivamente.

Entre los primeros personajes que lamentaron el deceso la mañana de hoy están el flautista Horacio Franco; el director de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, Eduardo Álvarez; el ministro en retiro José Ramón Cossío; el escritor Enrique Krauze; el arquitecto Felipe Leal; Adriana Camarena, directora del Instituto Estatal de Cultura guanajuatense.

También Lidia Camacho, exdirectora del INBAL, al igual que Consuelo Sáizar, extitular del Conaculta (ahora Secretaría de Cultura).

Su legado 

Lavista deja un legado en el mundo de la composición nacional, y tras “Monólogo” (1966) le siguieron piezas excelsas como “Canto del alba” (1979), entre sus obras de música de cámara destacan las “Cinco danzas breves para quinteto de alientos” (1994) y “Octeto para alientos” (1997), ambas caracterizadas por el empleo de instrumentos clásicos en búsqueda de nuevas estructuras armónicas.

Catedrático de análisis y lenguaje musical del siglo XX en el Conservatorio Nacional de Música de México, fundó la revista Pauta. Cuadernos de teoría y crítica musical. Y entre sus reconocimientos destacan el Premio Nacional de Artes, fue miembro de El Colegio Nacional cuyas palabras de salutación corrieron a cargo del escritor y poeta José Emilio Pacheco; además de haber obtenido la Medalla Mozart (1991), y haber sido merecedor de la Beca Guggenheim (1987).