Infraestructura

La resistencia de un pueblo indígena contra una empresa financiada por Europa

Comunidades indígenas, pescadores y prestadores de servicios turísticos de las bahías de Santa María-Ohuira-Topolobampo, en Sinaloa, se oponen a la producción, en medio de irregularidades, de dos mil 200 toneladas diarias de amoniaco.
domingo, 28 de septiembre de 2025 · 06:30

OHUIRA, Sin.– Como cada año en la víspera del 16 de julio, el pueblo mayo-yoreme realiza una grandiosa celebración en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores, por las bendiciones recibidas del mar, la Bawe ánia, una de las cuatro deidades que tiene este pueblo indígena, profundamente religioso y respetuoso de la madre naturaleza.

Este año los líderes indígenas de Ohuira, Claudia Quintero; de Paredones, Inés Díaz; de Lázaro Cárdenas, Melina Maldonado, y el gobernador de la Nación Mayo-yoreme, Felipe Montaño, decidieron formar parte del grupo de fiesteros que ofrecen alimentos durante tres días a quienes acuden a las celebraciones y financian la participación de danzantes y músicos tradicionales.

“Es nuestra manera de pedir a la madre naturaleza, a la Bawe ánia, que nos dé fuerza, que guíe nuestros pasos y que nos ayude a detener el proyecto de muerte que acabaría con todos nosotros y afectará a las futuras generaciones”, explica Melina Maldonado, quien está desplazada de su comunidad por las amenazas y agresiones, al igual que sus tres compañeros, por ser cabezas visibles del movimiento “Aquí No”, opositor a la construcción de la planta de amoniaco en la bahía de Ohuira, a cargo de la empresa Grupo Petroquímico de Occidente (GPO), que cuenta con financiamiento alemán y suizo.

Bahía de Ohuira. Al fondo, la planta de amoniaco. Foto: Montserrat López.

La planta proyecta producir dos mil 200 toneladas diarias de amoniaco, para lo cual succionaría dos mil metros cúbicos por hora de agua de mar para una desaladora, acabando con la fauna marina de la que viven más de tres mil pescadores que trabajan en el complejo lagunar de las bahías de Santa María-Ohuira-Topolobampo, en el municipio de Ahome, al norte de Sinaloa. El área fue clasificada en 2009 como sitio Ramsar 2025, nombre de una convención internacional para la protección de humedales de alto valor para la biodiversidad y que fue signada por México en 1971.

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Fragmento del reportaje publicado en la edición 27 de la revista Proceso, correspondiente a septiembre de 2025, cuyo ejemplar digital puede adquirirse en este enlace.

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