Festival Internacional Cervantino
En el Cervantino, Sun & Sea una ópera performance en la playa
el Patio central de la Casa de cultura de Guanajuato, varias toneladas de arena crean una playa con algunas sombrillas, bicicletas, sillas, toallas, y en la que gente de diversos tipos toman el sol, juegan, duermen, observan el cielo, salen a mojarse en el mar, regresan con comida.GUANAJUATO (apro).-Un lugar insólito y una experiencia extraordinaria es lo que el grupo de Lituania presenta en el 53 Festival Internacional Cervantino. Tres mujeres convocan a personas de Guanajuato e intérpretes cantantes de su país, para regalarnos este performance, instalación, ópera que observamos desde arriba. Convocan la directora y escenógrafa Rugile Barzdžiukaite, la que escribe los textos, Vaiva Grainyte y la compositora y directora musical, Lina Lapelyte.
El concepto y el desarrollo es de las tres y deciden crear un espacio que reproduzca un fragmento de playa en convivencia de un colectivo. En el Patio central de la Casa de cultura de Guanajuato, varias toneladas de arena crean una playa con algunas sombrillas, bicicletas, sillas, toallas, y en la que gente de diversos tipos toman el sol, juegan, duermen, observan el cielo, salen a mojarse en el mar, regresan con comida, se aplican bloqueador solar, ven su celular, y un sin fin de actividades comunes en la cotidianidad de una playa.
Nos admiramos al entrar y observar un espacio exterior en un espacio interior, la sensación de veracidad de lo que ahí ocurre. La tranquilidad, el silencio, los cuchicheos, el tiempo suspendido. Una arena todavía intransitada que poco a poco, con el paso del tiempo se irá modificando.
El primer impacto lleno de emoción, algo interno se mueve al sentir esa posibilidad de la humanidad de convivir, cada quien en su mundo, pero en paz, sin rompimientos y luchas, sin guerra y competencia. Un espacio utópico que pareciera esperanzador, aunque posteriormente se enturbie y se aclare, como el oleaje del mar, con los pensamientos que los personajes expresan a través del canto.
Un canto que refiere el cambio climático, la erupción del volcán, sobre el estigma de no vacacionar entre los colegas, las quejas de lo que sucede alrededor; pensamientos que cada intérprete cantante expresa en un supuesto silencio que escuchamos y leemos en la pantalla para conocer el mundo interior de cada uno de ellos. Con una música envolvente y que acaricia el alma, escuchamos voces maravillosas que cantan acostados o sentados en la playa.
Desde arriba observamos e intentamos identificar quién es el que canta hasta irnos haciendo una idea de las características de cada personaje; quién piensa aquello, quién se queja, quien reflexiona (“lloré mucho cuando entendí que era mortal, que desapareceré y que no volveré a sentir”) y cuándo canta la que observa el cielo y la parvada de pájaros, expresándose de manera poética. Todo es canto y contemplación. Y a la vez la vida sigue, los amantes se toman de la mano mientras, otros juegan cartas, lotería o ajedrez. Un par de niños hacen construcciones en la arena, cavan o tiran agua, juegan a la pelota -un globo terráqueo de plástico-, comen o leen un libro.
Todos en traje de baño, hastacon la piel rosada por la intensidad del sol; otros con lentes oscuros y más allá las gemelas viendo el cielo vestidas y peinadas igual.
Vivimos la experiencia durante una hora y después, otro grupo entra y vuelven a empezar los pensamientos de los cantantes, las palabras que giran en la cabeza, las coincidencias entre los que circulan evitando molestar al otro. Nuevamente la misma historia mientras las acciones se mantienen y van cambiando el espacio. Cuatro horas de performance, ópera, teatro, sensación.
Sun & Sea, se estrenó en el 2017 y en el 2019 obtuvieron el León de oro en la Bienal de Venecia y desde ese tiempo a la fecha se han presentado en más de cuarenta ciudades de mundo.
Una experiencia sorprendente que abre el diapasón escénico, que construye una utopía o una ecodenuncia, que permite diversas interpretaciones y que toca nuestra piel y nuestro corazón.