Entrevista con Francisco Cervantes:

Transporte, tecnología y electricidad, las preocupaciones del CCE

El país enfrenta retos para que las inversiones generen un crecimiento económico uniforme. “No puede ser posible que se crezca en el norte y en donde está el petróleo, en el sureste, se decrezca”, dice el presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
viernes, 9 de junio de 2023 · 06:38

México es atractivo para la relocalización de empresas. Sin embargo, el país enfrenta retos para que las inversiones generen un crecimiento económico uniforme. “Porque no puede ser posible que se crezca en el norte y en donde está el petróleo, en el sureste, se decrezca”, dice el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes. En entrevista con Proceso, asegura que el organismo que encabeza tiene un saldo positivo en su relación con el presidente López Obrador. Sin embargo, entre los temas por resolver destaca el tendido de líneas de transmisión de electricidad porque “llegan muchas inversiones y no tenemos capacidad eléctrica”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ante las críticas de su excesiva cercanía con la Presidencia de la República, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), asegura que se siente orgulloso de que, por primera vez, la relación con el jefe del Ejecutivo se aproveche para el empresariado mexicano, para el desarrollo del país y no para el hombre de negocios que ocupa ese cargo o para sus empresas.

En sus oficinas del CCE Cervantes hace una revisión de las relaciones de la cúpula empresarial con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, del cambio de las reglas del juego en distintos sectores de la economía durante esta administración, que se encamina hacia su último tramo, y sobre los retos que el gobierno aún debe atender para estimular un desarrollo económico uniforme.

Entre esos pendientes que le preocupan al dirigente empresarial destacan lo relativo a la transición tecnológica frente al desafío que impone la relocalización de cadenas productivas, la generación de electricidad para las inversiones que están llegando y los cruces terrestres que se han convertido en una pesadilla porque están saturados.

La entrevista con Proceso tuvo lugar unos días antes de que el CCE manifestara su preocupación sobre el impacto que tendría sobre el ánimo de los inversionistas nacionales y extranjeros la decisión gubernamental de ocupar un tramo de 120 kilómetros de Ferrosur, de Grupo México, en Coatzacoalcos, y revocar el título de concesión vía un decreto.

Entonces, el CCE llamó al diálogo entre Grupo México y el gobierno federal. Después de dos semanas de tensión, el mandatario anunció el jueves 1 un acuerdo para ampliar ocho años la concesión de la subsidiaria, de “2036 a 2044”. Sin embargo, Grupo México precisó que se amplió la concesión de Ferrosur de 2048 a 2056.

“Venimos de una relación de diálogo muy respetuosa, de buscar cada iniciativa; o cuando quieren hacer alguna propuesta, de presentar cambios sobre todo en materia económica que tenga que ver con el sector empresarial, nosotros buscamos a las diferentes instancias del gobierno para dialogar”, dice Cervantes, empresario que se precia de no buscar contratos con el gobierno ni beneficios para las compañías que su familia fundó.

Con el mandatario, dice Cervantes, tiene una relación respetuosa y de diálogo que ha servido para que todas estas iniciativas de cambios en la relación con el sector empresarial se hayan podido tratar y mejorar.

De acuerdo con lo que dice, en muchos casos se han logrado mitigar y contener estas medidas porque se ha demostrado que, para México en este momento, no eran convenientes.

“Entonces, quiero decirles que es positivo, y que lo valore el sector empresarial o que me digan cuál iniciativa no se ha negociado. Nos sentimos tranquilos, nos sentimos que estamos representando muy bien el sector que, para mí, es un privilegio ser el presidente del sector empresarial, de ser la voz del sector empresarial, pero hasta ahorita tenemos saldo positivo”, aseguró.

Reconoció que hay algunos sectores, como el de energía, agrícola y textil donde regulaciones y algunos temas de importaciones están afectando a industrias como la zapatera, “pero en la mayoría de los sectores tenemos un México que está yendo muy bien”.

El presidente del CCE también reconoció que algunos “pseudo empresarios” han incurrido en malas prácticas que han dañado la reputación de los hombres de negocios del país. En su balance, sin embargo, considera que el gobierno debe motivar las buenas incursiones empresariales en la economía.

Por ejemplo, entre las malas prácticas mencionó la subcontratación de personal (outsourcing), usada para reducir las prestaciones de los trabajadores.

“Hubo a lo mejor abuso en ese instrumento, en esa herramienta. Y cuando se iba a cancelar hablamos con el presidente, acordamos hacer una mesa de diálogo y se salvó ese instrumento”, dice.

Promesas pendientes

Fue en agosto de 2019, durante la firma del Pacto Oaxaca y en uno de los primeros actos en el que coincidió con el presidente López Obrador, cuando el sector privado se comprometió a contribuir a que el sureste pudiera atraer inversiones.

Como presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamín), Cervantes recuerda que, desde 2019, se comprometió con el sector empresarial a buscar los caminos y acuerdos para el desarrollo de infraestructura en la región.

Ahora, al final del gobierno de López Obrador, desde la Secretaría de Economía se anunció que, para desarrollar de manera exitosa esa región, así como los polos del Bienestar, será necesario acelerar el desarrollo de carreteras, plantas para la licuefacción de gas natural, para el tratamiento de agua, así como lo necesario para impulsar la fibra óptica, vivienda y escuelas.

La gran oportunidad, dice Cervantes, es el transporte en la región, específicamente en los puertos que están en la región sureste, en la parte del Golfo de México porque desde allí sería posible llegar a la zona del Este estadunidense, donde se ubica la mayor concentración económica y con gran potencial para la industria automotriz.

Si aprovechamos el potencial de los puertos, el transporte multimodal, podríamos sacar una mayor ventaja del T-MEC, dice Cervantes al recordar que México es la quinceava economía del mundo con más de 18 ramas compitiendo a escala mundial.

El problema, reconoce, es que ahora más de 44 cruces terrestres ya se encuentran saturados: “Ya son muchas horas, camión-hombre, para pasar principalmente de México a Estados Unidos”.

El dirigente empresarial aseguró que se encuentran en pláticas con el Administrador General de Aduanas, Rafael Marín Mollinero, para buscar una solución a este cuello de botella que afecta a la economía.

Sobre el sector agrícola y el de energía, donde se han iniciado consultas en el contexto del T-MEC, Cervantes confiesa que le preocupa la capacidad de respuesta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2431 de la edición impresa de Proceso, en circulación desde el 4 de junio de 2023. 

 

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