Economía
Entre detractores y el beneplácito presidencial, Francisco Cervantes repite al frente del CCE
Cercano al gobierno federal, Francisco Cervantes Díaz fue reelegido presidente del Consejo Coordinador Empresarial. En esta etapa deberá enfrentar el recelo de empresarios que consideran su anterior gestión sumisa ante el Poder Ejecutivo.Cercano al gobierno federal, Francisco Cervantes Díaz fue reelegido presidente del Consejo Coordinador Empresarial. En esta etapa deberá enfrentar el recelo de empresarios que consideran su anterior gestión sumisa ante el Poder Ejecutivo, particularmente en temas como la prohibición del glifosato o la transición para reducir la participación del maíz y semillas genéticamente modificadas en el mercado mexicano. Sin embargo, en el CCE también se le reconoce como un “puente de oro” con el Ejecutivo.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- En medio de las consultas técnicas sobre el maíz transgénico en las que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá buscarán doblegar a la administración de Andrés Manuel López Obrador, y evitar que entre en vigor el decreto para eliminar gradualmente el uso de glifosato y maíz transgénico, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) reeligió durante su Asamblea Anual del pasado 1 de marzo a Francisco Cervantes Díaz, pese a las quejas de agroempresarios que consideran que a la máxima cúpula del sector privado le ha faltado liderazgo y firmeza para defender sus intereses.
Bosco de la Vega, quien compitió por la presidencia del CCE, manifiesta su preocupación: “Ahora, sólo en calidad de productor agroalimentario de tercera generación, puedo decir que estoy muy preocupado por lo que le está pasando al campo y lo que hay y lo que nos espera. Si las cosas siguen por el mismo camino, ¿a dónde van?”
El también expresidente del Consejo Nacional Agropecuario considera que Alfonso Romo –quien ahora participa en el comité desde el gobierno federal para promover el nearshoring– fue un buen aliado del sector empresarial cuando estuvo a cargo de la Oficina de la Presidencia y del Consejo de Inversiones.
Ahora, sin embargo, el pesimismo caracteriza a los hombres de negocios del sector agroalimentario porque, frente al incremento en los precios con inflación histórica, el Acuerdo Nacional para la Autosuficiencia Alimentaria comienza a desdibujarse porque el gobierno federal abrió la puerta a las importaciones, en un intento por contener las alzas de los precios de los productos básicos.
Bosco cita, por ejemplo, que México importa más de 83% de su consumo de arroz, producto básico para la alimentación de los mexicanos; 37.2% del maíz se compra en el extranjero. Lo mismo sucede con 96% de la soya, 22.7 % de la leche y 65% del trigo. México importa más de 17.7 millones de toneladas de alimentos.
“Entonces, la pregunta aquí es si con esas posiciones ideológicas que hay en el tema del maíz genéticamente modificado, estamos avanzando. Si lo pararan de golpe, ya te imaginarías qué pasaría con los precios del huevo, pollo, cerdo, leche, res. Básicamente al ganado le dan maíz y pasta de soya, que son los principales componentes que le agregan vitaminas y otras cosas, pero sería un caos para la tortilla, para la carne, para el huevo, para todo”, advierte Bosco de la Vega en una entrevista que concedió a Proceso antes de que la Secretaría de Economía publicara un decreto sobre los tiempos en que se presentaría la transición en 2024 para reducir la presencia de semillas transgénicas en el mercado mexicano.