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AMLO y los empresarios: De la hostilidad abierta a la discreta conciliación

Ante las nuevas condiciones que impone el “nearshoring” –estrategia que implica la relocalización de compañías estadunidenses en el país– el gobierno de la 4T da vuelta a la tensa relación que mantuvo con los empresarios nacionales y extranjeros en aras de atraer jugosas inversiones.

Ante las nuevas condiciones que impone el “nearshoring” –estrategia que implica la relocalización de compañías estadunidenses en el país– y bajo el compromiso que la administración de López Obrador asumió en enero pasado con Washington, el gobierno de la 4T da vuelta a la tensa relación que mantuvo con los empresarios nacionales y extranjeros en aras de atraer jugosas inversiones. Para atender los reclamos de los hombres de negocios estableció una “ventanilla única” a cargo de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y en la que también participa el exjefe de la Oficina de la Presidencia Alfonso Romo.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Con el reloj en contra y luego de tres años de una tensa relación con el sector empresarial tanto nacional como extranjero, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador instaló en la Secretaría de Economía una “ventanilla única” por medio de la cual promete remover a toda prisa obstáculos a la inversión privada, incluyendo el acceso a electricidad. Para remontar el estancamiento del PIB al cierre de su sexenio, el presidente López Obrador necesita la inversión privada que desafió desde el inicio de su gobierno.

Además, en esa “ventanilla única” el ex jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, tiene un lugar garantizado a pesar de los escasos resultados durante su gestión como responsable del Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico.

Hace dos años, Romo regresó a sus negocios sin haber podido resolver el conflicto que generó la prohibición del glifosato ni reducir la confrontación con los empresarios nacionales y extranjeros con inversiones en el sector eléctrico. Sin embargo, el empresario regiomontano dispone ahora de un asiento en el grupo de funcionarios públicos que tiene como encomienda el cumplimiento de los compromisos asumidos los pasados 9 y 10 de enero con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.

Romo se enfrentó a la decisión del gobierno lopezobradorista de separar al poder económico del poder político –tal y como lo reconoció en septiembre de 2021 el titular del Secretaría de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O– para que esos intereses no vuelvan a cruzarse, en la idea de que las concesiones a los empresarios generaron el endeudamiento de las finanzas públicas.

El gobierno del presidente López Obrador, de acuerdo con la Secretaría de Economía, recibió la petición del gobierno de Joe Biden de igualar los incentivos a la inversión en nearshoring previstos en la Ley de Chips y Ciencia aprobada en agosto de 2022 con el propósito de estimular la relocalización de sectores completos de proveduría instalados originalmente en Asia.

Estados Unidos aportará casi 53 mil millones de dólares en préstamos directos, garantías y financiamiento, para trasladar de varios países y regiones, como Taiwán, las cadenas de proveduría del sector de semiconductores. México, a cambio, prometió revisar las quejas de los empresarios de Estados Unidos y Canadá en los sectores del petróleo, la electricidad, el glifosato y las semillas genéticamente modificadas.

Inversión por “nearshoring”

Al 15 de febrero, aun sin que Tesla haya confirmado el monto de su inversión, México ya registra cifras récord de capital privado en la economía, con más de 13 mil 430 millones de dólares en 46 anuncios de nuevos proyectos, según la consultoría Datamétrica-Aporta. Sin embargo, el Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP) insiste en que el gobierno de López Obrador mantiene un posición “hostil” frente a la inversión, lo que generará al cierre del sexenio un mediocre crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

Antes de que se confirmara la inversión de Tesla, que podría llegar a 10 mil millones de dólares, el propio presidente López Obrador había reconocido, en su conferencia matutina del 2 de febrero, que un crecimiento promedio de 1% durante toda su administración “sería una hazaña” y que, para lograrlo, la expansión de la economía en 2023 y 2024 tendría que ser de 3% en cada ejercicio. Sin embargo, ahora los pronósticos para el crecimiento del PIB para el cierre del 2022 se encuentran al alza.

Fragmento del reportaje publicado en la edición 2418 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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