Claudia Sheinbaum
Sheinbaum y la "confusión" sobre "el suelo rural" en la capital
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum envió una iniciativa de reformas a la Constitución local para eliminar de su articulado el concepto de “suelo rural” que, afirma, provoca “confusión” en la población de la capital.La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum envió una iniciativa de reformas a la Constitución local para eliminar de su articulado el concepto de “suelo rural” que, afirma, provoca “confusión” en la población de la capital. Mayela Delgadillo, diputada constituyente, explica que esa figura se introdujo “para resolver el problema de los asentamientos irregulares que existen desde hace más de 100 años”. Y se suma a las críticas sobre los programas de Desarrollo y de Ordenamiento Territorial, instrumentos de planeación que organizaciones civiles, especialistas, vecinos y pueblos originarios han rechazado mediante diversas protestas.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–En un nuevo intento por apagar las llamas encendidas en sectores de la población inconformes con su administración en la capital del país, lo que podría manchar su intención de obtener la candidatura presidencial de Morena para el 2024, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentó una iniciativa de ley para modificar la Constitución Política de la Ciudad de México y “reparar” los “problemas” que ésta tiene sobre la definición del tipo de suelo “rural” y el destino del suelo de conservación que, en sí, representa la mitad del territorio capitalino.
Mayela Delgadillo, activista y diputada constituyente que participó en la elaboración de la Carta Magna local en 2017, ya le ofreció ayuda para explicarle el origen y la definición de ese tercer tipo de suelo y para construir un mejor proyecto del Programa General de Desarrollo (PGD) y del Programa General de Ordenamiento Territorial (PGOT), dos instrumentos de planeación para determinar el rumbo que debe tener la CDMX en las próximas dos décadas.
También se ofreció a trabajar con el director del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP), Pablo Benlliure, en la corrección de esos documentos, que fueron elaborados por esa dependencia y severamente cuestionados por organizaciones civiles, asociaciones de especialistas, pueblos y barrios originarios, así como por vecinos de toda la ciudad, y que derivaron en una crisis, con bloqueos y violencia en Xochimilco y Milpa Alta (Proceso 2406).
A su vez, Benlliure, exfuncionario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), defiende los procesos de elaboración de los proyectos del Plan y del Programa, así como los resultados de la consulta ciudadana de ambos, y asegura que estarán listos para el 1 de octubre de 2023, la nueva fecha que ofreció Sheinbaum Pardo para su publicación.
La iniciativa
El artículo 16 sobre Ordenamiento Territorial, apartado C, fracción 5 de la Constitución Política de la CDMX, promulgada el 5 de febrero de 2017, determina que el territorio de la capital mexicana se clasifica en “suelo urbano”, “suelo rural” y “suelo de conservación”.
El suelo urbano es el que, además de ser habitacional y comercial, cuenta con todos los servicios urbanos, como agua potable, electricidad, drenaje y pavimentación, entre otros. Actualmente abarca 62 mil 655 hectáreas de la CDMX.
El suelo de conservación comprende 59% del territorio capitalino, con 86 mil 774 hectáreas distribuidas en nueve alcaldías, según el PGOT. En ellas existen 42 núcleos agrarios que equivalen a alrededor de 80% de la superficie del suelo conservación. En estas áreas se concentra la biodiversidad –plantas y animales– y se producen servicios ambientales como recarga de acuíferos, fijación de gases de efecto invernadero, regulación del clima, producción agropecuaria y rural y hasta espacios de recreación y contacto con la naturaleza.
La Asamblea Constituyente introdujo el concepto de “suelo rural” para definir las zonas donde desde hace muchos años hay asentamientos humanos irregulares que provocaron un crecimiento sin control de la mancha urbana y que necesitan tener certeza jurídica. Actualmente no se cuenta con una medición oficial de ese territorio.
Con base en esa definición, el PGOT propone cambiar 29 mil 393 hectáreas de suelo de conservación a suelo rural. Así el suelo de conservación quedaría en 54 mil 286 hectáreas y el urbano aumentaría a 65 mil 749 hectáreas. En su proyección a 15 años, el programa pretende que, para entonces, el suelo urbano ya no haya crecido, el de conservación haya aumentado a 69 mil 945 hectáreas y el rural se haya reducido a 13 mil 734 hectáreas.