política energética
La 4T, sin argumentos para defender su política energética
Las consultas solicitadas por Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC por lo que consideran un trato injusto del gobierno mexicano a sus empresas en el sector energético, ponen al gobierno mexicano en una encrucijada.Las consultas solicitadas por Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC por lo que consideran un trato injusto del gobierno mexicano a sus empresas en el sector energético, ponen al gobierno mexicano en una encrucijada. A decir de especialistas y de exnegociadores del TLCAN –el predecesor del actual tratado–, si López Obrador insiste en que el petróleo está excluido del acuerdo se dirige a una derrota en un panel internacional, con graves consecuencias económicas.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El panorama no es fácil de resolver ante la posición de la Cuarta Transformación, que dice defender “la soberanía” de los recursos energéticos del país, mientras que para los gobiernos de Joe Biden y Justin Trudeau, se trata de violaciones a las condiciones de inversión establecidas en el T-MEC.
“Tenemos un caso muy complejo, que abarca un sector importantísimo para la competitividad no sólo de nuestro país, sino de Estados Unidos y Canadá. No se trata de una afectación a un producto en particular, donde se identifica claramente un obstáculo o dos y se resuelven los problemas de acceso al mercado, obstáculos técnicos”, dimensiona Kenneth Smith Ramos, socio y consultor de la firma Agon.
El también exjefe de la Negociación Técnica de México para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que abrió paso al T-MEC, puntualiza en entrevista:
“Aquí estás hablando de la totalidad de una política que abarca a este sector estratégico, que es el energético, y es uno de los aspectos fundamentales de la política del presidente López Obrador. Por eso, tanto en la parte técnica como en la parte política, está complicado resolverlo”.
Reclamo previsible
El presidente ha minimizado el inicio de esta disputa comercial. El pasado 20 de julio, a unas horas de que Estados Unidos formalizara la solicitud de consultas a la Secretaría de Economía, el tabasqueño aseguró en su habitual conferencia de prensa que “no hay ningún problema de nada, todo lo que estamos haciendo en materia energética es de conformidad con la Constitución, con nuestras leyes”.
Incluso, en esa misma conferencia de prensa, dijo con una sonrisa: “Vamos a terminarla (la conferencia) con esto de que nos van a llamar a cuentas para que expliquemos la política energética de nuestro país, que nos tiene muy preocupados… A ver si consigues a mi paisano Chico Che y ponemos esa de “¡Uy, qué miedo!”
Esto generó molestia en la embajada de Estados Unidos en México y en la Canadian Chamber of Commerce, que pidieron al gobierno de México tratar las consultas sobre la política energética en el marco del T-MEC “con determinación y seriedad”.
Posteriormente, desde su mañanera en Puerto Vallarta, Jalisco, el jefe del Ejecutivo volvió a referirse al tema: “Cuidamos desde el inicio del gobierno no comprometer el petróleo, que eso nos llevó a detener la negociación casi dos semanas, porque el gobierno anterior había ofrecido un capítulo especial del tratado entregando el petróleo. Así de claro.