Trump

La relación México-Estados Unidos en la incertidumbre

Si tomamos en cuenta la importancia que se había dado a la relocalización de empresas en México, la nueva incertidumbre es profundamente disruptiva. El tan comentado Plan México pierde viabilidad.
lunes, 24 de febrero de 2025 · 12:43

Las primeras semanas del gobierno de Trump han resultado aún más amenazantes y disruptivos de lo que se había esperado. Los anuncios relativos a la nueva geopolítica mundial que, encabezada por Estados Unidos, pretende apropiarse de Groenlandia, controlar el Canal de Panamá, convertir la franja de Gaza en la Riviera del Medio Oriente, desmantelar a la OTAN y arreglar, conjuntamente con Rusia, el fin de la guerra de Ucrania son sólo un botón de muestra de ambiciones imperialistas desbocadas, indiferentes a principios elementales que permitan una convivencia civilizada entre países y regiones del mundo.

La noticia de un proyecto de ley presentada por líderes republicanos en el Congreso para revocar la pertenencia de Estados Unidos a la ONU es impactante. Sus consecuencias para el destino de las instalaciones existentes en Nueva York, el presupuesto de la organización (Estados Unidos siendo el mayor contribuyente) auguran el fin de las Naciones Unidas. Este final iría precedido de un discurso pleno de descalificaciones sobre el mal funcionamiento de la organización, su ineficiencia y objetivos contrarios, según los representantes de Trump, al interés de Estados Unidos.

El ambiente internacional que se está conformando deja pocas posibilidades para contrarrestar la arrogancia, la soberbia y la irracionalidad que acompaña la nueva era de Trump, cuyo rasgo sobresaliente es el desconcierto y la impotencia que provoca.  

En México tales son los sentimientos que dominan.  Por una parte, poco se ha avanzado en la definición de los aranceles que serán aplicados a partir del próximo 14 de marzo. Las pláticas apenas han comenzado y al momento de escribir estas líneas el panorama sigue siendo bastante opaco.

Por otra parte, la presencia de drones y aeronaves no tripuladas sobrevolando el espacio aéreo mexicano para recolectar información principal, aunque no únicamente, sobre los laboratorios de fentanilo, abre una gran interrogante sobre los proyectos al futuro de cooperación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad.

ONU. Viabilidad comprometida tras amagos de Trump. Foto: Especial

La clasificación de ocho organizaciones delictivas como organizaciones terroristas extranjeras, de las cuáles seis operan en territorio mexicano ( las más conocidas el Cártel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y el Cártel del Golfo) es una decisión que contribuye a profundizar esa incertidumbre.

De acuerdo con las leyes internas de Estados Unidos, toca al Departamento de Estado establecer los criterios e identificar las organizaciones consideradas terroristas. Interesante señalar que no hay, hasta ahora, organizaciones que tengan que ver con cárteles de narcotráfico. El único país latinoamericano, además de México, que se encuentra entre dichas organizaciones es Colombia, en su caso por motivo de acciones de insurrección militar. 

A partir de esos antecedentes hay preguntas clave para reflexionar sobre las consecuencias para México de los acuerdos o desacuerdos a que se llegue con el gobierno de Trump.

La primera pregunta es, ¿cuál es la consecuencia de tener la amenaza de imposición de aranceles, posiblemente durante los cuatro años que Trump esté en el poder?

Plan México. Pérdida de factibilidad. Foto: Daniel Augusto / Cuartoscuro

Si tomamos en cuenta la importancia que se había dado a la relocalización de empresas en México, la nueva incertidumbre es profundamente disruptiva. Es posible que algunas empresas decidan realizar inversiones, es aún más probable que varias opten por esperar. En resumen, la incertidumbre tiene resultados concretos que pueden resumirse en el escepticismo sobre el crecimiento de la economía mexicana los próximos años. El tan comentado Plan México pierde viabilidad.

La segunda cuestión, y la más compleja, es referente a las acciones en materia de seguridad. En primer lugar, existe la decisión del gobierno de Claudia Sheinbaum de establecer una cooperación para combatir la producción y envío de fentanilo a Estados Unidos. Los vuelos de aeronaves no tripuladas en el espacio aéreo del territorio mexicano no son nuevos, pero se ha intensificado notablemente. La información obtenida está siendo compartida. Los reclamos soberanistas persisten por parte de la presidenta mexicana llegando incluso a la reforma constitucional para asegurar que ello no dé lugar a acciones intervencionistas. Poco significado pueden tener tales reformas. 

Los verdaderos obstáculos para esa cooperación son de otra índole. En primer lugar, cabe preguntarse si tiene una utilidad real, es decir, si se logrará de verdad terminar con la fabricación y tráfico de Fentanilo.  

En segundo lugar, hay dudas sobre si la colaboración que ya se ha decidido tiene apoyo dentro de las filas del partido en el poder. Parte de dicha colaboración se refiere a la “alianza imperdonable” (según dice Trump) que existe entre políticos y narcotraficantes. Dentro de tales políticos hay varios que pertenecen a las filas de Morena.

El tema ha dado lugar a un interesante debate entre quienes consideran que para México es fundamental atacar a los narcotraficantes lo cual requiere, sin duda, de la acción conjunta con Estados Unidos. Se propone entonces buscar un Tratado de Seguridad entre México, Estados Unidos y Canadá que establezca con claridad los compromisos y concesiones que están dispuestos a tomar cada una de las partes contratantes.

Cárteles mexicanos. Designación terrorista de Estados Unidos. Foto: Especial / Cuartoscuro

 Las opiniones están divididas. Si para algunos terminar con los cárteles es sin duda un objetivo prioritario para México, que no se puede lograr sin el apoyo de Estados Unidos; para otros el costo de ese apoyo es muy alto y no proporciona confianza. Dadas las características del gobierno de Trump, más vale buscar otras alternativas.  

Las diferencias anteriores nos llevan a la pregunta final, ¿puede México escapar a su profunda vinculación geopolítica y económica con Estados Unidos, independientemente de quien se encuentre en el poder?

Lo cierto es que lograr ese entendimiento defendiendo al mismo tiempo los intereses del país es el gran desafío que, con altibajos, avances y retrocesos ha caracterizado la historia de México desde su nacimiento como país independiente.

Enfrentar tal desafío sólo es posible si se logra un apoyo generalizado de las fuerzas políticas internas, no sólo en las filas del grupo en el poder sino en el conjunto de la sociedad. ¿Puede surgir ese consenso en las condiciones actuales? Por lo pronto la respuesta es no.  La incertidumbre es la única certeza en estos momentos difíciles.

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