Ajedrez
Cómo mejorar ajedrez en este mundo de información
No se planteé estudiar tres horas por día porque probablemente no podrá cumplirlo. Póngase una meta realista, por ejemplo, una hora por día, y trate de que esa hora siempre sea a la misma hora.CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Los ajedrecistas invertimos mucho tiempo estudiando ajedrez. Al principio avanzamos con cierta rapidez, porque todo es nuevo y los conocimientos de las diferentes posiciones nos van llegando continuamente. Pero ocurre que de pronto nos atoramos. Jugamos a cierto nivel pero ya no mejoramos. Pareciera que una barrera invisible nos impidiera jugar mejor. Y entonces lo que hacemos es incrementar el tiempo que dedicamos al juego: participamos en los portales de Internet, jugamos cientos de partidas rápidas, vemos videos de grandes maestros explicando algún tema, leemos más libros. Pero no avanzamos. Algo nos impide brincar esta barrera y seguir subiendo de nivel.
¿Cuál es la razón? Parece ser que todo tiene que ver con la calidad de lo que estudiamos, el tiempo que le dedicamos y la disciplina que pongamos en ello. Por ejemplo, muchos ajedrecistas se ponen a leer libros o a ver videos de ajedrez cuando está por empezar un torneo. Así agarran "cancha", la cual muchas veces está adormilada por no jugar en campeonatos. Y en ocasiones deciden dedicar las tardes a jugar partidas de 5 minutos, con la intención de "practicar" un poco antes de lanzarse a la siguiente competición. Y aunque siempre se ha pensado que esto siempre suma a la experiencia ajedrecística, la realidad es que es poco efectiva para dar el brinco y jugar mejor.
El tema tiene que ver con la disciplina y el método. Ya el primer campeón mundial, Wilhem Steinitz, indicaba que era mejor estudiar una hora por día que seis horas continúas el sábado. Y no le falta razón. Al final de cuentas, aprender cualquier tema requiere ir entendiendo poco a poco los conceptos que se van desarrollando en la medida que nos preparamos. Para poner un símil: nadie puede aprender a hacer cálculo diferencial e integral estudiando sin disciplina. Hay que ir madurando los conceptos, ejercitarse en el modo de operar y eventualmente -casi sin darnos cuenta- ya hemos adquirido la habilidad necesaria. Lo mismo ocurre con el ajedrez.
Por ello, lo primero es tener un plan de trabajo que pueda cumplirse. No se planteé estudiar tres horas por día porque probablemente no podrá cumplirlo. Póngase una meta realista, por ejemplo, una hora por día, y trate de que esa hora siempre sea a la misma hora. Igualmente, cuando empiece la hora de estudio ya debe usted tener el material que piensa estudiar. Esa es la manera inteligente de actuar.
¿Pero qué estudiar? El mundo del ajedrez tiene un número gigantesco de material. Videos, libros, ejercicios de táctica, juegos de entrenamiento por Internet, análisis de partidas, colecciones de los mejores jugadores del planeta, temas combinativos, etcétera. En todo caso es importante plantearse algunos temas. Por ejemplo, si queremos mejorar en el cálculo de variantes, habrá que hacer ejercicios de cálculo, en posiciones complejas. Elija alguno de los tantos libros que hay sobre el tema y trabaje en ello. Si decide que quiere estudiar a un jugador como Capablanca, por ejemplo, hágase de su colección de partidas y analice con detalle cada partida. No se trata de ver 20 encuentros por hora. Quizás uno o dos, bien analizados, den mejores resultados que ver muchas partidas cada hora. Pero haga lo que vaya a hacer, no brinque de un tema a otro. Lleve una bitácora que reporte lo que está haciendo y además, no falle a su cita. El no acceder a la hora de estudio planeada porque no tuvo tiempo es el camino para echar a perder todo el trabajo a realizar. Se requiere método, disciplina, ambos elementos que en general alcanzan y a veces, superan al talento.
Si usted se hace de un plan y lo sigue, seguramente verá mejorar a mediano plazo. No espere estudiar tres meses con sistema y ser el campeón del mundo inmediatamente. El avance en ajedrez nunca es continuo. Hay temporadas de aprendizaje y en ellas en general, se aja de juego. No se desespere. El camino a un mejor ajedrez es difícil, pero muy satisfactorio.