TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).– Tras cuatro días de marcha, la caravana de más de cinco mil migrantes se fragmentó este jueves en diversos grupos a lo largo de la carretera costera de Chiapas.  

Algunos cientos de migrantes se quedaron en Villa Comaltitlán, otros más en Escuintla, y entre mil y mil 500 en Mapastepec. Algunos aceptaron la oferta del Instituto Nacional de Migración (INM) de obtener una Forma Migratoria Múltiple con la cual podría tramitar su regularización en cualquiera otra oficina del país.  

El grueso de los migrantes se quedó en el centro aduanal ubicado entre Huixtla y Villa Comaltitlán, en espera de ser atendidos por los agentes del INM, quienes se vieron rebasados por la multitud.  

Esta caravana partió el lunes pasado de Tapachula e iba liderada por el activista Luis Rey García Villagrán, de una organización civil de Tapachula, quienes tras una asamblea dejó que los grupos que quisieran avanzar se adelantaran y los que quisieran esperar la oferta del INM también así lo hicieran.

El grupo de los migrantes, un 80 por ciento, en esta ocasión son venezolanos, pero también los hay centroamericanos, de países del Caribe y hasta de África.  

Los migrantes que van en familia, con mujeres y niños caminando, se quedaron rezagados mientras que muchos varones migrantes avanzaron este jueves y llegaron hasta Mapastepec, pero el viernes piensan seguir hasta el próximo poblado, que es Pijijiapan. Este es el grupo más adelantado.

En tanto, en Tapachula, el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova A.C. presentó una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a fin de que las personas que protestaron en la Estación Migratoria Siglo XXII el pasado lunes 6 sean liberadas.  

Con eso se busca, dijo, evitar que sigan bajo control de sus posibles agresores y que, mediante visita urgente, se recabe una lista de personas afectadas, verificar las condiciones de salud física y psicológica de las personas detenidas, recopilar información a través del sistema de videovigilancia y un listado del personal que laboró en la Estación Migratoria los días 5, 6, 7 y 8 de junio.

Además, el organismo presentó un amparo contra la detención ilegal de una mujer migrante por parte de autoridades estatales y del INM, en el que se solicita su localización y puesta en libertad inmediata.

“Las organizaciones que realizan monitoreo y promoción de derechos humanos hemos denunciado reiteradamente la estructura y malas condiciones del centro de detención, que se asimilan a la detención penal y el trato inhumano que se inflige a las personas en este espacio, incluso actos de tortura previos”, dijo el Fray Matías.

Como se recordará, el pasado 6 de junio, un grupo de aproximadamente 50 personas protestaron en el patio y frente a la Estación Migratoria Siglo XXI por la falta de información sobre sus procedimientos migratorios, la escasez de alimentos y las restricciones de visitas y contacto con el exterior.

Las personas migrantes y con necesidades de protección internacional detenidas, quienes habían iniciado una huelga de hambre previamente, solicitaron al INM que se agilicen sus procedimientos para disminuir el hacinamiento en el centro, alimentos suficientes y un alto a la violencia física y psicológica ejercida por agentes del INM de manera constante.

En respuesta, elementos de la Guardia Nacional (GN) y Protección Federal montaron un operativo dentro y fuera de la estación, que consta en videos públicos; de acuerdo con testimonios de víctimas indirectas y el monitoreo realizado por organizaciones de la sociedad civil locales, las personas detenidas fueron golpeadas y aisladas.

Asimismo, durante las protestas se documentó la detención arbitraria de una mujer migrante venezolana que se encontraba a las afueras de la Estación y que auxilió con una bebida envasada a quienes protestaban en el techo; la mujer fue separada de su hijo.