Yucatán
Exigen justicia a cinco años del feminicidio de Ema Gabriela Molina Canto
Su madre, Ligia Canto Lugo, activistas y otras víctimas de violencia familiar se manifestaron frente al palacio de gobierno en Mérida.MÉRIDA, Yuc. (apro).- Al cumplirse cinco años del feminicidio de Ema Gabriela Molina Canto, su madre, Ligia Canto Lugo, activistas y otras víctimas de violencia familiar se manifestaron la noche del miércoles frente al palacio de gobierno en reclamo de justicia plena.
Las manifestantes iniciaron su protesta con una marcha por las calles del centro de la ciudad y concluyeron con un mitin en la plaza principal, donde Ligia Canto recordó el prolongado martirio a que fue sometida su hija por parte de su exesposo Martín Alberto Medina Sonda, quien finalmente tramó su feminicidio desde la cárcel de Tabasco, donde está recluido.
Ligia Canto recordó que, en el caso de Ema, que se convirtió en emblema de la lucha contra el feminicidio en Yucatán, quedan pendientes diligencias jurídicas y otras más se encuentran rezagadas.
Mencionó que no se han resuelto los amparos promovidos por los asesinos materiales de Ema Gabriela y el pago de manutención y alimentación que Medina Sonda, feminicida condenado, se niega a pagar a sus tres hijos, menores de edad, demanda que fue promovida por la fallecida.
Aunque los tres hijos están al cuidado de la abuela materna, las autoridades tampoco han resuelto la guardia custodia de los menores.
Después de una serie de tormentos que en su momento fueron ampliamente informados en los medios, Ema Gabriela fue asesinada el 27 de marzo de 2017 por un par de mercenarios tabasqueños que fueron contratados para ejecutar ese crimen que fue tramado por Medina Sonda desde la prisión tabasqueña donde fue recluido por lavado de dinero.
Se le involucró en el caso del exgobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, y su extesorero José Manuel Sáiz Pinelo.
En la protesta de anoche, Ligia Canto destacó la necesidad de visibilizar la violencia contra las mujeres y clamó ayuda también para otras madres a quienes sus parejas les arrebataron a sus hijos o viven amenazadas por estas.