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Dan 240 años de prisión a dos hermanos miembros de la banda de secuestradores de “La Flor”
La FGJ local destacó que a Noé “N” e Israel “N” se les relaciona como integrantes del grupo delictivo “La Flor”, dedicado principalmente a actividades delictivas como el secuestro.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los hermanos Noé “N” e Israel “N”, identificados como integrantes de la banda delincuencial “La Flor”, fueron sentenciados a poco más de 240 años juntos por su responsabilidad en los delitos de privación ilegal de la libertad y secuestro, ambos agravados, en 2002 y 2008.
Así lo informó el vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), Ulises Lara, en un videomensaje en el que no se permitieron preguntas de la prensa.
Explicó que el Ministerio Público presentó elementos de prueba contundentes para que un juez penal dictara una condena de 131 años, cinco meses y 15 días de cárcel contra Noé “N”, y otra de 113 años con cuatro meses para Israel “N”, por su responsabilidad penal en los delitos de privación ilegal de la libertad y secuestro, ambos agravados.
En el primer caso, Noé “N”, fue sentenciado por la comisión de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, en perjuicio de un hombre, así como secuestro agravado, en detrimento de otro hombre y una mujer.
Sobre Israel “N”, dijo que se le condenó por la comisión del delito de secuestro agravado en perjuicio de un hombre y una mujer.
La FGJ local destacó que a Noé “N” e Israel “N” se les relaciona como integrantes del grupo delictivo “La Flor”, dedicado principalmente a actividades delictivas como el secuestro.
Se trata de la misma banda que estuvo involucrada en el secuestro y homicidio de Fernando Martí, hijo adolescente del empresario Alejandro Martí, en junio del 2008. Las investigaciones de entonces señalaron que, con los delincuentes estaban involucrados agentes de la entonces Policía Judicial.
Los secuestros
Según la Fiscalía capitalina, en agosto de 2002 la víctima del primer secuestro llegó en su auto a un centro comercial en la avenida Aztecas, alcaldía Coyoacán, para verse con un conocido, quien actualmente está preso por el delito de secuestro contra otra persona.
Cuando llegó al estacionamiento señalado y se encontró con la otra persona, llegó otro hombre armado desconocido, quien les ordenó que ambos ingresaran al vehículo del agraviado.
Casi de inmediato llegó Noé “N”, quien subió a la parte de atrás del coche, también iba armado. Ambos delincuentes llevaron el coche a una casa de seguridad en las afueras de la ciudad.
En el lugar, le dijeron a la víctima que pedirían una gran cantidad de dinero por su rescate, pero en una primera negociación con la familia, solo les entregaron una cantidad parcial.
Pasados tres días, la víctima pidió que lo dejaran libre, pues solo así les pagarían el resto del rescate. Entonces, los delincuentes lo amenazaron que si no volvía, matarían a su amigo. Al final, recibieron una suma mayor, mientras que la otra supuesta víctima, fue liberado al poco tiempo.
En el segundo caso, ocurrido en agosto de 2008, una mujer y un hombre iban en un vehículo, en el centro de Tlalpan, cuando se acercó Israel “N” y amagó con un arma de fuego al hombre y a ambos los obligó a subir a la parte de atrás.
Israel tomó el volante, un cómplice subió de copiloto y un tercero, junto a la mujer víctima. Entonces se dirigieron a una casa de seguridad, seguidos por otro auto. En el trayecto, las víctimas fueron agredidas físicamente y despojadas de sus pertenencias.
Cuando llegaron a la primera casa de seguridad, un edificio amarillo, subieron a un cuarto nivel, donde los esperaban otros individuos, entre ellos Noé “N”. Luego, los agraviados fueron llevados a un segundo domicilio, pero al no poder negociar con la familia, les dijeron que solo uno de los dos se podría ir. Entonces, el agraviado fue puesto en libertad porque él podría conseguir el dinero del rescate.
Días después, tras entregarles una cantidad menor a la solicitada, la segunda víctima fue liberada.
El vocero de la FGJ local, Ulises Lara, destacó que a los dos sentenciados se les ordenó el pago de multas y el pago de la reparación del daño a las víctimas.