Agua contaminada
Entre confusión de afectados, Puesto de Mando atiende crisis por agua contaminada en Benito Juárez (Video)
Dos ambulancias y una carpa con atención de médicos militares para atender los efectos de consumir o bañarse con el agua con olor a combustible que salía de decenas de domicilios, completaban la operación del Plan DN-III-E del gobierno federal, ese que se instala en las grandes emergencias del país.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el primer día completo de operación del Puesto de Mando instalado por el gobierno de la Ciudad de México en el Parque San Lorenzo, colonia Del Valle, para atender la crisis por agua contaminada en la alcaldía Benito Juárez, hubo confusión de los afectados, indicaciones cruzadas de los servidores públicos y un operativo de seguridad organizado a cargo del gobierno federal.
Durante un breve recorrido por la instalación ubicada desde la noche del jueves 11 en la calle San Lorenzo, entre Fresas y Manzanas, se observó la presencia de alrededor de 20 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que operaban las dos plantas potabilizadoras, con capacidad de cinco mil litros por hora, para llenar las decenas de garrafones que el gobierno local comenzó a repartir con agua limpia y lista para el consumo humano.
Dos ambulancias y una carpa con atención de médicos militares para atender los efectos de consumir o bañarse con el agua con olor a combustible que salía de decenas de domicilios, completaban la operación del Plan DN-III-E del gobierno federal, ese que se instala en las grandes emergencias del país.
Al lado de las unidades móviles, varios elementos de la Guardia Nacional fuertemente armados vigilaban la zona detrás de las cintas amarillas que delimitaban el punto de operación. Estaban en espera de la instalación de otras dos plantas que llevaría la Secretaría de Marina (Semar).
Lo que en un día normal es un parque donde la gente pasea a sus perros, hace ejercicio o se sienta a tomar un helado en la colonia que tiene el mayor Índice de Desarrollo Humano del país, se convirtió en una especie de zona de “crisis humanitaria” para tener acceso a unos litros de agua potable para sobrevivir sin riesgo de enfermar.
¿Es primera vez o ya vino antes?”
El orden impuesto por los uniformados se rompía pocos pasos adelante, cuando decenas de servidores públicos del gobierno local iban y venían tratando de informar a la gente, la mayoría adultos mayores, que llegaban con su garrafón y su carrito de mercado para obtener gratis unos cuantos litros de agua limpia para bañarse, cocinar y darle a sus mascotas sin riesgo para su salud.
-Señorita, ¿en dónde me formo?
-¿Trae garrafón? Aquí.
-No traigo.
-Entonces acá.
-¿Es primera vez o ya vino antes? Fórmese allá.
Entre las indicaciones cruzadas y el ir y venir de los de chaleco guinda con verde, parecía complicada la operación del Puesto de Mando, pero la gente no tardaba mucho tiempo en recibir su garrafón.
En el lugar había mesas de “primera vez”, donde los vecinos dejaban sus datos: nombre, dirección, teléfono, para quedar registrados como estadística de una crisis sanitaria más en la capital mexicana.
También había otra mesa donde los afectados podían solicitar que personal especializado vaya a sus casas o edificios a limpiar sus cisternas sin cobro alguno. Había varias peticiones ante las denuncias contra empresas privadas que cobraban entre cinco y siete mil pesos por el servicio, según denuncias de los propios vecinos.
Otra fila se hacía para la gente que, por su edad o condición física, no podía llevar los garrafones y les ayudan para llevarlos hasta su casa. Solo había que señalar en un mapa del tamaño de la mesa, la ubicación exacta.
“¡Debería pedir dos, de una vez!”
Dos mujeres habitantes de la calle Tlacoquemécatl, a dos cuadras del Parque, llegaron al punto y mientras esperaban formadas la atención, contaron:
Traemos garrafones y llegamos hace como 15 minutos. La organización nos parece bien. Lo importante es que nos den el agua. Ahorita nos vamos a registrar aquí, por eso nos formaron para llevar nuestros garrafones”.
Mientras, como hormigas, seguían los trabajadores de la Secretaría del Bienestar, de la de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, de Salud, de Gobierno y su área de Participación Ciudadana; entre otros.
-¿Ya llenaron este papel?, preguntó un servidor público a una mujer que parecía confundida.
-Si, contestó ella.
-Debería pedir dos, de una vez, le recomendó el trabajador.
-Ah, ¿sí se puede?, respondió sorprendida.
Entre las carpas instaladas había una de la Jurisdicción Sanitaria Benito Juárez de la Secretaría de Salud (Sedesa) que ofrecía “Vacunación canina y felina ¡Totalmente gratuita!” que, aunque no era prioridad, no estaba de más.
Y así transcurría la operación de Puesto de Mando del gobierno de la CDMX para atender la crisis por contaminación del agua que, desde hace dos semanas afecta a, al menos, 10 colonias de la alcaldía Benito Juárez. Mientras, en el Pozo ubicado en la colonia Alfonso XIII en la alcaldía Álvaro Obregón, personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del gobierno local continuaba las investigaciones para saber la causa real de la contaminación del agua que desde ahí se surte a los habitantes de la zona.
A unos cuantos kilómetros, vecinos de estas mismas colonias mantenían por cuarto día consecutivo el bloqueo en la avenida Insurgentes al cruce con Xola, en demanda de que el gobierno de Martí Batres les informe la causa real de la crisis, les proporcione soluciones y garantías de seguridad para volver a tener el servicio de agua potable sin riesgo para su salud.