Elección Presidencial
Sheinbaum presenta su “visión” para el “segundo piso de la transformación”
En su cuarto cierre regional, Claudia Sheinbaum presentó en el Monumento a la Revolución su decálogo de “apuntes de visión estratégica” para construir lo que llamó "el segundo piso de la transformación".CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su cierre regional de giras en la Ciudad de México en busca de la candidatura presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum Pardo enlistó diez “apuntes de visión estratégica” para construir el proyecto de lo que llama “el segundo piso de la transformación”.
En el Monumento a la Revolución, que no llenó como cuando se despidió de la jefatura de gobierno de la CDMX el pasado 15 de junio, la morenista mencionó:
- Economía moral y disciplina financiera y fiscal.
- Inversión pública para el desarrollo regional con bienestar.
- Garantía y fortalecimiento de los programas sociales, el derecho a la educación, la salud y el acceso a la vivienda y la promoción de un sistema de cuidados con la visión prioritaria de un sistema de educación inicial para apoyar a las mujeres.
- Garantizar la justicia para los pueblos indígenas.
- Aprovechar la posición Estratégica de México con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte para atraer inversiones al país y generar empleos y salarios dignos.
- Desarrollo científico y tecnológico que promueva la innovación y el apoyo a la ciencias sociales y las artes.
- Acelerar la transición energética hacia fuentes renovables de energía, garantizando soberanía energética para desarrollo.
- Garantizar el derecho al agua y su uso eficiente.
- Seguir promoviendo la soberanía alimentaria. Sin maíz no hay país.
- La paz y la seguridad son fruto de la justicia; así como la libertad y la protección de los derechos humanos, sin represión ni autoritarismo.
Con un atuendo negro que contrastó con los coloridos vestidos y blusas que usó durante los 72 días de recorrido, previo a enumerar esos “apuntes”, Sheinbaum Pardo aclaró:
“Antes de que nos vaya a sancionar el INE, que seguramente anda por aquí, debo decir que no se trata de propuestas concretas, sino de apuntes de visión estratégica que, obviamente, no son exhaustivas y que ayudan a la coordinación nacional de la defensa de la transformación con ideas, con anhelos y enseñanzas de estos años, que considero importantes compartir para quienes desarrollan el proyecto”.
El anuncio de esos apuntes no levantó entusiasmo de los miles de asistentes, -alrededor de 12 mil, según conteos extraoficiales de policías capitalinos-, que llegaron a la Plaza de la República desde las 9 de la mañana.
Muchos viajaron desde las alcaldías Xochimilco y Tláhuac en autobuses y microbuses de transporte concesionado que se quedaron estacionados en avenidas cercanas como la Morelos. Al bajar, los organizadores les entregaron las banderas que debían ondear en la explanada y las calles aledañas donde se colocaron.
El mayor entusiasmo se vio cuando, en unas tres ocasiones, corearon más fuerte el “¡es un honor estar con Obrador!”
“Es mujer y es transformación”
En un discurso de 42 minutos que por varios momentos lució desangelado y la obligó a dejar de leer para arengar con la gente: “¡No los oigo!”, Claudia Sheinbaum recordó que mañana cerrará sus recorridos por el país para dar paso a la aplicación de cinco encuestas, una de Morena y cuatro “espejo” para definir quién coordinará la defensa de la transformación que, en los hechos, será el o la candidata presidencial.
Entonces, como lo ha enfatizado en la última semana, envió un mensaje a sus contrincantes internos:
“A mis compañeros siempre, siempre, siempre los voy a llamar a la unidad por el pueblo de México y a poner el interés del pueblo de México por encima del interés personal”.
No obstante, como también lo ha hecho, se dio por vencedora:
“No es por nada, no lo digo yo, lo dicen los medios, hasta nuestros adversarios, llevamos un año arriba en las encuestas. Por eso digo que este movimiento es mujer y es transformación”.
Al final del acto, con el estreno de una canción que no era copia de éxitos populares, Claudia Sheinbaum bajó del escenario así como llegó, sin las ensordecedoras porras y aplausos que recibió dos meses atrás, incluso, sin tanto eco del ya conocido grito de “¡pre-si-den-ta!”.