CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Leonardo Lomelí Vanegas, el próximo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recalcó hoy que existe un “espacio para dialogar y para cooperar” con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y adelantó que su administración estará marcada por una “continuidad en unas cosas”, pero también de “cambios por el bien de la universidad”.

Durante su primera aparición pública, que dio minutos después del anuncio de su nombramiento por parte de la Junta de Gobierno, el historiador y economista, integrante del grupo de Enrique Graue Wiechers –el rector saliente– evocó los “recursos” pendientes en el Poder Judicial de la Federación, en referencia al caso de plagio de la tesis de Yasmin Esquivel Mossa, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Preguntado sobre su relación futura con el gobierno de López Obrador –quien ha acusado la UNAM de haberse “derechizado”–, el nuevo rector estimó que hay una “buena disposición” del gobierno al diálogo, y descartó pedir más recursos para el próximo año.

Ante la perspectiva de las elecciones del próximo año y una posible victoria de Claudia Sheinbaum Pardo –también académica de la UNAM--, aseveró que “podría haber una buena disposición” en el apoyo a la ciencia, la tecnología y la cultura. 

En este marco, aseveró que una administración “tiene que saber conservar aquello que forma parte de sustancial de la institución, pero también debe tener la sensibilidad de identificar los cambios y la forma de procesarlos sin estridencia, de manera prudente, pero sí con la firmeza de que la universidad esté al día ante el país y ante el mundo”.

 “Va a ser una gestión en la cual se dará continuidad a unas cosas, pero se deberán de emprender cambios por el bien de la universidad”, dijo Lomelí, quien agradeció a la Junta de Gobierno de la UNAM por designarlo tras un proceso que inició el pasado 21 de agosto.

Sobre el caso de Yasmín Esquivel, dijo: “estamos en un proceso en el cual hay varios recursos todavía por resolverse en el Poder Judicial de la Federación, entonces estaremos atentos a que se resuelvan pero sí, una vez que se hayan resuelto, procederemos conforme al cauce que se determinó previamente”.

Ante las críticas sobre la falta de transparencia y de democracia en la designación de los rectores –la Junta de Gobierno decide en conciliábulo–, el hasta hoy secretario general de la UNAM aseveró que el proceso tuvo avances y más “apertura” en comparación con años anteriores.

“Nuestra democracia consiste principalmente en ejercer la representación de los distintos sectores de la comunidad a través de los cuerpos colegiados”, dijo el académico, cuyo mandato como rector se extenderá hasta 2027.

En su plan de trabajo, Lomelí se comprometió a destinar apoyos adicionales a facultades y bachilleratos, pero también a reforzar la presencia de la UNAM en la toma de decisiones de la nación, a través de cuerpos colegiados, y a otorgar más becas a grupos vulnerables, con el objetivo –entre otros– de revertir la brecha digital.

El académico adelantó que reformaría el estatus de los profesores en la UNAM –ya sea de los técnicos o del personal de asignatura, especialmente el que dedica la mayor parte de su tiempo a la docencia en la UNAM– y flexibilizaría los planes de estudio, con la idea, entre otros, de obtener recursos del sector privado.