CIUDAD DE MÉXICO (apro). – “Yo soy el único que le puede ganar al delincuente de (Andrés Manuel López) Obrador”, aseguró Rafael Acosta Ángeles, conocido como “Juanito”, quien reapareció en un evento del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde se destapó como presidenciable para el 2024.

Aseguró que está listo para competir en la elección presidencial de 2024 y que es el único que le puede ganar al presidente .

En entrevista, durante la reunión de la Agrupación Social Demócrata de México, encabezada por el PRD, señaló que el presidente lo conoce desde 1985, “y la traición de Iztapalapa y la traición a Juanito se va a pagar caro”, advirtió.

Acosta se refería a la elección de 2009 cuando contendió por la delegación Iztapalapa, impulsado por el Partido del Trabajo (PT), la cual ganó y tuvo que ceder a Clara Brugada, a quien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impidió contender por la demarcación como candidata y el PRD no la eligió su abanderada.

Asimismo, indicó que su figura podrá quitar a la “mafia de Morena del poder”, una frase que era usada con frecuencia por López Obrador antes de ser presidente.

El 25 de septiembre de 2020, 12 años después de haber sido conocido como el candidato a jefe delegacional en Iztapalapa por el PT (2009) que no quería cumplir su promesa de cederle el cargo a Clara Brugada, por lo cual rompió relación con los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, Rafael Acosta Ángeles, “Juanito”, reapareció como simpatizante del Frente Nacional Anti AMLO (FRENA).

En video de 1:08 minutos, difundido en redes sociales, se ve a aquél férreo simpatizante de López Obrador, excompañero de pleitos callejeros en plantones del diputado Gerardo Fernández Noroña, usando un cubrebocas con el logotipo de FRENAA y su característico listón tricolor rodeándole la frente, aunque ahora es más grande y se lee con letras negras y mayúsculas “JUANITO”.

Acosta Ángeles respondió la pregunta de una señora, quien dijo que se lo encontró por casualidad en el zócalo capitalino.

“Me da mucho gusto verlo, Juanito, candidato del pueblo”, le comentó la señora, quien no dudó en recalcar que por casualidad se atravesaron en el zócalo capitalino.

--- ¿A qué viene, Juanito?  --Le preguntó, su entrevistadora.

--- Mira, estoy en la lucha del pueblo y en contra de este delincuente, asesino, traidor que hasta periodistas ha mandado matar. No solamente al pueblo, a periodistas. –Respondió, al tiempo que se retiró el cubrebocas.

“Y tiene un grupo pagado de periodistas –indicó, pero se distrajo cuando unas personas lo saludaron de lejos--, y tiene un grupo pagado de periodistas que se le hincan y hacen todo lo que él dice para atacar al pueblo y a la gente que está luchando por el verdadero pueblo de México.

“Porque ese desgraciado quitó estancias infantiles, el Seguro Popular, apoyo a adultos mayores, el apoyo a los niños con cáncer, el apoyo a toda la gente le ha quitado”, indicó y la señora le comentó: “¡Y lo de Chihuahua!” y “Juanito” contestó: “Exactamente, y regalando el agua de Chihuahua, el agua de los mexicanos a Estados Unidos. Traicionando al pueblo de México. Un traidor, delincuente, asesino, que yo lo conozco a ese señor desde hace muchos años. A mí me traicionó en Iztapalapa y me mandó matar este desgraciado, asesino, traidor. Y yo lo dije en campaña: ‘si este desgraciado llega a la presidencia va a ser lo peor. Pero que Peña Nieto”, y ahí se interrumpió la grabación.

En septiembre de 2009, después de ganar la elección a la entonces delegación Iztapalapa, “Juanito” se deslindó del PT que lo impulsó, de Andrés Manuel López Obrador, quien lo había comprometido en una asamblea a cederle el cargo a Clara Brugada, quien había sido aspirante por el PRD, pero luego la quitaron por orden del tribunal electoral, y luego se desistió echando por la borda los compromisos pactados.

En la edición 1715 de la Revista Proceso, publicada el 13 de septiembre de 2009, se publicó la entrevista titulada “Otro hijo desobediente…”, hecha a Acosta Ángeles, donde, a manera de justificación, señaló sobre el pacto: “Acepté ese día porque todo fue muy rápido”.