HIDALGO (proceso.com.mx).-El Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió uno de sus últimos bastiones políticos: Hidalgo. Tras 93 años de gobiernos ininterrumpidos, por primera vez los resultados del conteo rápido de las elecciones de gubernatura arrojan tendencia de triunfo, 2 a 1, a un político opositor en la entidad: el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que en estos comicios fue coaligado con el Partido del Trabajo (PT) y Nueva Alianza.

Con base en los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), el candidato Julio Menchaca Salazar, de la coalición Juntos Haremos Historia, tendría un porcentaje de votación entre el 60.4 y el 63.2% de las preferencias, contra el 30.0 de límite inferior y 32.7 de límite superior probable de Carolina Viggiano Austria.

Por la tarde, tras emitir su voto, Omar Fayad Meneses, que se convertirá en el último mandatario priista, fue cuestionado si sería recordado como el gobernador que entregó el poder a un partido distinto al suyo, pero se negó a dar una postura, también de opinar si el PRI podría atribuirle responsabilidad de la derrota.

"Que la gente me recuerde como me quiera recordar", expresó Fayad. 

En su primer discurso ante medios tras declararse ganador, el morenista Menchaca Salazar, senador con licencia, adelantó que "no habrá cacería de brujas", aunque, acotó, tampoco "pacto de impunidad" con la administración saliente. 

Habrá auditorías, mencionó, hacia el gobierno que termina, pero, matizó, las que establece la ley. De momento, no dio pormenores de su equipo de transición. Lo primero, indicó, era garantizar el triunfo. "Vamos paso a paso", dijo en un acto en un salón privado, acompañado de militancia y la estructura de su campaña. 

Asimismo, hizo un llamado a la reconciliación hacia los actores políticos. Recordó que en el proceso interno de Morena participaron 52 personas en busca de la nominación, de las cuales, afirmó, la mayoría se sumaron a su proyecto.

La misma postura de trabajar en conjunto por el estado, agregó, la extiende hacia sus contrincantes.

En la sede del PRI estatal, Carolina Viggiano Austria reconoció que, con base en los conteos rápidos, incluido el del INE, las tendencias no la favorecían, aunque mencionó que esperará a que exista certeza jurídica sobre la elección y que se oficialicen, con todas las actas computadas, los resultados de la votación.

Anticipó denuncias ante las autoridades electorales por presuntas anomalías durante la jornada y afirmó que se enfrentó a una elección de Estado.

En un edificio semivacío, que registra su primera pérdida del Poder Ejecutivo, la aspirante estuvo acompañada de los líderes locales del PRI, PAN y PRD.