Economía

Esto gastan los mexicanos en fiestas

Día de San Valentín, carnavales, Día de la Madre, Fiestas Patrias, Navidad, Año Nuevo, todo es motivo para celebrar, y en ello se va una buena parte del presupuesto.
jueves, 22 de diciembre de 2022 · 18:35

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Los mexicanos gastan, en promedio, al menos 40 mil 482 pesos al año en fiestas y celebraciones, de acuerdo con un estudio realizado por el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Javier Fonseca Corona.

“Eso es lo mínimo, porque hay gente que celebra 15 años, bodas u otros eventos que pueden acontecer una sola vez en la vida, y esos gastos, de los cuales no hay registro, suelen ser enormes”, indicó UNAM Global, en un comunicado.

Señaló que el universitario realizó esta investigación, publicada en The International Journal of Interdiciplinary Social and Community Studies, en el cual estableció que hay un gasto recurrente en festejos, que se registra de forma periódica, como discotecas o centros nocturnos, o cargos comunales para festividades locales de santos o patronos en pueblos y barrios, de aproximadamente 28 mil 470 pesos al año.

Añadió que hay otro gasto, de eventos que se celebran cada año, como el Día de San Valentín, carnavales, Día de la Madre, Fiestas Patrias, etcétera, de 12 mil 12 pesos al año, en promedio.

 “En un hogar típico urbano, donde la media de ingresos es de 221 mil 980 pesos al año, el gasto total de 40 mil 482 pesos en celebraciones representa, aproximadamente, 18.24%, es decir, la quinta parte, aproximadamente”, apuntó.

Explicó que el caso es más “dramático” en los hogares rurales porque tienen un ingreso más bajo que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es de 120 mil 64 pesos al año, en promedio. “Si lo comparamos con el gasto en fiestas, estaríamos hablando de poco más de un tercio del ingreso del hogar”, apuntó el experto.

“Hay que tomar en cuenta que, generalmente, las personas utilizan las festividades para obtener prestigio social; con frecuencia es la forma de proyectar el poder económico de la familia, la influencia y, a veces, hasta el poder político. No faltan pretextos para celebrar”, sostuvo.

Destacó que no existe un registro oficial sobre lo que gastan los mexicanos en fiestas, por eso, su investigación es un esfuerzo de trabajo realizado durante varios meses y se usaron datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Inegi.

“Las ocasiones en las que más dinero gastan los mexicanos son Navidad, seguida de las Fiestas Patrias, los carnavales (que se llevan a cabo por varios días) y, en menor medida, Año Nuevo”, resaltó.

Además, sumó las nuevas festividades impulsadas por grandes cadenas comerciales.

“Siempre ha habido Día de Muertos, pero a partir de la grabación de una película extranjera se comenzó a hacer un desfile de catrinas en la Ciudad de México, y todo esto deja una derrama económica e ingresos para los comerciales”, indicó.

Para el investigador, si este dinero se reasignara a cuestiones prioritarias, como alimentación, salud o educación, se elevaría el nivel de vida de los mexicanos. Pero reconoció que no pueden eliminar las fiestas porque “son parte de nuestra cultura, lo llevamos dentro”.

Considero que lo que sí se puede es enseñar a la gente a encontrar un equilibrio entre la vida social y las finanzas personales y familiares.

“Podemos festejar con base en un buen presupuesto, calculado de acuerdo con nuestros ingresos o capacidades financieros. Tenemos todo el derecho a divertirnos; pero si eso genera un desequilibrio y gastamos por encima de lo que ganamos, vamos a terminar endeudados y eso perjudica nuestro futuro y el de nuestra familia”, agregó.

Para alcanzar ese equilibrio, Fonseca Corona recomendó utilizar la regla empírica llamada 50-20-30, sugerido por varios expertos en finanzas personales y familiares.

Esta regla consiste en destinar 50% de los ingresos a cubrir los gastos esenciales de la familia o persona, como vivienda, alimentación, servicios públicos y transporte para el trabajo; 20% a objetivos financieros, como ahorros, inversiones o pago de deudas, y 30% para el gasto flexible o gastos no esenciales, como las celebraciones.

En el aguinaldo aplica la misma regla, aunque lo ideal es dedicarlo al ahorro, junto con bonos o estímulos y, así, se obtendrían otro tipo de metas a mediano y largo plazos, señaló.

 

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