Alberto Núñez Feijóo
“La amnistía no es ni legal ni éticamente aceptable”: Núñez Feijóo en su discurso de investidura
El candidato a la presidencia de España la hipotética amnistía que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, estaría negociando con los independentistas catalanes.MADRID.— El candidato a la presidencia de España, Alberto Núñez Feijóo, criticó en su discurso de investidura, la hipotética amnistía que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, estaría negociando con los independentistas catalanes, y definió que él no lleva esa propuesta, porque “la amnistía no es ni legal ni éticamente aceptable”.
Aunque aceptó que no cuenta con los apoyos suficientes del Congreso de los Diputados, el también dirigente del Partido Popular arrancó risas en el hemiciclo cuando aseguró, “tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden”, en referencia a la amnistía que también le exigieron los independentistas de Junts per Catalunya, porque “ningún fin, ni la presidencia, justifica los medios”.
Luego de 35 días de haber recibido el encargo del Rey Felipe VI, Feijóo llegó al parlamento con los mismos 172 votos, que suman los escaños del PP, de la extrema derecha de Vox, de Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria. Se queda a cuatro escaños para sumar (176 de 350) que le darían la mayoría absoluta y con ello la llave de la gobernabilidad para alcanzar La Moncloa, sede del Ejecutivo español.
Feijóo refirió que si él dijera, “la amnistía o cualquier fórmula equivalente o análoga es un instrumento adecuado para superar el conflicto catalán, igualmente ese conflicto no se resolverá de manera definitiva si no contemplamos el derecho a decidir del pueblo de un referéndum o cualquier fórmula equivalente o análoga. ¿Con eso bastaría, no? No, no voy a defender eso porque tengo principios, límites y palabra”, siguió.
E insistió: “Ya les adelantó que en el proyecto que vengo a presentarles no figura la amnistía, no figura la autodeterminación ni fórmulas análogas o equivalentes”, porque consideró que “fuera de la Constitución no hay democracia”.
Aseguró que “no renuncio a la igualdad de los españoles ni a todo lo que compartimos para ser presidente del gobierno. No comparto que la Constitución sea burlada mediante decisiones que eliminen de un plumazo la igualdad entre todos los españoles”.
Durante los últimos seis años, el PP y sus dirigentes han tachado de golpistas al partido independentista Junts, que preside el expresidente catalán Carles Puigdemont, sin embargo, intentaron negociar su apoyo, pero éstos de entrada plantearon la amnistía. También buscó negociar con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), pero recibió un no rotundo.
En su discurso, Feijóo trató de presentar esta derrota parlamentaria como una renuncia propia por sentirse condicionado por los independentistas catalanes. Sin embargo, es Vox el que le ha impuesto no ceder ante los partidos catalanes.
En su intervención, el tono del mensaje estaba más cercano al del líder de la oposición, que de un candidato para ser presidente de España.
El candidato del PP en la investidura propuso la creación de un nuevo delito “de deslealtad constitucional” y agravar las penas de la malversación. “Debemos reforzar los instrumentos para proteger la dignidad del Estado, con dos decisiones que les anuncio”, dijo.
Propuso también un pacto de regeneración democrática, un pacto para revalorizar el poder judicial y reforma de modelo de elección de los juristas. Esta propuesta provocó protestas porque durante 4 años y 9 meses el PP ha bloqueado la renovación del Consejo General del Poder Judicial.
También propuso un pacto nacional del agua; pacto de saneamiento económico; pacto por las familias y pacto territorial y revitalizar la política exterior.
En la réplica a Feijóo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) envió a su portavoz Oscar Puente, exalcalde de Valladolid, y no subió Pedro Sánchez, con lo cual el candidato a esta investidura inminentemente fallida no pudo usar como un cara a cara el tema de la amnistía con el presidente en funciones.
La intervención de Oscar Puente colocó frente al espejo las contradicciones de Feijóo. Y en su dura respuesta, el socialista le dijo a Feijóo que “no tiene apoyos para ser presidente del gobierno y muy pronto tampoco los tendrá para seguir presidiendo el partido”, lo que revolvió a toda la bancada del Partido Popular.
El plantón de Sánchez revolvió a Feijóo, que al subir de nueva cuenta a la tribuna, le reprochó a Sánchez, “la descortesía” de no haber subido a responder y repudió al decir, “no participaré en el club de la comedia”.
Este reclamo al líder del PSOE, la bancada del PP se puso de pie y gritó “cobarde” repetidamente al presidente en funciones, descontrol que obligó a la presidenta del parlamento, Francina Armengol, a hacer un llamado para que se abstuvieran de lanzar ofensas a los presentes y a las instituciones.
La portavoz de Sumar, Marta Lois, le dijo que no asistían a “un debate de investidura, sino al final de un viaje”. “Señor Feijóo su viaje termina aquí, porque no puede gobernar un país que no comprende”.
Y le criticó que su actitud, como la derecha desde hace muchas décadas, “creen que dominar España es incendiar Cataluña”.
El diputado Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) dijo a Feijóo que “el conflicto entre Cataluña y el Estado español es político. La amnistía es una solución, guste más o menos, una solución que puede gustar, pero ¿hay alguna persona aquí que tenga una idea mejor?”.
Advirtió que ni los independentistas o los contrarios no van a desaparecer, porque ninguna autonomía puede imponerse en Cataluña con el 50% de la población en contra, ni se puede imponer una República con el 50% en contra”.
Y concluyó: “Una advertencia: no se pueden amnistiarlas consecuencias de un conflicto sin contemplar una solución para dicho conflicto, la cual tiene un nombre: votar”, es decir, sin un referéndum.
Marta Nogueras, portavoz de Junts, advirtió de entrada a Feijóo que no van a aportarle ni un solo voto de los siete con los que cuentan en el Congreso. A menos que haya un “tamayazo” (como se conoce en España el caso de un tránsfuga socialista que votó al PP a favor de beneficios).
Le recriminó a Feijóo, que él y su partido se manifestó “contra un territorio (Cataluña) que aún forma parte del país que quiere gobernar, como cuando hicieron una campaña de firmas contra el Estatut de Cataluña. Se ha manifestado contra una región que aporta el 16% de la producción española. Querer perjudicar a la economía catalana desde el Gobierno español no tiene vergüenza. Ese modelo español no es el nuestro, muchos no nos sentimos identificados. Ustedes van en contra de Cataluña y todo lo que representa. La independencia es una defensa legítima.