MADRID (apro).– El rey Felipe VI encargó este lunes al presidente en funciones, Pedro Sánchez, como candidato a una investidura para formar gobierno, cuatro días después del fracaso del dirigente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

En su comparecencia, Sánchez evitó en todo momento pronunciar la palabra amnistía, centro del debate político en España, por la eventual amnistía para los catalanes independentistas, acusados de diversos delitos tras participar en el referéndum del 1 de octubre de 2017.

“Es el tiempo de la política y la generosidad”, insistió Sánchez al abordar el conflicto catalán.

Respecto a la exigencia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts, que además de la amnistía, se tiene que aprobar un acuerdo con el Estado español para celebrar un referéndum de independencia para Cataluña, Sánchez adelantó que lo rechaza. “No solo por compromiso y exigencia constitucional, sino por una convicción política”, dijo.

En base al sistema de monarquía parlamentaria que vertebra España, la presidente del Congreso, Francina Armengol anunció que el rey había designado a Pedro Sánchez candidato a la investidura, al reunirse con el monarca después de que éste terminara su ronda de contactos con los líderes de los partidos políticos que han acudido.

Sánchez informó que empezará de inmediato las negociaciones con todos los partidos, a excepción de la extrema derecha de Vox, para tratar de obtener la confianza del Congreso de los Diputados.

El objetivo de Sánchez será repetir los 178 votos que le dieron a PSOE y Sumar el control de la Mesa del Congreso, y que además de éstos, sumaría a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts, EH Bildu, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG).

Precisamente, estos son los mismos partidos que votaron en contra de Feijóo en las dos votaciones de (miércoles y viernes) la semana pasada.

Sobre la fecha de las sesiones de investidura no quedaron fijadas, porque la presidenta Armengol dijo que convocará al pleno cuando considere que la negociación está “madura”.

Por su parte, Pedro Sánchez señaló que le gustaría “que fuera cuanto antes, confío. Las negociaciones no van a ser fáciles, van a ser complejas. Va a ser el tiempo de la política y de la generosidad”, insistió.