CIUDAD DE MÉXICO (apro).– De manera sorpresiva, la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) decidió incrementar en 25 puntos base la Tasa de Interés Interbancaria, situándola en 4.25%, luego de 22 meses consecutivos de relajamiento.

Horas antes, los analistas del sector privado habían confirmado que, para el resto del año, el banco central no movería dicha variable tras el alza en la inflación que en la primera quincena de junio registró una tasa del 6.08%, la cifra más alta no vista desde abril pasado.

Pero la decisión ya estaba tomada desde la víspera por el máximo órgano de gobierno del Banxico, excepto por dos de sus cinco miembros, quienes votaron a favor de mantener dicha variable en 4.00%.

El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, escribió en su cuenta de Twitter:

Así de fácil: no es la misma postura monetaria que se necesitaba el año pasado cuando la economía se desplomó 8.5% y la inflación terminó muy cerca de su objetivo en 3.15%, que la que se necesita ahora con crecimiento de 6% o más y una inflación doble de su meta.

Meta de inflación, hasta el 3T

De acuerdo con el Anuncio de Política Monetaria dado a conocer este mediodía, si bien se prevé que los choques que han incidido sobre la inflación son de carácter transitorio por su diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que han venido afectando a la inflación, pueden implicar un riesgo para el proceso de formación de precios.

En este contexto, señaló el Banxico, se consideró necesario reforzar la postura monetaria a fin de evitar afectaciones en las expectativas de inflación, así como para lograr un ajuste ordenado de precios relativos y propiciar la convergencia de la inflación a la meta de 3%.

Incorporando el comportamiento reciente de la inflación, señaló el reporte, la actualización de las trayectorias esperadas para la general y subyacente en los próximos trimestres son más elevadas que las publicadas en el último Informe Trimestral.

Ahora se estima que la inflación general converja a la meta de 3% en el tercer trimestre de 2022, aunque dichas previsiones están sujetas a riesgos al alza como presiones inflacionarias externas; presiones de costos o reasignaciones de gasto; persistencia en la inflación subyacente; depreciación cambiaria; y que la sequía presione a los precios agropecuarios.

Entre los riesgos a la baja se encuentran los efectos de la brecha negativa del producto; mayores medidas de distanciamiento social, y apreciación cambiaria.

Sobre la economía mexicana, la Junta de Gobierno, de la que también forman parte, con voz y sin voto, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio, consideraron que la recuperación registró un importante repunte en marzo y cierta moderación en abril.

“En el resto del año se prevé que retome su trayectoria de recuperación, con un balance de riesgos equilibrado y que se mantengan condiciones de holgura en la economía en su conjunto, con marcadas diferencias entre sectores”, adelantaron.

El Banco de México consideró necesario salvaguardar el ámbito institucional, fortalecer los fundamentos macroeconómicos y adoptar las acciones necesarias en los ámbitos monetario y fiscal, para propiciar un mejor ajuste de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto.

Decisión sorprende a los analistas

La decisión de política monetaria en la que el instituto central puso fin a 22 meses de relajamiento en las tasas de interés causó asombro entre los analistas.

De entrada, la Encuesta Citibanamex recabada y publicada esta semana, que ninguna de las 29 casas de análisis esperaba este movimiento, sino que previeron un aumento hasta septiembre del presente año.

De acuerdo con el Grupo Financiero Monex, dado lo inesperado de la noticia, tras el anuncio el tipo de cambio tiene una fuerte apreciación de 0.80% provocando que el dólar cotice en 19.85 pesos.

Por su parte, Intercam Banco señaló que “la decisión se tomó por los riesgos que plantea la dimensión y magnitud de los recientes choques que han afectado la inflación para la formación de precios en la economía. Además, el ajuste busca lograr la convergencia de la inflación a la meta de 3% y evitar cambios en las expectativas de inflación a mediano y largo plazo”.

Hacia adelante, acotó, mantenemos nuestra expectativa de no ver movimientos a la tasa de interés lo que resta de 2021 y consideramos que permanecerá en 4.25%.

“Sólo un escenario de persistentes presiones inflacionarias obligaría al Banco de México a continuar con el ciclo de alzas. La ausencia de consenso entre los miembros sugiere que la decisión tomada esta tarde no refleja una postura común en la Junta de Gobierno y, por lo tanto, la probabilidad de que se continúen elevando las tasas es baja”, concluyó  el análisis Intecam.