Inflación
La inflación anual en su nivel más alto desde abril, la tasa se ubicó en 6.02%
Los productos que tuvieron una mayor incidencia en la inflación fueron el jitomate, la naranja, el transporte aéreo, los servicios turísticos en paquete, el gas doméstico LP, y en menor medida los costos de la tortilla de maíz, la electricidad, restaurante y similares, así como la carne de res.CIUDAD DE MÉXICO (apro).—La inflación alcanzó una tasa anual del 6.02% en la primera quincena de junio, su mayor nivel no visto desde abril pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al interior del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) la inflación subyacente, la cual está integrada por aquellos productos que no presentan volatilidad en sus precios se ubicó en 4.58% anual, lo cual significa el registro más alto no visto desde la primera quincena de enero del 2018, cuando la tasa fue de 4.63%.
Por su parte, la inflación no subyacente, compuesta por los productos con los precios más volátiles como los energéticos, las tarifas autorizadas por el gobierno, así como los agropecuarios se elevó 10.61% en los primeros 15 días de junio.
Los productos que más aumentaron de precio y que tuvieron una mayor incidencia en la inflación fueron el jitomate con un alza del 13.89%; la naranja, 9.95%; el transporte aéreo, 7.67%; los servicios turísticos en paquete 3.33%; el gas doméstico LP, en 1.62%; y en menor medida los costos de la tortilla de maíz, la electricidad, restaurante y similares, así como la carne de res.
En contraste, disminuyeron los costos del chile serrano en 17.49%; pepino, 14.83%; uva, 10.82%; limón 8.40%; del tomate verde en 7.74%; otros chiles frescos, 5.58%; el huevo, 3.90%; la papaya. 4.14%, principalmente.
De acuerdo con el análisis del grupo financiero Ve por Más, la inflación se aceleró por segunda lectura, pero logró quedar debajo del máximo registrado en abril.
La desaceleración en el índice no subyacente, por una base comparativa menos débil en energéticos, fue eclipsada por el mayor dinamismo en el subyacente, que refleja choques de costos (materias primas), disrupción en las cadenas mundiales de producción y, en el caso de los servicios, un repunte en la demanda (menor confinamiento).
El grupo financiero agregó que un menor efecto aritmético (base de comparación menos débil) y la expectativa de que se vayan disipando las disrupciones en la oferta, inducirán cierta desaceleración en la inflación, pero permanecerá elevada el resto del año y su panorama exhibe diversos riesgos.
En este contexto de precios, concluyó, y de incertidumbre económica y volatilidad financiera, descartamos que el Banco de México recorte la tasa objetivo en lo que resta del año; por el contrario, prevemos que inicie un ciclo de alzas próximamente, con mayor probabilidad en 2022.