CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una noche épica de Champions League se vivió en el Santiago Bernabéu.

Cuando el Real Madrid estaba prácticamente eliminado, vino desde la banca el brasileño Rodrygo y, con dos goles en dos minutos, mandó a tiempos extras el partido de semifinal ante el Manchester City.

El milagro merengue se concretó, en el primer tiempo extra, con un penalti marcado a favor de Karim Benzema, quien desde los once pasos selló la histórica voltereta de 3-1 (6-5 global).

El primer tanto de los dirigidos por Pep Guardiola llegó al minuto 73 cortesía de Riyad Mahrez, tras una gran definición en la que el guardameta belga Thibaut Courtois no pudo hacer nada, dejando el marcador parcial de 1-0.

El conjunto blanco no mostró una rápida reacción, sin embargo, con los cambios que mandó Carlo Ancelotti, entre ellos Eduardo Camavinga, Rodrygo y Marco Asensio, el funcionamiento del equipo mejoró evidentemente.

Fue hasta el minuto 90 cuando por fin Rodrygo anotó y revivió la esperanza madridista. Un minuto después, al 90+1, el propio brasileño apareció nuevamente, ahora con un cabezazo, que emparejó el global 5-5 y obligó a los tiempos extras.

A partir de ese momento, el cuadro blanco se mostró superior anímica y futbolísticamente, lo cual se reflejó al minuto 95, cuando Karim Benzema marcó de penalti, que a la postre significaría la épica remontada.

El Real Madrid se medirá al Liverpool en la gran final del torneo el próximo 28 de mayo en el estadio de Saint-Denis, de Francia. En el 2018 ambos clubes disputaron la final, con triunfo merengue de 3-1.