Teatro

Teatro: "Los Fridos"

Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición se volvió mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).
sábado, 15 de febrero de 2025 · 14:59

CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- Frida Kahlo controvertida, Frida pintora, Frida surrealista, Frida mujer, Frida comunista, Frida mercado, Frida y su diario. Frida maestra; maestra de la Escuela de artes plásticas La Esmeralda; tutora de los Fridos como los nombraron después. Frida Kahlo, la maestra que dio clases en 1942 a un grupo de alumnos, a los que marcó su vida con su ejemplo, sus dichos y su forma de ver la vida más allá de la educación convencional. Hayden Herrera lo relata en su libro "Frida. Una biografía de Frida Kahlo", una de las mejores biografías de la pintora, publicada en el 2002, y de la que Clemente Vega toma mucha información para la creación de la obra que él escribe y dirige: Los Fridos. 

"Los Fridos", que se presenta en el Foro Lucerna, nos deja asomarnos a los que pudieron haber sido sus alumnos. Se inspira en personajes que existieron: Arturo García Bustos, Arturo Estrada, María de los Ángeles Ramos, Tomás Cabrera, Ramón Victoria y Erasmo Vázquez e inventa a sus personajes para hablar de la época, de la búsqueda vocacional, de la lucha por la sobrevivencia y los conflictos internos de los jóvenes que quieren ser artistas. 

Clemente Vega retrata bien a estos personajes; con unas cuantas pinceladas sabemos de ellos. Ahí está el proceso de identidad sexual y sus conflictos; su negación o aceptación; de la violencia intrafamiliar; de las dudas profesionales y existenciales. Con menos claridad observa y se detiene en los problemas de una chica que quiere ser libre, que le atan las convenciones y tiene un buen ejemplo para romper con ellas; se acerca a un tema crítico, más en ese tiempo, como es el aborto. El autor inventó sus microhistorias y decidió dejar fuera otros personajes como Fanny Rabel, figura importante de los Fridos y de la pintura del siglo XX, así como a Guillermo Monroy, el último de ellos. 

Así es la ficción. Los personajes parten de la realidad para que el autor se desprenda de ellos y con libertad cuente la historia que quiere contar. Una historia entrañable y emotiva desde una visión optimista. No es el estereotipo de la Frida sufriente, ni la esposa despechada; es de la maestra sabia que con sencillez transmite sus conocimientos e invita a sus alumnos a vivir la vida y aprovecharla al máximo. Esa Frida, gran pintora, malhablada y rebelde; atrevida y solidaria. 

"Los Fridos" está hecha a cachos, alternando la narración de alguno de los alumnos sobre un recuerdo, o viñetas escénicas para mostrar distintos momentos que vivieron maestra y alumnos; en el salón de clases, por lo general, pero también en la casa de Frida o en la pulquería La Rosita a la que Frida invita a sus alumnos a pintar sus muros. Ella los instiga a salir de su zona de comodidad y andar en la calle pintando lo cotidiano, en encontrar en un retrato la esencia del personaje o aprender lo que una sandía puede decir. La maestra da muchos consejos de vida, sencillos pero que resuenan en el espectador, a veces didácticos pero amorosos y liberadores. 

En el espacio escénico se utilizan un mínimo de elementos, caballetes, una mesa e instrumentos para pintar. El director, acertadamente, decide que los lienzos estén en blanco y que en cada trazo que se imprima, el espectador imagine el color y la forma. Las transiciones, tan bien resueltas, permiten que la obra fluya, y ante el predominio del tono sepia, contraste con el colorido del vestuario de Frida Kahlo (aunque a veces sus bolsas y aditamentos no correspondan a la época y por el estar cambiando constantemente de vestuario, se pierda el encontrar un hermoso rebozo o una falda y blusa más auténticas). Es curioso que los mandiles de los alumnos sean de loneta o mezclilla y erráticamente el de la alumna sea como de cocina, blanco y con olanes. 

Los jóvenes actores contagian su entusiasmo y logran, guiados por el director, proyectar verdad y soltura. Resaltan Mario González Solís y Jorge Viñas. El resto del reparto, Bobby Mendoza, Fabiola Villalpando y Elisabetha Gruener (que alternan), Andrés Jurado y Gonzalo de Esesarte (que también alternan), no dejan de contagiarnos esa vitalidad. Son personajes con los que el público empatiza y termina por querer al igual que la interpretación contundente de Mónica Bejarano como Frida. 

Clemente Vega, joven autor y director, nos comparte una propuesta de buena factura sobre un tema poco explorado, que nos interesa y enriquece la visión sobre Frida Kahlo; la creación pictórica, el aprendizaje y la enseñanza más allá de lo académico y la alegría de vivir. "Los Fridos" es una obra que desde la sensibilidad y las orientaciones de vida, abre puertas para buscar lo que realmente queramos ser. 

ap/ 

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