Cultura

“Casi el paraíso”, la novela de Spota, en cines

Es la novela preferida de su novelista preferido. Así que decidió llevarla a la pantalla. Ubicada en los años cincuenta, debió trasladarla a nuestros días. Edgar San Juan consiguió así, cuenta, ajustar la crítica política, la corrupción, el malinchismo y los asesinatos a periodistas.
domingo, 15 de septiembre de 2024 · 07:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El cineasta mexicano Edgar San Juan se arriesga a llevar a la pantalla la novela de Luis Spota Casi el paraíso, con el mismo título, pero la historía no la sitúa en los años cincuenta, se da la licencia de ubicarla en el siglo XXI, y critica la corrupción, el abuso de poder, el asesinato de periodistas y el malinchismo.

Tardó 10 años en crear el filme de 107 minutos. Escribió el guion junto con Hipatia Argüero y Juan Curi, y ya se puede ver en los cines de México desde este 12 de septiembre. Se lanzó a las salas, bajo Cinépolis Distribución, con mil 500 copias.

San Juan (DF, 1970) narra en entrevista que el libro lo leyó cuando tenía 13 años:

“Amo la novela. Me encanta Luis Spota. Es mi autor mexicano favorito. Casi el paraíso es la novela perfecta porque mezcla el malinchismo, la clase política y la corrupción. Todo se enlaza con un chisme del aristócrata italiano Ugo Conti, quien viene a seducir a la sociedad mexicana. El volumen es muy divertido, pero para la pantalla grande ya teníamos que traerla al siglo XXI, era la única manera en la que podíamos despojarnos del asunto machista de los años cincuenta. Sentía que de esta manera los personajes femeninos podían florecer determinantes.

“Y la verdad creo que lo conseguimos, porque ahora de un lado está Frida Becker, que se halla contra el sistema, y del otro Teresa Rondia, este último personaje para mí era la hija de Romero Deschamps (exlíder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana). Esa chica que exhibió su yate y su jet, en fin. Esos dos personajes, Becker y Rondia, se vuelven relevantes en la adaptación fílmica, mientras que en la novela estaban muy encadenados a ese universo heteropatriarcal de los años cincuenta”.

En el filme, al llegar a México, el conde italiano Ugo Conti supo que había encontrado el paraíso, al lograr que la alta sociedad mexicana se rindiera a sus pies. Alonso Rondia, un político con sueños de grandeza, ve en Conti su pasaporte al poder ofreciéndole lujos, dinero ilimitado y el corazón de su hija Teresa. Mientras el conde aprovecha su relación con Alonso, se reencontrará con Frida Becker, el amor de su vida, y la única persona que conoce toda la verdad sobre el oscuro pasado que lo persigue.

El elenco principal lo conforman Andrea Arcangeli, Esmeralda Pimentel, Miguel Rodarte, Karol Sevilla y Maurizio Lombardi. Casi el paraíso (México/Italia/Estados Unidos, 2024) es apoyada por Film Tank, Interlinea Films, Telemundo Studios y EFD en asociación con The Lift, Eficine Producción, Mibact, Apulia Film Fund e Ibermedia.

Luis Spota (DF, 1925-1985), además de ser narrador, ejerció el periodismo. Dejó más de 30 libros. Sus novelas abordan la vida urbana en el México de los cincuenta y sesenta. En 1981, en una entrevista efectuada por Armando Ponce para la revista Proceso (# 262), destacó que era marginado “desde siempre” por las llamadas capillas culturales. A pregunta expresa sobre cómo había sido hecho a un lado por la “mafia” de Fernando Benítez en el suplemento México en la Cultura, de la revista Siempre!, expresó que la misma sección cultural de Proceso representaba también un reducto que imponía sus convicciones, sus gustos, sus antipatías:

“Yo no les gusto, nunca ha habido una crítica, ni siquiera una mención de un libro mío”.

Camino a la pantalla

—¿Cómo fue en el guion situar la novela a la época actual? —se le pregunta a San Juan.

—Hicimos veinticinco tratamientos del guion. Es decir, fue una locura. El proceso de desarrollo del proyecto duró diez años. Desde 2013 hasta 2024, porque al principio sí estábamos pensando hacerla de época, pero cuando decidí dirigirla era muy arriesgado que una ópera prima fuera una película tan cara. Entonces también en términos de economía hacía mucho más sentido traerla al siglo XXI; por otro lado, Spota escribió su historia de una manera muy visual, son imágenes lo que escribe y sus diálogos son perfectos. Entonces creo que adaptar una obra tan padre, con personajes tan reales, pero a la vez tan críticos y con un sentido del humor casi perfecto, se vuelve un gozo, aunque es una responsabilidad inmensa. Hicimos la adaptación con muchísimo amor, pero también conscientes de que estábamos dando un salto triple mortal, y creo que conseguimos un buen resultado.

En la cinta se ve el teléfono celular y la utilización de las redes, y al respecto argumenta el también productor:

“A mí me da la impresión de que la sociedad de los años cincuenta era ingenua, no había tanta seguridad policiaca, podías entrar a un vuelo con el pase de abordar de alguien. Como que era mucho más fácil hacer travesuras. Cuando pensamos entrar al siglo XXI decíamos ‘¿cómo lo hacemos?, ¿cómo puede funcionar?’ Pero me di cuenta de que gracias a las redes sociales y al teléfono ahora somos más ingenuos. Nos hemos vuelto más confiados en la tecnología. A lo que te diga Instagram. Le das más veracidad que lo que te digo en un mail. Siento que estamos en esta época de la posverdad y que nadamos en un pantano con muchísima información, por lo cual vemos y creemos en lo que más cerca nos queda.

Arcangeli, Sevilla y Rodarte. Foto: Cortesía de la producción.

“Y es triste ver este cambio de paradigma con la información de los diarios. A mí me da mucha tristeza que los jóvenes ya no lean diarios. Toda la información les llega por Twitter (X) o Instagram, y también por eso en Casi el paraíso era importante para mí señalar la violencia al oficio periodístico en México. Lo hice porque me duele muchísimo. No es posible que esta administración haya sido con el mayor asesinato de periodistas. También lo hice como un homenaje a Luis Spota, que además fue periodista. Quería poner el dedo en la llaga y hablar de eso sin perder este vehículo de entretenimiento, pero sí quise poner la situación del periodismo en México y las amenazas que está enfrentando”.

La crítica y el humor

—En el largometraje se ven claramente los favores entre los políticos, y luego cómo todo se cobran, ¿verdad?

—Eso es brutal. Nuestra clase política se rebana el pastel, es decir, todo es para ellos, y sólo dejan una pequeña porción para la sociedad. Nuestra clase política no quiere llegar a ser gobernador con una real vocación de servicio público, sino más bien para llegar a hacer los proyectos que les interesan, seguir ordeñando a la sociedad y hacerse de más recursos. Pero sentíamos que en tono de comedia funciona mejor críticar eso, porque es algo sobre lo que queremos abrir la conversación y además nos damos cuenta de que para los políticos es muy fácil darnos atole con el dedo.

Se le menciona que la novela contiene su propio humor, por lo cual se le pregunta cómo trabajó la comedia con las actrices y actores, y explica:

“Tuve el privilegio de contar con el mejor ensamble actoral posible. Uno de los retos de adaptar una novela que amas es a quién poner en ese personaje que leíste, Ugo Conti, porque la novela lo pone como un italiano guapísimo y encantador. ¿Quién va a llenar esos zapatos?, ¿a quién tienes en tu mente? Al personaje Alonso Rondia lo describe Spota de una manera excepcional, pero cuando se trata de traerlo al cine, al audiovisual, dices ¿quién es Alonso Rondia?, ¿Daniel Giménez Cacho, Joaquín Cosío? Empiezas a ver la lista de actores que quieres, pero siempre tuve claro que Miguel Rodarte es su tono. Se me hace el mejor actor de México en ese rango, es muy bueno, muy poderoso.

“De repente surge la posibilidad de trabajar con Esmeralda Pimentel, quien es una actriz que viene más del entorno televisivo, pero sentía que poseía mucha fuerza, talento, más allá de que es una mujer muy bella y que retrata increíble en pantalla y que la cámara la quiere mucho y posee esta cosa del antisistema, le gusta ir a contracorriente. Y finalmente, cuando existió la posibilidad de trabajar con Karol Sevilla, quien hizo una serie llamada Soy Luna y se volvió megafamosa en Latinoamérica para la generación que ahora debe contar entre los diez y veinte años años de edad, se volvió como un personaje referencial, pero era la chica Disney”.

Cuenta que al surgir la posibilidad de trabajar con ella, su referencia era la hija de Romero Deschamps:

“Yo decía ‘debe ser hija de político, fresa, ingenua, que no sabe nada de política, sin embargo disfruta de los beneficios del poder’. Además, quería que al principio generara rechazo y luego fuera adorada. Y la ves con el vestido de novia, así como de ‘ya chingué, me voy a casar con este cabrón y voy a tener millones de followers’”.

San Juan asegura que logró el tono con el humor, “pero hay una crítica a los asesinatos de los periodistas, hay una crítica a la corrupción, entonces andamos en un hielo muy delgado, que si nos pasábamos, nos íbamos al abismo, pero creo que la gente se divierte y disfruta. La película gustó por eso. La película empieza muy frívola y después se va tornando cada vez más oscura. Ofrece un humor y una crítica que sí nos toca”.

—Pone énfasis en el abuso de poder, ¿verdad?

—Definitivamente, y también en la mentira perpetua en la que los políticos mexicanos nos quieren ubicar y quieren que vivamos ahí. El gatopardismo de ‘todo cambia para que todo siga igual’. Creo que el abuso del poder y el uso de la mentira que vemos en nuestros políticos es como la moneda de cambio diaria.

El temor

—¿No temió trasladar al cine este libro de Spota?

—En el libro me encantó la crítica que hace al malinchismo, a la voracidad de los políticos y la desigualdad. Creo que en el fondo la novela es una lucha de clases. Del hijo de una prostituta napolitana que intenta llegar hasta lo más alto de la pirámide y tomar su posición ahí, hasta se puede leer en una lectura muy marxista. Cuando la empecé a adaptar tenía terror, estaba muerto de miedo, decía ‘¡qué responsabilidad tan fuerte!’, pero poco a poco dejé que la novela me fecundara, y fui cambiando, y siento que junto con las actrices y los actores y equipo técnico dimos a luz una adaptación luminosa. Cuando nació nuestro bebé, vimos a esta criatura única, crítica y por momentos oscura, pero siento que es una película estupenda”.

Lombardi y Arcangeli. Foto: Cortesía de la producción.

El reparto lo completan Alberto Estrella, Gerardo Taracena y Enrique Arreola.

“Generalmente las producciones mandan el guion. Y es complicado cerrar con los actores y actrices: uno, que les guste el proyecto, y dos, que tengan libre la agenda. Cuando se lo propusimos a nuestro talento, todos dijeron que sí. Fue como nuestro talento soñado. Y mi temor de hacer una adaptación es que no estuviera a la altura. Se empezó a conjurar, pero siempre tenía esa responsabilidad y siempre sentía que estaba cargando una cruz, porque es una novela épica, no estaba adaptando cualquier cosita, y debía ser muy respetuoso y amoroso con esta adaptación”.

—¿Cómo se siente que ya se estrena Casi el paraíso tras diez años de trabajo?

—Hemos hecho un tour de medios por toda la República, fuimos a Ciudad Juárez, Tijuana, Monterrey, Guadalajara y Puebla, y contestando a tu pregunta de cómo me siento, creo que ver la película como la disfrutaba la audiencia que radica fuera de la ciudad (sobre todo con la escena de las copas) es un momento apoteósico de la película, un clímax, y la gente reacciona de una manera tan hermosa que al principio tenía mucho nervio y mucho miedo, pero ahora viendo la reacción de gente de toda la República me siento muy contento. Porque además es una película financiada parcialmente con Eficine, es dinero de tus impuestos y de los míos, y es una película que creo que le pertenece a México.

Redondea:

“Creo que somos una potencia cinematográfica y debemos entregar películas con las que nuestra audiencia pueda comunicarse, disfrutar y que genere una conversación. La verdad es que estoy muy feliz, muy satisfecho, pero sobre todo muy agradecido con lo que ha ocurrido a partir de esta película. Muy agradecido con los productores, el equipo técnico y sobre todo con el talento. Y salimos con mil quinientas pantallas, lo cual está increíble. Y la novela se está reeditando con el póster de la película, y la canción que compuso Karol Sevilla sobre el filme se puede escuchar en Spotify”.

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