CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– A principios de este mes, en el pueblo español de Guernica, centenares de personas se congregaron en una plaza para formar una tabla humana como bandera de Palestina. Renació en esa imagen el gran cuadro, cartel, mural o como quiera que se le llame, del “Guernica” de Pablo Picasso, símbolo antibelicista por excelencia.

Radicado desde hace 15 años en México, Manuel-Héctor Fernández-Carrión está ofreciendo presentaciones de su volumen insólito en que se adentra absolutamente en esa obra, que además de ser ensayo múltiple ofrece en sus 400 páginas alrededor de 200 dibujos como variantes del mural.

Malagueño y también artista como Picasso, el autor alcanzó ya este año la segunda edición de “En torno al Guernica. Diálogo entre Picasso y fCarrión”, aparecida en 2023 en edición conjunta México y Madrid (APublicaciones de CiECAL, Centro de Investigación y Estudios Comparados de América Latina). El además historiador de arte ha impartido una conferencia en el Ateneo Español de México el 29 de febrero, con el que dio inicio al “tour” sobre el “Guernica” en México; prosiguió el 3 de marzo en el Auditorio Prieto dentro del marco de la 45 Feria Internacional de Libro del Palacio de Minería de la UNAM, y ahora va al recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes, el emblemático Salón de la Plástica Mexicana (SPM), donde mostrará además algunos de su autoría sobre los dibujos a blanco y negro del mural, pero también a color --y sí, leyó usted bien, aunque parezca contradictorio.

Tiene previsto continuar en otras instituciones de relevancia cultural, para proseguir en España (Madrid, Barcelona, Málaga y Sevilla) y en Francia (París).

A las 16:30 horas será presentado por la presidenta de la Casa de Coahuila, Lilia Cárdenas Treviño, quien dará paso a la coordinadora del SPM, Cecilia Santacruz, para que acompañe al autor en ese diálogo con Picasso, quien en 1937 sacudió al mundo con la obra artístico-política denunciando el ataque alemán al poblado español de Guernica, y que hoy es la joya del Museo de Arte Reina Sofía en Madrid, España.

“El óleo sobre lienzo --escriben los editores en la contraportada-- que por sus dimensiones (776.6x349.3 cm.) y la técnica artística empleada (pinceladas de pintura vinílica sobre espacios grandes de lienzo) se ha venido a considerar un mural, y por  

la intención política que le motiva por ser un encargo hecho por la república española unido a la ideología de su autor, dentro de un trágico periodo histórico para España inmersa en la guerra civil (1936 a 1939) se le clasifica también de cartel (…) ha servido de modelo iconográfico e iconológico para muchos artistas de distintos países del mundo, desde 1937 a la actualidad.”   

El estudio de Fernández-Carrión, en su primera parte, consiste en un análisis histórico del arte:

–Introducción estilística al “Guernica”.

–Desarrollo estilístico de Picasso en la década de los treinta.

–Peculiaridades generales del “Guernica”.

–Evolución artística y vida personal de Picasso de 1900 a 1931.

–Historia del “Guernica”: Exposición Internacional de París, peregrinar por el mundo, llegada definitiva a España.

Los siguientes apartados son:

2.- Sobre los bocetos del “Guernica”.

3.- El “Guernica” en color según Héctor fCarrión.

4.- El “Guernica” en blanco y negro según Héctor fCarrión.

5.- Collage sobre el “Guernica”.

6.- Versiones del “Guernica” por Héctor f-Carrión.

Y una sólida bibliografía.

Con estudios de bellas artes en Sevilla y en Madrid, MHFC es doctor en historia por la Universidad Complutense de Madrid. Ha expuesto individual y colectivamente, como pintor, escultor y dibujante, en numerosos países; es autor de varios libros, entre ellos “Conservación y restauración de bienes culturales” (1989); e ilustrador en diarios y revistas como “El País”, de España. Actualmente es investigador de la Universidad de Harvard.

El siguiente fragmento, titulado “El ‘Guernica de Pablo Picasso: de su creación a su constitución como símbolo universal´”, forma parte del volumen a presentar.

Texto de fCarrión

Como analizo en profundidad en el libro titulado “En torno al Guernica. Diálogo entre Picasso y fCarrión” (2024), Picasso elabora el cuadro-mural “Guernica” entre el 11 de mayo y el 4 de junio de 1937, de estilo cubista-expresionista, que se expone inicialmente en la “Exposición internacional de París” en 1937 y posteriormente durante el desarrollo de la Guerra Civil española en la que los republicanos van perdiendo zonas de influencia del territorio español en favor del ejército rebelde comandado por Franco, la obra inicia un recorrido expositivo por el mundo.

En primer lugar de la mano del marchante Paul Rosenberg por los países escandinavos (Oslo, Copenhague, Estocolmo y Gotemburgo); prosigue el itinerario expositivo el marchante Roland Penrose por Gran Bretaña (Londres, Leeds, Liverpool y Manchester) y con el inicio (unos meses antes [febrero]) de la dictadura militar de Franco en España (1 de abril de 1939), el “Guernica” que es propiedad de la república española, viaja a los Estados Unidos, donde es expuesto en Chicago, San Francisco, Nueva York…, y en la década de los cuarenta (1942) se instala en el Museum of Modern Art de New York (MoMA) hasta 1981, fecha esta última en la que regresa definitivamente a España al Museo del Prado en 1992, y entre medias se expone en Italia, Brasil, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos…

El “Guernica” es una obra artística que posee un notorio significado antibélico, constituyéndose en un “canto antibelicista” de impacto internacional, a consecuencia de la  interpretación política-artística que le ha dado a la obra la historia del arte y la opinión pública desde un principio en todo el mundo, lo que unido  a la ideología de su creador Picasso, que es una persona de izquierdas próxima al comunismo, o al menos es contraria abiertamente al posicionamiento político de las derechas --como también lo es el pintor Diego Rivera (1886-1957), por ejemplo, entre otros creadores artísticos.

Es decir, el “Guernica” adquiere una simbología antibélica, al conjuntarse la iconología pictórica representada con la ideología de su creador; lo mismo que le sucede al Che Guevara, que en torno a su figura agrupa una actitud política de izquierdas con una dedicación vital por la consolidación de la revolución internacional. Si el cuadro-mural en cuestión hubiese sido sólo una simple representación con algunos elementos pictóricos que mostraran un cierto dramatismo iconográfico, no hubiera tenido el impacto mundial que ha tenido la obra picassiana, que es el resultado de una inequívoca intención ideológica antibélica a favor de la paz en todo el mundo. Por esta razón, a pesar de que en Estados Unidos, tras la segunda Guerra Mundial, durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, se aplica la política del senador conservador republicano Joseph McCarthy (1947-1957) contra el comunismo, por la que “(…) todas las referencias a Franco o a la Guerra Civil española se eliminaron discretamente del texto explicativo que acompañaba al cuadro. En lo que constituía un primer paso hacia la universalidad, simplemente se indicaba al espectador interesado e inocente que el mural expresa el aborrecimiento a la guerra y a la brutalidad (…). Sobre las paredes blancas del templo modernista [del MoMA], el Guernica se convertía ahora antes que nada en un cuadro (…)” (Van Hensbergen, 2005) y por extensión en un icono del arte contemporáneo mundial, y a pesar de esta intención oficial de apolitizar el cuadro, este no pierde su sentido combativo antibelicista.

Por esta razón, a pesar de que  en el MoMA se intenta eliminar todos los referentes políticos que puede conllevar el cuadro y al mismo tiempo se pretende convertir el “Guernica” en un obra artística apolítica, cuando no lo era, con exclusivo valor artístico, y para esto el primer director del MoMA (1929-1943) en el “Simposium sobre Guernica”, en noviembre de 1947, insiste en esta línea de eliminar la ideología y la trascendencia política del cuadro picassiano, con las siguientes ideas: “Pero este toro es un toro y este caballo es un caballo (…). El público que contemple el cuadro debe ver en el caballo y en el toro símbolos que deberán interpretar tal y como los entiendan. Hay algunos animales [y figuras]. Son eso, animales [y personas humanas] masacrados[as]. En lo que a mí respecta, eso es todo. Es el público quien tiene que ver lo que quiera ver (Barr, cfr. Ayuntamiento Gernika-Lumo, 2007), por tanto, recomienda a los espectadores que no sigan opiniones externas politizadas, y que vean el cuadro como una exclusiva obra de arte.

La importancia de Picasso en el mercado del arte mundial en el siglo XX le lleva a que el encargo del “Guernica” se lo haga el gobierno republicano español en 1937, para que le sirva de propaganda oficial en el mundo y que esta obra se conserve en el MoMA por cerca del medio siglo. Asimismo, la ideología del autor unido a la iconología de la obra, dificulta que el gobierno de los Estados Unidos convierta a esta pintura en una obra apolítica; por lo cual, durante la guerra de Vietnam (1955-1975) la sala en la que se expone el “Guernica” sirve de lugar de reunión de grupos de antibelicistas que protestan contra la guerra norteamericana y posteriormente sucede lo mismo cuando se conserva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, en 1992, que agrupa a grupos de protesta anti OTAN en España.

El “Guernica” se ha convertido en un símbolo universal como lo es también “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, España, 1916); mientras que el “Guernica” es el canto antibelicista por excelencia, por tanto, se muestra en favor de la paz permanente en toda la Tierra, el Quijote es el canto por la libertad y se expresa en contra de la opresión del poder en cada uno de los países del mundo.