GUANAJUATO, GTO (apro).- En la penúltima trasnoche del Festival Internacional Cervantino, el trovador chileno Manuel García estrenó el concierto que será motivo de gira para celebrar las dos décadas de su disco “Pánico” (2005).

La noche fresca y despejada de este jueves 24 de octubre, en la exhacienda de San Miguel de Barrera, fue sede del penúltimo ‘Trasnoche’ del Cervantino, espacio para alargar las veladas cervantinas mientras se disfrutaba de la música, y en ese ambiente Manuel García se “echó el público a la bolsa”, como se dice popularmente.

En un recorrido por su trayectoria musical y algunos estrenos, el chileno dio muestra de lo que se avecina de diciembre de este año a junio de 2025, meses en los que realizará una gira por los 20 años de su primer álbum.

Inició la presentación a las 23:00 horas en un espectáculo dividido en tres momentos, descritos por el mismo compositor: “Trova y bienvenida”, “Raíces de la historia chilena" y "De la Mancha a Paracho”, y como invitados sus guitarras personales y algunas oriundas de Michoacán, además del joven músico Abel García López.

El concierto arrancó con los temas "Tanto creo en ti” seguida de “Hablar de ti”, “Barcos de cristal”, “La terrible canción no. 1” y “Pepitas”, tras una pausa, el público que hasta este momento estaba muy serio se aventó a gritarle “¡Manuel, hermano, ya eres mexicano!” gritos que hizo sonrojar al cantautor, para continuar con “Profesora y profesor”, y “La nueva canción de la trova” en homenaje a Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.

Después dio paso al segundo momento de la noche con temas ligados a la resistencia social y política, pero también a la empatía y la alegría de los pueblos latinoamericanos como: “La jaula de los sueños olvidados”, “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara, “Santiago de Chile” de Silvio Rodríguez, “Canción del desvelado”, “Los colores”, y “Volver a los 17” de Violeta Parra, misma que ejecutó –como el tema original– con un ‘cuatro venezolano’ (una guitarra de cuerda pulsada que posee cuatro órdenes afinadas a razón de la3, re4, fa#4 y si3).

Y para el tercer y último momento de la noche, ya con los ánimos encendidos tanto por el artista como el público que ya se atrevía a corear, cantar y hasta hacer sus ‘solos’, García continuó con temas inspirados en la península ibérica “a las raíces, y porque estamos en el Cervantino”, dijo. Prosiguió con un homenaje a Paracho, Michoacán, y las familias lauderas con “Tu Ventana”, “La pena vuela”, “La dulce impaciencia”, para luego dar paso al músico Abel García López (de dinastía de lauderos), quien lo acompaño en la musicalización de un verso, ¡y qué musicalización!, Abel dio muestra de virtuosismo que no pasó desapercibido por el público cuando el chileno lo dejó solo en el escenario.

Le dedicó al padre de Abel (de nombre Benjamín García) el tema “Sembrador de Guitarras”, estreno de la noche”, y a su madre Verónica Ayala la canción "Árbol sagrado”, para continuar con el tema “tu voz de agua clara”, “Palomita de mar” y despedirse con “El viejo comunista” pasada la una de la mañana. Una noche de trova íntima en el marco de los ‘Trasnoche’ del Cervantino.