Concierto
Rockeros veneran al "Príncipe de la canción" en "Festival Amar, Querer y Rockear"
El homenaje de los rockeros, inspirado en el primer y segundo volumen del disco “Un tributo” de 1998, saltó las lágrimas de algunos a través de Micky Huidobro, de Molotov, interpretando “Lo pasado, pasado” y “Lo que no fue no será”.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Castañeda, La Cuca, La Lupita, Rostros Ocultos, Rubén Albarrán, Micky Huidobro y Undercover, fueron las leyendas rockeras encargadas de refulgir la llama por “El príncipe de la canción”, con un toquín de más de siete horas durante la primera edición del “Festival Amar, Querer y Rockear”, la húmeda noche sabatina en el Frontón México.
El proyecto Undercover emprendió vuelos a eso de las seis de la tarde. A pesar de ir una hora de retraso a lo programado, debido a la torrencial lluvia que portó “Hillary” desde el Pacífico, los ánimos trepidaron, ora sí que “a grosso modo” y con muy buena vibra entre la fanaticada asistente.
Allí arrancaron el vocalista Ismael Salcedo “Isma” y el guitarrista Miguel Ángel Ortiz (Los Daniels); el ducho bajo de Alfonso “Poncho” Toledo (Los Concorde y ex integrante de La Lupita), así como el bataquero Mauricio Clavería (La Ley) vía los covers de “Perro Negro”, “No usemos ropa hoy”, “Quisiera saber” y “Día cero”.
Pocos diletantes acudieron, destacando en su mayoría un público de antaño perteneciente a una generación asidua al rock nacional de los ochentas y noventas, con los otrora jovenazos contagiando de felicidad muchos a sus familiares.
Entonces tomó la estafeta el huracanado cantante Rubén Albarrán (Café Tacvba), quien vocalizó como solista “Una mañana”, tributo al famoso José José, nuestro inolvidable tenor de la Clavería en la Atzcapotzalco, chamaco de 23 años a quien los jueces le arrebataron su triunfo en el OTI 1970 con “El triste” y cuyo nombre verdadero fue José Rómulo Sosa Ortiz (1948-2019).
Rápidamente, el desenfadado “tacvbo” convidó a la hija de “El príncipe de la canción”, la contentísima Marysol Sosa, para entonar un apasionado dueto de la tan alegre “Buenos días amor, ¿qué tiene tu cara””. Albarrán lanzó su fogoso mensaje:
“¡Agradecemos al maestro José José que nos haya reunido esta tarde! ¡Aplauso para Marysol y para su padre, a quien todos amamos tanto por su músicaaa…! ¡Bien agradecidos por esa herencia musical que nos dejó!”.
El homenaje de los rockeros, inspirado en el primer y segundo volumen del disco “Un tributo” de 1998, saltó las lágrimas de algunos a través de Micky Huidobro, de Molotov, interpretando “Lo pasado, pasado” y “Lo que no fue no será”. "El Micky" aprovechó para dedicarle al ídolo José José (que el 17 de febrero pasado hubiera cumplido 75 años) una rola de su agrupación: “El señor del banco”.
Emergió enseguida la banda jalisciense Rostros Ocultos, surgida en el telúrico año de 1985, con el vocalista Agustín Salvador Villa Rojas “Cala”, el guitarro Arturo Ybarra, el bajista Alfonso Martínez y el genial percusionista “Bola” Domene. Sus fieles fans cantaron las entrañables “El último adiós” y “Abre tu corazón” y, acompañándose de vuelta por la guapa Marysol, dieron coreos a “Seré” y la infaltable “El final”.
Con intensidad, el festín permitió a La Lupita celebrar 32 años en la carretera del rock, conjuntazo al mando del jefe vocal Héctor Quijada y el requinto del maestro Lino Nava. La gente aclamó a rabiar y coreó las ofrendas también al simpático cumbiero jalisciense Mike Laure (1937-2000) “Ja, Ja, Ja”, “Arre”, “Supersónico” y “La banda borracha”.
El repertorio sumó “El camello”, cuando invitaron a la heredera del “Príncipe” al son de la balada rock “Gavilán o paloma”. El show dio pie a una clásica de La Lupita, su versión alocada de “Contrabando y traición”, además de “La paquita disco”. Sorprendieron asimismo con “Te quiero tal como eres”, acompañados los lupitos por Marysol, Rubén, Héctor y Lino.
Sucedió enseguida el reencuentro de La Cuca, luego que su líder y garganta principal José Fors superara recientes problemas de salud. Surgida en 1989, la banda tapatía subió cobijada por Carlos Avilez en el bajo, Nacho “El Implacable” González en la batería y Alejandro Otaola en la eléctrica, lanzando sus “Caperucita Roja” e “Hijo del lechero”. Así saludó Fors este retorno:
“¡Qué gusto estar en los escenarios otra vez! Gracias por estar aquí…”
La selección musical avanzó con “Qué chingaos” y “Todo con exceso”. Junto a los cucarachos, la sonriente hija de “El príncipe” cantó una profunda rola que destapó gemidos a granel: “La nave del olvido”, de Roberto Cantoral:
“Espera un poco, un poquito más...”.
La extensa jornada festivalera incluyó “La balada”, “Tu flor” y “El son del dolor”, tema que Fors compartió junto a su vástago “Jack”. Los respetables danzaron en slam “La pucha asesina” y (¡claro!) “Señorita cara de pizza”.
El cierre estelar fue sensacional. Lo dirigió La Castañeda, agrupación de rock pelón creada en 1989 en la capital mexicana. La presencia de sus fundadores, Salvador Moreno “Chava” (voces), Oswaldo de León (guitarra) y Omar de León (teclado) fue aclamada con fuerza, para que en retribución ellos dieran rienda suelta al deleite en el antiguo foro ex pelotari y a su gala teatral de pipa y guante, con brincoteos de entes oscuros, diablos y demás vampiresas espectrales. Su apertura dio oídos a “Lo demonio”, prosiguiendo “Viejo veneno”, “Gitano de mente”, “La dosis” y “El loco”. Resonaron después “Secta de extraños”, “La espina” y “Cautivo de la calle”; pero como los inagotables melómanos se negaban a hacer la graciosa huida, reavivó el fuego del slam con “Tloque-Nahuaque” y “Misteriosa”. “Chava” dijo estas palabras en torno a José José:
“¡Fue un tipazo, una finísima persona… esta tarde lo honramos!”.
Marysol Sosa incluyó “Preso” a los filos del finiquito del primer festejo “Festival Amar, Querer y Rockear”. La bohemia rockera enfiló más allá de la una de la madrugada, contagiando soplos de su venerable orfeón por las calles inundadas en la vieja plaza revolucionaria mexicana:
Mientras yo soy preso,
de la cárcel de tus besos,
de tu forma de hacer eso
a lo que llamas amor…