Arte

Juan Ramón de la Fuente, ¿un regreso al pasado?

Los colaboradores de la sección cultural de Proceso, cuya edición es mensual, publican en estas páginas, semana a semana, sus columnas de crítica (Arte, Música, Teatro, Cine, Libros).
viernes, 8 de diciembre de 2023 · 12:12

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En lo que corresponde a la proyección y gestión gubernamental de las artes visuales, la presencia del doctor Juan Ramón como coordinador de los Diálogos por la Transformación –que presentó el pasado domingo 3 de diciembre la precandidata a la presidencia de México por Morena, Claudia Sheinbaum–, provoca cuestionamientos e inclusive desconfianza.

Promotor de la creación del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) durante su gestión como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (1999-2007), Juan Ramón de la Fuente impulsó un proyecto universitario que se caracterizó por su identidad anti-universitaria.

Gestionado por los funcionarios culturales Gerardo Estrada y Graciela de la Torre –ambos con una trayectoria profesional que se inició y fortaleció bajo gobiernos priistas–, el MUAC es un museo que, desde su diseño arquitectónico, no merece ni pertenecer a la UNAM ni haber sido financiado con recursos tanto públicos como privados provenientes de patronos de la institución.

Sin tomar en cuenta la existencia de académicos y alumnos de la Facultad de Arquitectura, el arquitecto del MUAC no fue seleccionado mediante un proceso democrático de concurso público. Fue elegido por invitación. Una decisión lamentable por la importancia y el costo del proyecto.

Como respuesta a la invitación y preferencia del rector, el arquitecto Teodoro González de León, quien era reconocido por los diversos edificios gubernamentales que había diseñado –Auditorio Nacional, Fondo de Cultura Económica, Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), y Museo Tamayo Arte Contemporáneo–, cambió su estética brutalista, proponiendo una arquitectura que reproduce y copia la del espléndido Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI en Kanazawa, Japón.

 

MUAC. Arquitectura que copia la del Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI, en Kanazawa, Japón  (Foto: unamglobal.unam.mx/)

 

Una conducta y propuesta que no merecía la UNAM. Sobre todo porque es una universidad que ha destacado internacionalmente por la arquitectura de su campus central. La cual, por cierto, fue resultado de un concurso en el que participaron la entonces Escuela Nacional de Arquitectura, la Sociedad de Arquitectos Mexicanos y el Colegio Nacional de Arquitectos de México.

Otra circunstancia negativa en la gestión del arte contemporáneo que promovió el entonces rector fue la carencia de un programa de vinculación entre el MUAC y la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), ahora Facultad de Artes y Diseño.

Inaugurado con obras en préstamo de coleccionistas privados –aun cuando su construcción se fundamentó en contar con un museo para la colección de arte contemporáneo de la UNAM– y con propuestas de curadores ajenos a la institución, como el español Juan de Nieves –responsable de la controvertida instalación del puertorriqueño Miguel Ventura denominada “Cantos Cívicos”–, el MUAC se mantuvo al margen de la creación y relación con la comunidad artística de la UNAM.

Inaugurado en 2008 como una isla museística operada por numerosos profesionales egresados de la educación universitaria privada, el MUAC, desde entonces, no cuenta con la accesibilidad gratuita para estudiantes de la UNAM. Se limita a la reducción del 50% de la tarifa normal –actualmente de 40 pesos–, contradiciendo la gratuidad que caracteriza la formación universitaria en la que es conocida como la máxima casa de estudios de México.

Tiene un costo mayor visitar el MUAC que pagar el semestre de una licenciatura en la UNAM.

Si Juan Ramón de la Fuente promovió un modelo museístico y de difusión del arte contemporáneo de corte neoliberal, ¿quiénes son los ciudadanos y funcionarios que invitó e invitará para establecer los Diálogos por la Transformación?

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